La Canción de la Semana
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"Decía que tenía el corazón alicatao' hasta el techo... Que a ver si no podía hacerle yo una cenefa a besos"

Una canción que empieza con dos versos así es un acierto seguro. Quizá no sea la mejor canción de Marea, o sí. Lo que queda claro es que no se pueden decir más cosas en menos de cuatro minutos y medio. Esa guitarra juguetona que va arrullando la voz del Kutxi que se balancea y cambia el ritmo cuando más te lo pide el cuerpo.

Porque sí. Porque desde la primera estrofa se te agarra a las entrañas, te va subiendo por el cuerpo hasta que necesitas gritar esto de "Que ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco..." Esa necesidad de decir que sí, que te quedes a mi lado, junto a la luna, junto a las estrellas, junto al sol, junto a la lluvia, junto a la tormenta, junto a la Marea que llega para llevarse todo lo malo y dejarlo todo limpio, listo para renacer.

Y ahí viene la pausa de la canción, la que pone el Colibrí justo antes de la última explosión. La de dejar claro lo importante. La de verse deslumbrado por el resplandor de la luna llena a la espera de que llegue el sol porque, aunque cuesta darse cuenta, la luna me sabe a poco.

Y es que aunque sea llena (como la de hoy), la luna no es suficiente. Mucho mejor tenerlo todo y tenerlo en buena compañía.

J&B

Con ese Sol que hace tan especial el cielo de Madrid comienza La Canción de la Semana. El sol es una estufa de butano que atraviesa la contaminación y calienta ligeramente la nariz aunque el viento te recuerda que hace un frío que pela. Ese sol que ilumina la Puerta de Alcalá que sigue ahí... Viendo pasar el tiempo. Como la Diosa Cibeles que mira de reojo el saludo tímido, los cruces de miradas.

Sonríes pensando en que sí, que al final Vente 'Pa' Madrid ha merecido la pena, aunque sólo sea por el pulpo y el queso en ese gallego escondido cerca de Atocha. Que ha merecido la pena aunque sólo sea por el café y licor en esa plaza de la que no recordarás el nombre pero sí su música, porque las plazas en Madrid tienen música. 

Bajando por donde los garitos, dejándome caer por la cuesta abajo se llega a uno de esos sitios escondidos (sí todavía quedan sitios escondidos) donde disfrutar del atardecer de Madrid, de confesiones en silencio, sólo rotas por alguna sirena varada y alguna mirada. El sol se esconde en el infinito y aparecen Luces de Madrid todavía en mi mirada, ese ruido en mi cabeza que viene de la nada.

Subes a tu habitación de hotel, la Luna está de tu parte y vigila la ciudad sin nada que se le interponga, repones las fuerzas gastadas en el japo por excelencia y con la noche cubriendo las calles te escondes en otro garito. Mañana será otro día. Otro día para desayunar en la Gran Vía, visitar El Prado, perderse por el Retiro, hacer el ganso en el Palacio de Cristal, reírse frente al estanque, caminar desde Las Ventas hasta Chamberí, fumando a medias en las calles de Madrid.

Sacas tiempo para trepar a las azoteas de Madrid, buscar a la estrella de los tejados, prometer a la luz del atardecer, atravesando las nubes. Tú decidiendo por mí. A ver si no me destruye lo que quería decir.  Escuchar que él mató al silencio en las calles de Madrid. Descender y descubrir los bajos de los pisos con corrala, con la nariz entre tus ojos y entre un pulmón y otro pulmón el corazón y los congojos todos en reunión.

La noche vuelve a envolverte. Es tiempo de confesiones, a veces saco los dientes, a veces quiero dejarte ir, a veces vamos de frente, a veces vuelvo a confiar en ti, a veces no me comprendes. Tiempo de verdades, es mejor no mirar el reloj, es mejor no olvidar con alcohol. Tantas veces pensé que podía ir mejor, tantas veces caí que he perdido el control. Te das cuenta que las niñas ya no quieren ser princesas, que es una mierda este Madrid, que ni las ratas pueden vivir. Despiertas y das gracias porque no hagas caso a esta canción pues todo es mentira

No hay nada como las noches de verano, no hay nada como... Quiero escuchar crujir las hojas al andar una vez más, porque el otoño pasa en Madrid. Quiero guardar hojas doraras hasta abril... Tendrás que sentir las caricias de Madrid sobre tu piel y escribir... Siempre hay un tren que desemboca en Madrid... Las chicas tristes (o no) vuelven a Madrid... Eres mi rincón favorito de Madrid.

J&B

Ahora que se habla tanto de Madrid, y aunque no haya playa... tocaba hacerle un pequeño homenaje 😉 

Gracias a Sabina, Ana Belén, Ketama, Pereza, Jaula de Grillos, Amistades PeligrosasQuique González, Leiva, El Loco, Mecano, La Fuga, Leño, Burning, Antonio Vega y a todos los que le han cantado a Madrid.





En otra vida había meses que se atascaban más que otros, meses que se hacían más cuesta arriba y que costaba superar. Septiembre era ese típico mes "raro", donde todo empieza pero ya está empezado. Ese mes que no querías que empezase y que estabas deseando que pasara. Ese mes donde, como Billie Joel, te escondías bajo las sábanas a esperar que pasaran sus días. Eso, en otra vida.

En esta vida, donde todo empieza pero ya está empezado, Septiembre ha sido el mes de las incógnitas, de las incertidumbres, del "a ver qué pasa", de las terrazas cerradas a medianoche y los bares chapados a la una de la mañana y dando las gracias. Ha sido el mes de buscar el horizonte, escuchar las olas, levantar la mirada y mirar a la Luna (que nunca falla) casi, casi llena. Eso, en esta vida.

