BIME Live 2018

Este año se cumple la sexta edición del BIME Live en el que según los organizadores ha tenido una participación de 20.000 personas. La excusa para congregación de diversos grupos se debe a otra edición más del BIME PRO dirigido a los profesionales de la industria musical en todas sus vertientes: desde la creación de videoclips a la producción musical, las nuevas tecnologías utilizadas en la música y la inserción de esta en las plataformas digitales.

En esta edición BIME Live se ha centrado mucho más que en otras ediciones en la música electrónica tanto en música electrónica pura como en una vertiente en la que el rock y el pop tienen presencia.

VIERNES

El viernes Belako jugaban en casa. Los de Mungía empezaron su setlist de una forma atronadora (hay que destacar el gran sonido de todos los escenarios del BIME Live). Belako congregaron a mucho público sediento del sonido post-punk que nos tiene acostumbrados. Aunque empezaron suaves enseguida subieron los decibelios y el tempo con canciones como 'Hunted House' y desde ahí hasta el final no pararon de sacudir con unos riffs de guitarra que llegaban hasta el estómago. Cris (la cantante) llevaba una camiseta en el que estaba impreso el número 86 explicando casi para finalizar su bolo que ese número representaba a las víctimas que llevamos en este año debido a la violencia machista. Un gran bolo con un sonido y decibelios de 10.

Como pasa en este tipo de festivales, donde la calidad de los artistas es enorme, nos tuvimos que decantar o por John Maus o Damien Jurado. En esta ocasión nos decantamos por el tecno pop y el post-punk de John Maus. John Maus, además de ser teclista de Ariel Pink y de Panda Bear es profesor de filosofía y tiene varios discos editados en los que en directo se caracteriza por su actuación post-punk que a algunos de los asistentes le recordaba a Ian Curtis de Joy División. Solo ante el peligro y con un ordenador escondido detrás del escenario (al que él mismo iba para darle PLAY a la siguiente pista) se dirigió hacía un público que en primeras filas estaba entregado mientras que para otros, la experimentación, lo naif de su espectáculo y los continuos golpes a su cabeza le parecían algo Freak. Por mucho que lo intentó, no consiguió meterse a los asistentes en el bolsillo ni desgranando canciones de su último álbum Addendum (un gran disco). Una pena para los que no lo conocían y un goce para otros.

Dos de los estandartes de la música en la década de los 90 tocarían ese viernes, uno de ellos es el grupo Slowdive y en el que casi conseguimos colocarnos en las primeras filas. La expectación era máxima, la banda de Neil Halstead ha vuelto con un disco publicado en 2017 llamado como la propia banda “Slowdive” siendo este, el mejor disco del año pasado para toda la prensa especializada y para mi también. El Kraut, el post rock, parte de dream pop, la maravillosa voz de Rachel Goswell (Bravo) hicieron que todo el mundo enmudeciera y casi sin creerlo para un festival (por lo menos en las primera filas) se instalara un silencio absoluto que fue de agradecer. Su intro en el concierto fue la canción de Brian Eno “Deep blue sea” del disco APOLLO (disco que en breve reseñaremos como uno de los más importantes de la música... ¿electrónica?) para nada más bajar el volumen empezar a desgranar su último disco con Slomo una de las canciones de su último trabajo. Repasaron toda su discografía desde los años 90 hasta ahora estallando entre aplausos con la gran 'Sugar for the pill'.

El concierto fue como un viaje por paisajes atmosféricos y preciosas melodías hasta terminar con la versión de Syd Barret “Golden Hair” publicada en los años 90; sinceramente a nosotros se nos soltó una lágrima de la maravilla de melodías y ruido que podíamos escuchar, mucha gente se retiró hacia atrás debido a la explosión de sonido y distorsiones que disparaban, trasladándonos a otro mundo. Al despedirse del público sonó otra canción del disco Apollo de Brian Eno pudiendo constatar el viaje por los paisajes sonoros al que nos habían llevado Slowdive, sin duda el mejor concierto del festival. Un 10.

BIME Live 2018


Todo lo que sube, debe de bajar y mientras todo el público de Slowdive cambiaba de escenario andando muy despacio (repetimos que el final de Slowdive era como para reflexionar sobre ello) nos apresuramos para poder ver a Yung Beef pero nos fue imposible. El escenario estaba lleno y cortaron el aforo. Así que nos fuimos a ver a Editors no con muchas expectativas de que fuera un gran concierto, y así fue. Tom Smith tiene una voz y una pose en el escenario sensacional pero no le acompañan las canciones de sus discos, tienen algunas buenas como 'Smokers Outside The Hospital Doors' pero ni con esas, el concierto fue plano y lineal sin remontada, una pena. Si todavía teníamos en el paladar los añorados años 90 gracias a Slowdive la puntilla la pondría el gran e imprescindible Richard D James, más conocido como Aphex Twin. El espectáculo de Aphex Twin congregó a casi todo el festival llamado por los sonidos de la música electrónica. Richard D James se encontraba en una cabina con altura y a su alrededor se podían ver varias pantallas. A su vez, fue acompañado de una chica que suponemos manejaba el vídeo en directo.

