Entrar en Bemposta es como atravesar una puerta que te conduce a otro mundo. El mundo del Circo de los Muchachos. Quizá por eso, la primera canción que escuchamos cuando llegamos a la carpa de noche no podía ser otra... No llevamos ná... y no llevamos na..., allí estaba Er Canijo (de Jeré), recibiéndonos con uno de esos himnos que cantamos noche festivalera tras noche festivalera y del que nos acordamos cada vez que nos para la Benemérita. Desde luego, a eso lo llamo yo empezar con buen pie. Y más cuando todavía con el primer litro de cerveza en la mano empiezan a sonar los acordes de La Primavera Trompetera. No puedo evitar que un escalofrío me recorra la espalda, la piel se me ponga de gallina, la sonrisa me inunde la cara y los pies empiecen por libre a moverse.
Er Canijo de Jeré

En esas estábamos cuando una sombra nerviosa de botas verdes, se puso el escenario por montera y aquello ya no había quien lo parara. Tomasito taconeaba a la misma velocidad con la que se iba quitando la ropa. Y aunque casi era media noche, Lorenzo seguía dándonos su luz para seguir bailando, para seguir riendo y para seguir brindando por el recuerdo de esos Delinqüentes que ojalá vuelvan a reunirse pronto.

Del buen rollo garrapatero, la magia de Bemposta nos trasladó hasta lo más profundo de "la madre patria Rusa". Y de allí aterrizaron en Galicia Russkaja. Lo primero en lo que te fijas nada más verlos es en ese tipo enorme cantando, capaz de hablar en castellano como lo hacen los malos de las películas (o el enano del Señor de los Anillos). Después, su Circle Tractor te engulle en el remolino de gente moviéndose y ya no puedes dejar de bailar al ritmo del ska mezclando viento y cuerda y haciendo universales las danzas folklóricas eslavas. La fórmula funciona, porque como dijo Georgy... "no tienen que hablar ruso para entendernos". Música rusa para nuestra salud.

Russkaja
Las madrugada avanzaba y el escenario se llenó entonces de ritmos balcánicos. Sobre el escenario un equipo de fútbol (de Barakaldo, decían las entendidas), los Dubioza Kolektiv. Así se presentan estos bosnios que mezclan ritmos del rap al reggae y que no pararon de botar y de hacer botar durante casi dos horas. Y que dejaron el escenario calentito para Bohemian Betyars. Hungaros de nacimiento y festivaleros de vocación, nos dejaron un buen sabor de boca para cerrar la noche del viernes en el Reperkusión.

Tocaba descansar un poco, la rave sonaba en el polígono fuera ya del mundo mágico de la Cidade dos Muchachos. Lorenzo estaba a punto de salir... Los aires son suspiros que vienen de mi maceta... Todavía quedaba mucho por delante...

J&B

Pequeña galería de fotos
Canijo, Reperkusión y la luna
Dubioza Kolectiv

Canijo y Tomasito
Barakaldo F.C.?

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2 comentarios hasta ahora. Añade el tuyo

  1. Y qué me dices del licor café?;)
    Comparto totalmente las sensaciones del festival!!

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    1. Ese licor de café!!!! Qué frío y cómo pegaba!!!
      Esa es una de las cosas que todavía tenemos que contar, nos queda el sábado y muchas, muchas sensaciones!!!!
      Abrazos Festivaleros!

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