Por eso La Canción de la Semana de hoy, además de facilona (no lo vamos a negar), nos viene al pelo. Una canción a medio camino entre la balada nostálgica de otra vida y los ritmos eléctricos de esta vida. Un paseo por los recuerdos, por los sueños, por los "te echo de menos" y por los "ya no será como antes". Un balanceo por las sonrisas ocultas tras mascarillas y las miradas todavía más intensas gracias a esas mascarillas. Un mantener el equilibrio entre las ganas de aprovechar los últimos rayos de sol del verano y el deseo de que llegue ese otoño de lluvia y reflejos en la ventana.

Cada uno tenemos nuestros Septiembre, y el de 2020 terminó con el fallecimiento de Quino. Seguro que a él tampoco le gustaba Septiembre. Así que, sí, September Sucks. Please, Wake Me Up When September Ends.

J&B

A finales de febrero volábamos a Bruselas para ver en directo a los Dropkick Murphys. Sólo tres semanas después estábamos confinados en casa viendo en streaming a los mismos Dropkick Murphys en su tradicional concierto de St Patrick's en Boston. Sin público. Sin gente alrededor. Algo estaba cambiando.

Sólo era el principio de todo lo que ha venido después: Conciertos suspendidos, Festivales cancelados, Giras mundiales aplazadas un año. Los escenarios vacíos. Las salas en silencio. Los artistas se están reinventando en las redes sociales, acercándose a sus fans, haciendo directos desde el salón de casa.

Y en medio de toda esta vorágine, nosotros sentíamos que no podíamos quedarnos parados. Hemos estado atentos a las noticias que iban surgiendo, a las situaciones que se estaban viviendo, pero queríamos hacer algo más, intentar mandar un mensaje de optimismo. De esta situación vamos a salir y vamos a salir más fuertes.

No tenemos ninguna duda. Vamos a volver. Nos volveremos a abrazar. Volveremos a compartir vasos de cerveza. Volveremos a reírnos a la entrada de un festival. Volveremos a juntarnos frente a un escenario para escuchar música en directo. Volveremos. Y ese es el mensaje que os hemos querido dejar en forma de canción. Esperamos que os guste y la disfrutéis.

Familia festivalera... Nos volveremos a ver.

Festivaleros!




Press Play...


Siempre me dio tranquilidad esta canción. Tranquilidad y nostalgia. Pero no esa nostalgia ñoña de algo pasado que se supone fue mejor o de un recuerdo, quizá inventado, más o menos agradable. No. Es algo más vital, más orgánico. Es esa nostalgia del que quiere crear cosas nuevas, y quizá inventar nuevos y buenos recuerdos, a ser posible agradables, y sin embrago es consciente del atrevimiento que supone intentar gobernar el tiempo y el espacio. Porque el tiempo no se puede gobernar y el espacio es el que es. Y a veces me gustaría poder estar en varios espacios a la vez o más tiempo en algún espacio determinado. Y a veces no se puede.

Y entonces escucho alguna canción, como esta, que me lleva un poco a ese espacio. Una canción que mece y arrulla, a medio camino entre un sosegado qué bueno verte y una nana progresiva en busca de sweet dreams.

Me lleva a playas donde posiblemente hay palmeras y arena negra. Me trae a la mente el viento, el sol, quizá una montaña alta y peligrosa a lo lejos. O no tan lejos, pero sí al fondo. Me evoca luz. Esa luz que deslumbra, ya sea de día o de noche, o minha galera, minha cachaça. Porque también me evoca mil y una noches estrelladas, una conversación infinita bajo cajas parlantes o en el más absoluto silencio roto por risas y anillas, disfrutando el penúltimo tsunami. Me evoca miedos compartidos, alguna lágrima, nuevos comienzos, una búsqueda. Y guerra. Y paz. Quizás al fin la paz. La paz que llega a su plenitud con una vida nueva y otras que transcurren en paralelo. Qué de cosas me evocas, o minha menina, minha querida, minha Valeria...

kboy
Jurassic 5


Como parte de mi proceso personal como buceador musical, os traigo una sesión con una selección de temas de Hip Hop del gordo. ¡Llega el frío y es momento de una buena ración de breaks para calentar el cuerpo!

Mi historia de amor con el hip hop comenzó a través de un amigo de Madrid que hacía sus pinitos como DJ y que mezclaba aquellos ritmos de funk que tanto me gustaban. Desde entonces, mi relación con el bombo y la caja no ha dejado de crecer.

Tened en cuenta que esta es una selección muy personal y limitada, pensada a modo tributo. Además, no me he metido a explorar los nuevos géneros y subgéneros del hip hop y el rap que sigo escuchando y descubriendo cada día. Y, por supuesto, me dejo fuera grandísimas canciones y otras que seguro ni siquiera conozco. Así que os invito a colaborar y que hagáis vuestras propias sugerencias. Como en un buen festival, ¡aquí hemos venido a compartir, y a descubrir!

★ Playlists anteriores


Miguel Buendía
(Gestor cultural a través de su productora Nomad Radio.)




Pocos grupos han tenido el ascenso meteórico que han vivido los ingleses Royal Blood. Con su primer disco se colaron en todas las pistas de baile y en casi todos los grandes festivales, Glastonbury incluido. Mike Kerr y Ben Thatcher se subieron a esa tendencia del menos es más en cuanto a grupo: un bajo y una batería son suficientes para reventar un concierto. No hace falta nada más.

Y no se han equivocado. Apadrinados por Arctic Monkeys y tras su paso por el SXSW, Royal Blood se han hecho con un hueco por méritos propios en el panorama musical actual. Y España es uno de sus países favoritos. El dúo británico ha pasado por el DCode (concierto que todavía resuena en las cabezas de los que allí estuvieron), el BBK y este fin de semana repetirán en el BIME.