Muchas de las personas congregadas se esperaban una música electrónica a 4X4 pero la verdad es que Aphex Twin hizo un repaso por toda su discografía y por todos los estilos posibles. Empezó con ruidismo y ritmos rotos, pasando por el drum and bass y Jungle, el dub no se quedó atrás, techno, clicks and cuts, gabba, happy hardcore y todo mezclado con unos visuales en los que interactuaba con el público, los fans salían en las pantallas y se les deformaba la cara como lo hace él mismo en los vídeos que le manufactura Chris Cunnigham. En sus proyecciones pudimos ver lo más granado del panorama Freak Español: desde la Pantoja a Belén Esteban, la youtuber Soy una pringada, Kiko Rivera, políticos varios e incluso Pablo Iglesias que guarda un parecido físico con Aphex Twin tremendo, además de un sinfín de rostros de la socialité Española. El contrapunto de casi las dos horas de su concierto fue ver cómo la gente que esperaba un bombo a 4x4 se iba poniendo caras y luego volvían, consiguiendo al final que se quedaran y bailaran, otro 10 de concierto.


SÁBADO

ionnalee, BIME Live 2018Llegando al recinto bajo un torrencial de agua fuimos a disfrutar del concierto de Sun Kil Moon, fue otra de las duras decisiones al encontrarnos la coincidencia con Kurt Vile pero el formato más íntimo que había escogido para presentar el notable “This is my dinner” nos convenció por completo. Su voz, piano y guitarra y de vez en cuando alguna caja de ritmos bastante simple acompañaron todo su repertorio pero no hizo muchas canciones, el formato del repertorio para esta gira se basa en canciones largas pero que no se hacían pesadas. Al final nos convencimos de la buena elección de decantarnos por su set siempre acompañados de chupitos gratuitos de whisky. Más que notable.

Quedarnos en el mismo sitio fue lo que hicimos porque empezaba a preparar su show la artista conocida anteriormente como iamamiwhoami y ahora conocida como ionnalee, en poco tiempo se fue llenando el recinto por lo que se palpaba cierta expectación. La última vez que la pudimos ver fue como la cantante de todas las canciones del grupo noruego Royksopp y esta es la primera vez que íbamos a disfrutar de su música en directo. Con una imagen y una puesta en escena similar a la de Kate Bush, ionnalee toda de blanco lanzó las pistas con la colaboración de un dj al ordenador y con unas proyecciones minimalistas con su propia imagen. Todo el show reflejaba el frío y la electrónica noruega. El ventilador y la capa de luces hicieron que la gente gritase cuando hacía cualquier coreografía. Sonaron muy potentes Not Human o Samaritan, un precioso show con la gente entregada pero que tuvimos que abandonar casi al final del concierto debido a que MGMT empezaba su concierto. Otro Sobresaliente para el BIME Live y van….

Otro de los platos fuertes del BIME Live fue sin duda MGMT que gracias a su último disco mucho más pop han vuelto a tener buenas críticas como con su primer disco 'Oracular'. El concierto volvió a sonar de una manera brillante y esta vez, el show fue acompañado de pantallas con coloridas imágenes y una pantalla pequeña que estaba cercana a ellos donde se proyectaban otras imágenes y que al verlo, parecía en su conjunto una gran imagen psicodélica. Sonó Time to Pretend y ya con ella se metieron a todo el mundo en el bolsillo. Durante la canción She Works Out too Much el cantante Andrew VanWyngarden pedaleaba una bicicleta estática sobre el escenario, representando la canción. Sonaron la gran Me and Michael y Kids para cerrar el concierto, siendo esta una versión larga y algo descafeinada pero aun así, consiguieron ser uno de los mejores shows del festival.
 MGMT, BIME Live 2018
Nos esperaba GUSGUS en el escenario contiguo y no tardaron mucho en empezar. Aunque el colectivo GUSGUS son ciento y la madre, en esta ocasión se presentaron en formato dúo con Daníel Ágúst Haraldsson y Birgir Þórarinsson. Hace tiempo que no veíamos tanta empatía en cuanto al bailar en un concierto. Lifetime o Deep Inside de su disco 'Arabian Horse' hicieron que todo el mundo estuviera sin poder parar. Se despidieron comentando que nos dejaban con quizás la gran estrella de este año: Jon Hopkins.

Este es uno de los conciertos que con más ansia esperábamos, para mí el disco de Jon Hopkins es el mejor disco de este año y comprobar cómo lo llevaba al directo fue un aliciente. Con un comienzo dubitativo entre los sonidos que disparaba de sus sintetizadores pudimos comprobar cómo enseguida acertó con canciones como Emerald Rush en la que las proyecciones del precioso videoclip, mágico e inquietante, fueron haciendo que el show le gustara por igual a seguidores o ajenos a su música. En un momento en el que el videoclip alcanza un clímax, Hopkins hizo explosionar la canción y ya, desde ese momento fue un no parar habiéndose metido a todo el mundo en el bolsillo. En algunos instantes aparecieron unas bailarinas con unas mazas con leds (sinceramente algo hortera) pero que daban un contrapunto a las imágenes proyectadas. Con un sonido atronador terminó su concierto dejando a un Four Teat que hiciera lo que hiciera su sesión dj sonaba descafeinada. Ese fue el momento de nuestra retirada.

En definitiva, el BIME Live es un festival que se consolida con un cuidado sonido y selección de artistas de mucha calidad y al que seguramente, el año que viene volveremos.

Chuchiman
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