Minutos después, el escenario se ilumina y empiezan a sonar los primeros acordes de “Los días raros”. Entonces ya no hay dudas, Vetusta Morla ha madurado, se han hecho mayores. Han pasado de abrir el Día de la Música a ser cabeza de cartel, a arrastrar masas… Siguen siendo abanderados del Indie-pop en castellano. Pero ya no recuerdan a nadie, son ellos, su estilo, su voz, única, inconfundible. Una fórmula de éxito más allá del marketing o la promoción…
Comienza entonces el concierto más esperado. El primero de Mapas en Madrid. Un disco que está dando sus primeros pasos, que está creciendo. Pero eso no importa en esa calurosa noche en el Matadero. Pucho ya se ha metido a la gente en el bolsillo. Primera pausa. Saludo al público y el espíritu de la banda flotando en el ambiente: “Somos seis amigos que hacen música. Lo demás son accesorios”… Y entonces comienza a sonar Copenhague. Vetusta Morla en esencia.
A partir de ahí ya nada los detiene. La gente se desata con las canciones de su primer disco “Un día en el mundo”, más escuchado, mucho más querido. Pero “Mapas” tiene la esencia de los grandes, esa que aparece cuando lo escuchas una y otra vez. Esa que se desborda en un directo que no se detiene.
Después de algo más de una hora las luces se apagan. La gente no se mueve, es el primer bis esperado. Poco importa que se roce ya la media noche, la gente quiere más. La banda está entregada… El final se acerca. Un silencio y las primeras notas de “El hombre del saco”, huele a final… “Tómalo, tómalo”… la percusión invade el Matadero… “el legado es dramático”…
Oscuridad. Silencio… lalalalalalalalalalalalalala… lololololololololololo… lalalalalalalalalalalalalala… lololololololololololo… lalalalalalalalalalalalalala…“Sólo quedó una chispa de luz… y es hora de volver a empezar…”
J&B
grandes, pero que muy grandes. Hasta que no los ves en directo y en noches como el sábado no te haces idea de la repercusión que tienen ya...
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