Pero además de su concierto en Bilbao dentro del BIME Live, el domingo 29 de octubre harán una parada en el Wizink Center de Madrid donde harán retumbar esas butacas con toda su potencia. Una ocasión perfecta para volver a ver a este dúo descargando su música contra ti y para el que todavía puedes conseguir tu entrada aquí.

Te vienes?

J&B


La música tiene ese poder mágico de sintonizarnos y expresar nuestras emociones colectivas. Siempre está ahí cuando la necesitamos. No vamos a insistir en el horror que se vivió en Manchester ni en cuanto nos repugnan las acciones de esos letales chiflados que se han empeñado en algo tan imposible como apagarnos las ganas de seguir viviendo con alegría. Vamos a quedarnos con el nacimiento del que ya se llama el "espíritu de Manchester": la capacidad de encajar cualquier adversidad para seguir proyectándose en un futuro mejor.

Don't look back in anger fue una de las perlas del segundo álbum de Oasis (What's the story) Morning Glory? (1996) y la primera canción en la que Noel cantaba en lugar de su hermano. El título enmienda el Look Back in Anger de David Bowie (1979) del que la canción bebe tanto como de la figura e ideas de John Lennon. Noel reconoció que la intro era Imagine al 50 % y que ciertas líneas de la letra estaban tomadas literalmente de una grabación de Lennon presuntamente sustraída del Dakota Hotel. La frase I will start a revolution from my bed sería una de ellas y haría referencia, según el propio Gallagher, a los famosos Bed-In que John y Yoko llevaron a cabo en 1969 como protesta contra la guerra en Vietnam.

Sea como fuere, cuando Noel escribió esta canción probablemente intuía que había hecho un temazo y que, desde entonces, les iba a acompañar en cada concierto de la banda. Lo que no podía imaginar es que, dos décadas más tarde, Don't look back in anger se iba a convertir en el símbolo de su ciudad porque saldría espontáneamente de las gargantas de los mancunianos como un reflejo liberador, quedando para siempre en la memoria colectiva como un brillante himno de resistencia al odio.

 Dr. J

"Es el himno de nuestros campos, de nuestros ríos, de nuestras montañas, de la vida, tio, del mundo animal, grítalo bien fuerte, rómpete las cuerdas vocales." Son Tryo, un grupo francés de culto, percu, reggae, fuerza tranquila de la más insumisa de las cuatro Francias.

Si tenéis la suerte de verlos algún día en directo os mostrarán como, a través de esta canción, el público y los artistas pueden unirse para, gracias a la música, despertar lo más ancestral que llevamos dentro: la conexión con esa naturaleza que tememos tanto como añoramos, con esa Madre Tierra a la que abrazamos y agredimos como niños inconscientes, irresponsables, desagradecidos. Compramos, usamos, tiramos... "Siéntate cerca de un río y escucha correr el agua, y piensa: Al final de esto, eh!, está el mar, y te darás cuenta de que eso no tienen nada de efímero y de que tú no eres nada, como el que estuvo antes que tú o el que vendrá después".

Este es L'Hymne de nos Campagnes. Ellos son Tryo. Y esta es nuestra Canción de la Semana en el #DiaDeLaTierra.

 Dr. J
St Patricks Day

Uno de los pilares musicales en Festivaleros! entronca sin duda con nuestra pasión por la música tradicional irlandesa. Ya sean cuatro músicos tocando en la esquina de un pub o alguien contando historias entonándolas acapella en un pueblo perdido entre acantilados verdes. Ya sea viendo a los míticos Dubliners en un teatro, enfrente de un escenario en un festival donde se hacen versiones de clásicos irlandeses, escuchando a The Pogues reinventar el género o pegando saltos como locos con Flogging Molly o Dropkick Murphys en la "punkificación" del mismo.

Hemos hecho todas esas cosas y, con sus diferencias, todas tienen algo en común.

Ese algo que nos despierta un sentimiento por una cultura que no es la nuestra, pero que también es nuestra. Porque es popular, porque emparenta con otras músicas populares, de celebración, de lamento y de conservación de la propia historia. Y porque tiene una magia especial.

Hoy lo celebramos especialmente, porque hoy es St. Patrick's Day. Un día que aunque se haya desvirtuado un poco comido por la masificación, sigue siendo un día especial en el que el sentimiento irlandés se celebra en cada rincón del planeta y cada rincón se torna verde y los leprechauns hacen de las suyas.

Os dejamos para celebrarlo Rocky Road To Dublin, una canción que muchos conoceréis por las pelis de Sherlock Holmes pero que se escribió a finales del siglo diecinueve y desde entonces ha sido una de las más versionadas de la historia. Luke Kelly, carismático cantante y fundador de The Dubliners decía que si quieres hablar bien inglés tienes que ser capaz de cantar bien esta canción. Os dejamos la versión de The Pogues y la letra más abajo para que lo intentéis.


🍀🍀🍀    Happy St Patrick's Day!!!     🍀🍀🍀
🍀🍀🍀     Beannachtaí na Féile Pádraig!    💚🍀


Festivaleros!

Rocky Road To Dublin


Letra

Twas in the merry month of June from me home I started
Left the girls of Tuam nearly broken hearted
Saluted father dear, kissed me darling mother
Drank a pint of beer, me grief and tears to smother
Then off to reap the corn, leave where I was born
Cut the stout black thorn to be on the shores to Dublin
Brand new pair of brogues rattlin' o'er the bogs
Fightin' all the dogs on the rocky road to Dublin.

One, two, three four, five
Hunt the hare and turn her down the rocky road
And all the way to Dublin, whack follol de rah

In Mullingar that night I rested tired and weary
Left the room next morning feeling bright and airy
Had a drop of the pure to keep me heart from sinking
That's a Paddy's cure whene'er he's on the drinking
See the lassies smile, laughing all the while
At me curious style, 'twould set your heart a bubblin'
Asked me was I hired, wages I required
Till I was sick and tired of the rocky road to Dublin.

