Amaral, Nocturnal

La mañana amanece perezosa, un lunes otoñal lluvioso, gris. La cita se enmarca en unos de los lugares que más se acercan al cielo de Madrid, el Circulo de Bellas Artes, que acoge la presentación del nuevo disco del grupo Amaral, Nocturnal y Festivaleros tiene el indudable privilegio de presenciar y formar parte de esta cita.

Eva y Juan, Juan y Eva, esperan en un lateral de la sala mientras todos entramos sigilosos y expectantes. Y así, sencillos, como siempre ellos han demostrado ser, se sientan detrás de los micros y sonríen. Nos miran a los ojos, con confianza, y hablan. Comienza Eva recordando como hace tanto años... Tantos como más de 10 años, que Amaral cantaba en Madrid en ese mismo emblemático lugar, con únicamente dos personas en su público, dos, literalmente. Parece que nadie, ni ellos mismos, eran capaces de imaginar un futuro como el que pinta hoy la mañana, presentando su séptimo disco en presencia de un gran número de periodistas y gente relacionada con el sector musical, más que privilegiados en presenciar sus impresiones y comentarios sobre este nuevo trabajo.

Amaral, NocturnalSe trata de un disco grabado en su estudio, de su propia mano. Está grabado, arreglado, cuidado y mimado por todos sus amigos. Como siempre, es un disco que siente la presencia directa de los dos componentes, siendo los responsables de hasta el último detalle. Tan responsables son, que hasta las fotos que aparecen en la edición del disco son producto de Eva, recibiendo la inspiración de las Cuevas de Altamira, ella que confiesa: “me imaginé al primer hombre en la tierra viendo la luna llena reflejada en un charco e intentando atraparla...”.

Todo el proceso del disco recibe el calificativo de Juan de artesanal, y siempre guiado de la mano de Eva y Juan, con confianza, siempre respetando lo que ellos imaginan... sienten. Se confiesan “en la periferia de lo que se conoce como la industria del disco”, y “mantienen así una identidad y filosofía como grupo”. Es algo que mantienen desde sus orígenes, desde sus primeros conciertos en los bares y circuitos madrileños y esto es algo que no muchos grupos y bandas que han llegado tan lejos como ellos pueden decir.


El nombre del disco tiene claramente una directa referencia a su propia realidad, esta vez es Juan el que explica: “nosotros tocamos normalmente de noche y tiene que ver con la quietud de la noche para ponerse a grabar y a tocar. También tiene un punto de cierto desorden vital que tiene que ver con los viajes durante la gira que fue bastante larga”. “Muchas de esas canciones eran concebidas en esos momentos nocturnos en los que no podías conciliar el sueño...”, añade Eva.


Es un disco que muestra de nuevo ciertos toques de distorsión, algo característicos y muy presentes en otros discos. Eso sí, siempre controlada, para no perder en ningún momento la entidad de cada instrumento y de la voz. Nadie como Juan ha explicado nunca como debe sonar un bajo, en palabras suyas, como un diplodocus.

4 años han pasado desde el disco anterior, debido a aquella gira, larga. Por eso esta vez van a organizar y gestionar las fechas mejor, y empezar a primeros de enero. Dejarán así algo más tiempo para poder cerrar mejor las fechas, comenzando a tocar fuera de España para regresar ya a partir de mayo.

Siguen siendo los mismos de siempre, aquellos amigos que se juntaron para tocar..., pero ahora, ese grupo que, como Eva confiesa que se ha sentido en muchas ocasiones “no iba a ninguna parte” tiene un sitio muy claro en el mundo musical, buscando y viviendo el presente intentando ser mejores músicos.

Cris


'Llévame muy lejos' - Amaral - 2015
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