One, two, three four, five
Hunt the hare and turn her down the rocky road
And all the way to Dublin, whack follol de rah

In Dublin next arrived I thought it such a pity
To be so soon deprived a view of that fine city
When I took a stroll all among the quality
Me bundle it was stole in the neat locality
Something crossed me mind when I looked behind
No bundle could I find upon me stick a wobblin'
Asking for the rogue, they called me Connaught brogue
Wasn't much in vogue on the rocky road to Dublin.

One, two, three four, five
Hunt the hare and turn her down the rocky road
And all the way to Dublin, whack follol de rah

From there I got away, me spirits never failing
Landed on the quay, just as the ship was sailing.
The Captain at me roared that no more room had he
When I jumped aboard, a cabin found for Paddy
Down among the pigs, played some hearty rigs
Danced some hearty jigs, the water round me bubblin'
When off Holyhead wished that I was dead
Or better for instead on the rocky road to Dublin.

One, two, three four, five
Hunt the hare and turn her down the rocky road
And all the way to Dublin, whack follol de rah

The boys of Liverpool, when we safely landed
Called meself a fool, I could no longer stand it
Blood began to boil, temper I was losing
Poor old Erin's Isle they began abusing
"Hurrah me soul" says I, me Shillelagh I let fly
Galway boys were nigh and saw I was a hobblin'
With a loud "hurray!" joined in the affray
Quietly cleared the way for the rocky road to Dublin.

One, two, three four, five
Hunt the hare and turn her down
The rocky road and all the way to Dublin
Whack follol de rah


Los Festivaleros! llevamos el cine y la música dentro de la cabeza y el corazón, inextricablemente cogidos de la mano. Por eso hay melodías que no podemos escuchar sin que unos cuantos fotogramas resurjan de la memoria y, como ejemplo de este vínculo inseparable, os mostramos 'The Ballad of Lucy Jordan'.

Es un tema compuesto por Shel Silverstein, poeta, ilustrador, guionista, escritor, amante de la música y autor de muchas de las letras de Dr. Hook & The Medicine Show, formación que lo grabó por primera vez. Tiene como fondo el feminismo de los años 70 y narra la historia de un ama de casa de clase media que se ahoga en su monótona vida suburbana soñando con viajar por París en un deportivo, mientras el cálido viento acaricia su pelo.

Thelma y Louise, Ballad of Lucy Jordan
Y es ahí donde la melodía nos remite a ese descapotable en que “Thelma y Louise” atraviesan el Sur de los Estados Unidos, con el viento de frente y el cielo pasando del anaranjado atardecer al negro estrellado, escapando de esa misma monotonía de la que Lucy Jordan quería huir. Las 3 mujeres ficticias terminan abocadas a un inevitable y dramático final…  (Si alguien todavía no ha visto “Thelma y Louise”, film icono de los 90, ¡que corra a por ella!). Lucy Jordan es rescatada de la azotea desde la que piensa suicidarse, por un hombre que la lleva en un “coche blanco” a una institución psiquiátrica, mientras su mente está lejos, circulando por París…

Marianne Faithfull, Mick Jagger
La cuarta protagonista femenina (esta vez de carne y hueso) redondea esta historia y redime la trágica letra de Silverstein: Es Marianne Faithfull. La cantante inglesa, que inició su trayectoria musical en los 60 y fue pareja de Mick Jagger (con quien compuso 'As tears go by' o 'Sister Morphine'), estuvo ingresada en los 70 en una clínica de desintoxicación. Con una vida antagónica a la de Lucy Jordan, pero que la llevó por ese mismo camino de vacío existencial, rescató este tema en 1979 para el álbum Broken English, regalándonos la mejor de sus muchas versiones. La que escogieron los productores de “Thelma y Louise” y la que escuchamos generaciones después. La que incluye pasajes con sintetizadores y nos hace vibrar con su incomparable voz gutural y rasgada, fruto de una laringitis crónica causada por el abuso del tabaco, la cocaína y el alcohol. La que nos demuestra que es posible rescatarse y seguir adelante a cualquier edad (los 33 que tenía cuando la grabó, los 37 de Lucy Jordan o los 68 que tenía cuando publicó su último trabajo Give my love to London).

E


Marianne Faithfull, La Canción de la Semana


Shhhhhh, silencio!....la canción comienza:

Is this the real life... (Esto es la vida real....)
Is this just fantasy... (Esto es solo fantasía....)
Caught in a landslide  (Atrapado en una avalancha)
No escape from reality...(No hay escape de la realidad....)

Mucho se ha escrito de lo que en realidad significa esta canción, nadie realmente sabe toda la verdad, ni siquiera entre los miembros de Queen que quedan vivos (Brian May, Roger Taylor y John Deacon). Esta canción es 100% producto de la mente y el ingenio de Freddie Mercury. ¿Qué quiso decir Mercury en esta canción?, ¿es una metáfora de su vida?, ¿es una expresión de sus sentimientos más profundos?....quién sabe la verdad, desgraciadamente, Freddie se llevó el secreto de esta genial canción a su demasiado madrugadora tumba, así como el de tantas otras grandes canciones que hubiera podido hacer.


Personalmente creo que esta canción es nada más (y nada menos!) producto de una inmensa y genial inspiración del enorme talento de Freddie, probablemente en su cabeza ideó cinco canciones diferentes pero no encontraba como acabarlas, eran muy diferentes cada una y se le ocurrió ensamblarlas en una sola. El resultado no pudo haber sido mejor: una canción que desde 1975 lleva emocionando y llegando a lo más profundo de casi todas las personas que alguna vez la hemos escuchado (digo casi porque siempre hay alguien que saca los pies del tiesto, hay gustos para todo...)

Cállate Dr P., la canción continúa:

I see a little silhouetto of a man.
Scaramouch, Scaramouch will do you the Fandango...
(quien quiera que lo traduzca)

Pero esta canción, sin duda alguna, es para mi y para muchísima gente una de las 5 o 10 mejores canciones de la historia, y no solo es importante por su incuestionable calidad musical, si no también por ser una canción revolucionaria: hasta entonces no se había hecho nada similar y aunque era una canción que, en un principio, no contó con el apoyo de las discográficas (vaya ojo clínico que tienen a veces...es lo que hace mirar solo por el monedero y no por el talento), sí que contó con el apoyo del público, a pesar de que por su dificultad técnica hizo que fuera muy difícil interpretarla en directo.

También fue revolucionaria porque Queen utilizó el vídeo para poder expresar otras cosas artísticamente, digamos que complementaron a la canción, y  aunque ya se habían hecho videoclips promocionales antes, el éxito de esta canción, unido con el éxito de su vídeo de promoción hicieron que a partir de entonces se generalizara el hacer vídeos de cada single.

Bueno, me callo definitivamente porque la canción termina y al final solo queda aplaudir y rendir una reverencia a semejante "Pedazo canción, bro!!!"

Nothing really matters, (Nada importa realmente)
Anyone can see, (Cualquiera puede ver)
Nothing really matters, nothing really matters to me, (nada importa realmente, nada importa realmente para mi)
Anyway the wind blows....GONG!!! (De todas formas el viento sopla....)


Dr. P

Royal Blood, Blood Hands, logo, concierto, Madrid, Barcelona
Dice mi sabio y a la vez amigo kboy que le ganan para la causa esos tríos potentes en los que una guitarra, un bajo y una batería valen para sonar sólidos y rotundos. Suelo estar de acuerdo con él, y esta vez no es una excepción. Pero aquí me gustaría añadir una variante personal. A mí los que me ganan, de corazón, para la causa son los dúos potentes no, potentísimos. Me asombra como sólo dos personas sobre el escenario pueden enganchar al público de esa manera o cómo sólo dos músicos con su habilidad consiguen sonar en un disco infinitamente mejor que algunas bandas con tantos músicos que ni caben en un CD o en un escenario. Dúos conocidos, como, por ejemplo The Black Keys, pero existen otros más minoritarios y con tanta calidad como ellos como los franceses The Inspector Cluzo.

Royal Blood, concierto, Madrid, Barcelona
Junto a ellos, desde el año pasado, viene pisando muy fuerte el fenómeno conocido como Royal Blood. Estos dos chicos llegados desde lo más profundo de Inglaterra han pegado desde que sacaron su primer single "Out of the Black" y su primera cara B "Come on Over". Apadrinados por un valor seguro como los Arctic Monkeys, su sonido no ha parado de crecer en poco más de un año, llegando a tocar, en Festivales de la talla de, ojito, South by Southwest o Glastonbury y más humildemente y en tierra patria, el DCode del año pasado, donde cuentan los que allí estuvieron que lo reventaron. De hecho, si acercas tu oído al césped de esos campos de rugby todavía se oye retumbar el "Figure it Out".

Con estas credenciales aterrizan de nuevo en España. Tras recolocar sus conciertos por enfermedad, llegarán a la Sala Apolo de Barcelona el próximo 31 de Marzo y el 1 de Abril estarán en La Riviera de Madrid. Para celebrarlo les dedicamos La Canción de la Semana. Podríamos haber elegido cualquiera de las diez que dan nombre al disco homónimo de la banda. Pero nos quedamos con "Blood Hands". Una canción que recoje la esencia de Royal Blood.

Esencia que se refleja en ese arranque en solitario del bajo de Mike Kerr al que acompaña luego con su voz. Que sigue con esos movimientos sobre las cuerdas para que aparezca la batería de Ben Thatcher y acompañe envolviendo toda la canción. Un envoltorio del que se sale por momentos la voz de Mike para acompañar las notas de un bajo que suena con un estilo que nos recuerda a esas grabaciones sucias hechas en los garages más oscuros de Inglaterra, al blues propio de una guitarra pero que aquí sostiene el bajo a la perfección, al grunge que nos llegó en los noventa del otro lado del océano. En definitiva a una mezcla que acaba por dar un estilo propio, diferente. El estilo Royal Blood, marca registrada.

J&B



Desde hace unos años siento una pasión reverencial por Nick Cave. El australiano combina como pocos letra y música, formando en cada tema una amalgama de sensaciones de la que es difícil evadirse.

De su último disco, Push the Sky Away (2013), yo me quedo con este blues poético de letra surrealista y desgarradora. Un tema que, si cabe, en directo se vuelve mucho más envolvente, incluso descarnado.

Un viaje a Ginebra como hilo conductor, árboles en llamas, Robert Johnson tratando de engañar al diablo una vez más, Miley Cirus  flotando en una piscina (no deja claro si boca arriba o boca abajo)... estos son sólo algunos de los elementos que podemos encontrar en este desconcertante tema.

Es de esas canciones que escuchas una vez tras otra y cada vez le encuentras algo nuevo, algo que te hace volver a escucharla una vez tras otra. Y encima resulta que leyendo una entrevista descubro que la grabaron en una sola toma: 'nació con un loop. No un loop, sino algo sobre lo que improvisamos en el estudio y que solíamos usar como fondo musical y sobre el que yo cantaba. Yo tenía algunas letras, más largas de lo que han acabado siendo.'

Parece ser que las grandes historias o salen a la primera, o no salen. Y es que la música, además de un conjunto de corcheas y semifusas, tiene ese componente mistérico que hace que se convierta en algo especial en nuestras vidas.

Especial, sobre todo, cuando se comparte.

FROM HELL


Higgs Boson Blues, Nick Cave
 
Niños en Woodstock '69


Siempre me ha fascinado el primer festival de Woodstock. Quién sabe lo que pudo cambiar mi vida aquella cinta VHS salida de no recuerdo dónde, en la que estaba grabado el documental 'Woodstock, 3 días de Paz y Música' de Michael Wadleigh.

Aquel recorrido visual por el festival más icónico de la historia fue para mí como una ventana abierta a un mundo que hasta entonces desconocía y que acabaría, quién me lo iba a decir, por conocer bastante bien. Digamos que viendo aquellas imágenes me inventé alguna que otra "regla de oro" que me serviría en el futuro y se me abrió la mente a mil maneras de hacer las cosas de otra forma, más "natural". Podemos decir que de ellas nació una joven generación de festivaleros en potencia, la mía, la nuestra. Nació como nace un niño a un mundo nuevo, con los ojos bien abiertos, viendo al principio sólo en blanco y negro para que el color no distraiga de apreciar detalles y texturas, y para luego poco a poco ir incorporando el arco iris a nuestras vidas. Festivaleros con su propio código, que va mucho más allá de ir a festivales y desbarrar.

Prácticamente se podía sentir a través de una tele de las viejas el amor y el deseo de paz y felicidad y, por supuesto, la utopía que flotaba sobre las cabezas de aquellos cientos de miles de personas que allí se dieron cita para formar toda una ciudad de la nada, durante 3 días. Y esas cosas se sienten o no, da igual lo Full HD 3D 4K  con que te las envuelvan.

Y por supuesto descubrí la pureza ingenua de aquella música y a muchas bandas que por entonces ni me sonaban y seguramente hubieran tardado mucho en sonarme.

Allí, entre los Jefferson Airplane, Richie Havens, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Grateful Dead, The Who, Ten Years After, Santana... entre todos ellos, digo, quizá de lo que más me impactó fue ver a John B. Sebastian  cantando 'Younger Generation'. Antes de subir al escenario, por los altavoces llamaban a un tío del público para que acudiera al backstage porque su mujer estaba allí dando a luz! Me parecía increíble, en un sitio como aquel!

De hecho en Woodstock '69 hubo varios nacimientos, en el propio festival e incluso en los aledaños o de camino. Y muchísimos niños asistieron al festival con sus padres, algunos prácticamente recién nacidos, como muestra el vídeo. Una generación perdida para algunos, libre y capaz de todo para otros, pero sin duda una chocante visión a día de hoy, en que las burbujas de aislamiento parecen práctica obligada.

Si les hubiéramos preguntado a aquellos niños qué significa la palabra 'free' nos hubieran dicho que 'libre'. Ahora probablemente nos dirían que significa 'gratis'.


Pues bien, a aquel niño que estaba naciendo al mundo durante su concierto, John le dedicó esta canción que hoy os presento y que me quedó grabada.

'Younger Generation' habla de la eterna lucha entre generaciones, vista desde un punto de vista un poco hippie, está claro, pero con trasfondo universal.

Hijos y padres peleando cada uno por cosas obviamente diferentes, e intercambiando papeles generación tras generación. Mientras los hijos piensan que sus padres no entienden nada, ellos transforman sus preocupaciones en dibujos animados para los peques.

Hijos que experimentan con la vida y padres que intentan contarles todo lo que un día hicieron y aprendieron por si les sirviera de algo, sabiendo que aun así los hijos meterán los dedos en el ventilador, a ver qué pasa. Padres que se dicen a sí mismos: deberemos ser permisivos y tratar de entender a la generación que acaba de llegar.

Y luego, hijos que llegan a ser padres, olvidando algunas de esas "reglas de oro" que un día inventaron y prometieron enseñar a la siguiente generación, y se ponen verdes  ante situaciones que ellos mismos pasaron hace tiempo.

¿Puede significar esto que no son capaces de vivir de acuerdo a lo que un día soñaron?

John termina diciendo que no, que 'eso no es cierto porque en realidad estamos viviendo esos sueños en este momento'. Y que así siga siendo.

kboy


P.S. Por cierto, en aquella cinta también salía un jovencísimo Joe Cocker, al que yo ya conocía algo más mayor por alguna banda sonora ochentera. En su recuerdo y en el de otros que se fueron, y a la salud de quien acaba de llegar, va esta canción.


Lo reconocemos, Festivaleros! somos fieles seguidores de Cachitos (de Hierro y Cromo). Un programa musical que tiene su ventana en La 2 de TVE todos los domingos por la noche a eso de las diez de la noche. Qué recuerdos de La Bola de Cristal, Tocata, No Disparen al Pianista y demás especiales musicales con los que antes nos deleitaba la Televisión Pública! Y es que echamos de menos que ahora, con tanto canal de televisión, sea tan difícil encontrar un programa musical de calidad. Menos mal que nos queda ese pequeño reducto que son los Conciertos de Radio 3! Por cierto, que reservamos para otra Canción de la Semana esos Cachitos de Hierro y Cromo, En un Mercedes Blanco de Kiko Veneno. Otro de esos temazos que nos encantan.

Perlas Ensangrentadas, Alaska, Dinarama
Pero hoy, nos quedamos con otro temazo. Desde hace una semanas, hay una letra que machaca repetidamente la mente festivalera. Son esas 'Perlas Ensangrentadas... Flores Pisoteadas...', frase de una de esas canciones que marcaron La Movida. Sus padres son Carlos Berlanga y Nacho Canut, dos auténticos monstruos y referentes de todo lo que sucedía en aquel Madrid que hacía temblar los cimientos de la sociedad "de orden" de la época. Su madre adoptiva es una Alaska omnipresente durante esos años y que le da ese toque glam y gótico a una letra y una melodía que le viene como un guante a sus registros.

El complemento perfecto a una canción tan emblemática es el vídeo rodado por Manuel Huerga para el programa de TV 3 Estoc de Pop (con el que hemos empezado esta Canción de la Semana). Una auténtica historia que complementa perfectamente a la letra de la canción. Rodado en blanco y negro, con encuadres y planos rompedores para la época, es el reflejo de que la creatividad cuando aparece hace mejorar las cosas buenas.

Perlas Ensangrentadas, Deluxe, Xoel López
Pero hoy La Canción de la Semana tiene truco. Porque no es una, sino dos. Y es que 'Perlas Ensangrentadas', además de ser una canción bandera, también ha sido una de las canciones más versionadas por grupos y cantantes de todo tipo de pelaje y estilo. De todas esas versiones, hay una, descubierta y magnificada precisamente en Cachitos, que hace justicia a la original e incluso, por momentos la supera. Es la que nos regala Deluxe, proyecto musical y alter ego del gallego Xoel López.

La voz tan característica de Xoel, con ese grito al ritmo de Flores, su toque eléctrico, con un ritmo absolutamente distinto al original y, especialmente, el sonido de los vientos, la hace ser uno de esos cover que por sí mismos cobran una entidad propia. Su actuación en Ipop fue el descubrimiento. Pero nosotros hemos buceado un poco más y nos hemos encontrado una actuación absolutamente memorable en La Riviera (allá por el año 2007) con la que ponemos el punto y final a La Canción de la Semana.

J&B


23 años separan la inicial de esta otra. Una canción, dos versiones. Con cuál te quedas?
Ajo, Micropoema, Boamistura, Leiva, Rayden, Madrid, te comería a versos
Hoy La Canción de la Semana está dedicada a todos aquellos que intentan llenar de color nuestro mundo, aquellos que nos dan un poquito de luz en esas mañanas oscuras, aquellos que nos regalan una sonrisa cuando todo parece ponerse en contra, aquellos que, en definitiva, ofrecen su arte y su talento para el disfrute de la gente de una manera desinteresada.

Rayden, Ajo, Leiva, Boamistura, Madrid, te comería a versos
Bajo esas premisas se puede entender un movimiento como el de Boa Mistura que desde el 2001 ponen en práctica su nombre, Buena Mezcla, en espacios públicos por todo el mundo. Sólo ellos han conseguido Ser Luz en Panamá, Amor y Vida en Georgia, dar Luz a las Callejuelas de las Favelas de Sao Paulo, descubrir los Diamantes en Sudáfrica o llenar de Luz Madrid (entre otros muchos proyectos).

Y es precisamente en la capital donde nos quedamos, allí donde se encuentra el Corazón de Boa Mistura, esa ciudad que los ha unido, los ha visto crecer y a la que quieren devolverle parte de ese encanto que parece que algunos se están llevando, a través de su último proyecto: Madrid, Te Comería a Versos. Un proyecto que, como ellos mismos han definido, se trata de "un acto de amor de artistas y poetas por nuestro querido Madrid".

Plano, Ajo, Leyva, Rayden, Boamistura, Madrid, te comería a versos
Para ello, han contado con la colaboración, el talento, el trabajo y el esfuerzo de tres poetas que han donado desinteresadamente su arte al proyecto. Se trata de Rayden, Leiva y Ajo. Suyas son las frases que se leen en el asfalto de Madrid desde hacen unas semanas. Porque este proyecto hermana aún más el arte plástico con la poesía o la música. Sólo así se entienden frases de canciones como: "A veces reirse es lo más serio", "Duerme menos y sueña más", "Perdona rápido, agradece lento" o el "Te comería a versos" que inspira el título de este proyecto. Frases todas del Alcalaíno Rayden. Son sólo un ejemplo. Si buscamos entre los micropoemas de Ajo podemos encontrar: "Esto supera la ficción, debe ser la realidad", "Me quitas un beso de encima" o "Cerrar los ojos y dejarse llover". Finalmente, también pisamos, fotografíamos y sonreímos con frases como: "Magia en las pisadas...", "Mi alma la tripula el viento de tu respiración", "Todos tus pasos son mis alas", de un Leiva que además le pone banda sonora al proyecto con su "Madrid, Te Comería a Versos" que es hoy La Canción de la Semana.

Un alegato para descubrir Madrid. Para buscar por sus calles esas 33 frases sueltas con las que te encuentras en un paso de peatones, en un cruce de caminos, en una esquina. Porque Madrid tiene cielo, sí, y de él se ha hablado mucho, pero también tiene asfalto. Y desde hace un tiempo, caminar por Madrid puede llenarte de color tu mundo, puede darte un poco de luz a tu mañana, puede provocarte una sonrisa. Madrid es arte, es talento y es, le pese a quien le pese, una ciudad con inquietudes, con artistas que aman sus calles y su gente y que están deseando gritarlo bien alto... Madrid, Te Comería a Versos.

J&B

Todas las imágenes y la Información sobre el Proyecto la tenéis aquí
Pd. Corre el rumor de que por las calles de Barcelona también están apareciendo frases misteriosas en los pasos de peatones...

Brrrr... Qué frío!!! Sí, parece, queridos amigos festivaleros, que el otoño (o lo que es peor, el invierno) ya están aquí. Ha tardado. Nos ha respetado. Casi no nos ha llovido (casi). Hemos tenido calor, cielos despejados y noches a la luz de la luna para disfrutar de un verano pleno de música. Ahora, como buenos festivaleros nos toca hibernar en las salas. Nos toca buscar el calor de la gente a la luz de los focos. Refugiarnos cerca de la barra lateral en la que siempre hay cerveza y desde la que miras el escenario a escasos metros de distancia.

Seven Nation Army, Jack White, The White Stripes, Roskilde
Pero con nosotros se vienen todos esos momentos que hemos vivido en cada concierto, en cada festival, en cada rincón donde se escuchaba música. Recuerdos que nos han vuelto a licenciar en el arte del festivalero. Un año más expertos. Un año más, nuestro estómago ha demostrado seguir con el hormigón bien armado sin resquebrajarse. Un verano más, nuestro sombrero festivalero ha sobrevivido a pogos, bailes, congas, brindis y fotos. Eso sí, habrá que ponerlo en remojo para que vuelva a recuperar su color.

La lista de grupos escuchados es interminable (difícil no dejarse a alguno). La de descubrimientos también ocupa varias líneas y, como no, la de decepciones también tiene su apartado. Es inevitable no sonreir un poquito pensando en tantos y tantos conciertos desde aquel principio de mayo cuando inauguramos la temporada con el Viñarock (siempre el Viña) hasta este final de octubre que lo cerrábamos con el BIME (cada vez más consolidado). De uno de los veteranos a uno de los críos.

Seven Nation Army, Jack White, The White Stripes, RoskildeEl efecto F! sigue creciendo. Cada vez somos más los infectados por el virus del festivalero dispuestos a continuar este legado. Las salas prometen música de la buena. La primavera sacará de nuevo los escenarios y el verano que viene promete ser intenso. Mientras algunos festivales empiezan a engrasar la máquina y lanzan las primeras confirmaciones entre campanillas, hoy, desde La Canción de la Semana queremos homenajear a todos y cada uno de esos Festivaleros que este verano han plantado su tienda, se han puesto su sombrero y durante unas horas o unos días se han olvidado de todo y han decidido ser felices escuchando y bailando música.

Para todos ellos va dedicada este Seven Nation Army, canción con la que Jack White recordó a sus White Stripes y que cerró Roskilde 2014. Fue uno de esos momentos que hay que guardar ahora que viene el frío. La locura hecha canción. Miles de personas enganchadas a unas notas magistralmente tocadas por la mano del de Detroit. Cuando creíamos que no la iba a tocar, que no quería recordar su pasado con los Stripes, que iba a terminar su concierto, fue en ese momento cuando se hizo el silencio, cambio el ritmo y desató uno de esos instantes de felicidad que sólo se entienden cuando los has vivido.

Por momentos como ese y por todos los que nos quedan por vivir y por contar: "...every single one's got a story to tell everyone knows about it from the queen of england to the hounds of hell and if i catch it coming back my way i'm gonna serve it to you...". Esta Canción va para todos vosotros... Festivaleros!

J&B

Y si queréis disfrutarlo, os dejamos el Concierto completo de Roskilde Festival 2014
Malos Tiempos Para la Lírica, Golpes Bajos, Germán Coppini, La Canción de la Semana
Cuando Germán Coppini escribía esa frase de "Malos Tiempos para la Lírica" allá por 1983, seguramente no podía imaginar la vigencia que iba a tener año tras año hasta llegar hasta nuestros días. Pero vamos por partes... Nos montamos en el Delorean y viajamos más de tres décadas al pasado. Estamos a principios de los ochenta, la movida empieza a ser una realidad. Un movimiento que sacude todo el país de Madrid a Vigo pasando por Bilbao, Barcelona o Valencia. Una sacudida en la cultura que, aunque algunos se empeñen ahora en desacreditar, superó a intereses políticos y vió nacer a decenas de artistas de los pies a la cabeza.

La capital es un hervidero y su semilla empieza a florecer en una Terra Galega siempre dispuesta a salirse de la norma escrita. Por allí encontramos a un inquieto Germán Coppini, dando guerra con Siniestro Total hasta que un botellazo en la Sala Zeleste de Barcelona lo manda al hospital. Allí Germán se recupera física y mentalmente. Tumbado en su cama de hospital decide contactar con un antiguo compañero de instituto, Teo Carralda. Nacía así Golpes Bajos.

Germán Coppini, Golpes Bajos, Malos Tiempos Para la Lírica
Germán compagina los dos grupos pero es con Golpes Bajos con quien da rienda suelta a todo su mundo interior. Son tiempos para no descansar, para crear, para tocar, para vivir. Curiosamente, buenos tiempos para la lírica. Y es en ese contexto donde escribe cosas como "El azul del mar inunda mis ojos, el aroma de las flores me envuelve, contra las rocas se estrellan mis enojos y así toda esperanza me devuelve".

Es sólo una de las tres estrofas que tiene la canción. No necesita más. Doce versos que condensan muchas de las cosas que se le pasaban por la cabeza a Germán. Y junto a ellos una frase que firma su epitafio, Malos tiempos para la Lírica. Un pensamiento que se nos vino a todos a la cabeza cuando la fría mañana de Navidad de 2013 nos enterábamos de que se había ido.

Unos meses después, su recuerdo sigue vigente, especialmente cuando uno pasa las páginas del períodico o se sienta delante del televisor a ver cómo saltamos de esperpento en esperpento en forma de noticia o pseudonoticia. Germán, cuánta razón tenías! Sin ninguna duda son Malos Tiempos Para la Lírica.

J&B

Malos Tiempos Para la Lírica by Golpes Bajos. Uno de sus primeros directos
 Hemos sabido volver a encontrar...  Podía haber sido Calle Luna o El Libro de los Abrazos o Mentira Polítika pero, de todos los temas de estos fenómenos barceloneses, el favorito de los festivaleros que participaron en nuestro concurso La Rockola con Che Sudaka y MéditerranéO' fue Todo Vuelve.

Fue lanzada en 2007 formando parte del álbum Mirando el Mundo al Revés, un disco deslumbrante, bastante bien recibido por la crítica y, por supuesto, por el público. Aparecía en uno de los momentos climáticos de la banda e iba acompañado por un DVD que contenía un excelente documental de Marta Pujol, que se llamaba como el disco y del que os hablaremos un día en nuestro apartado Festimovies, porque es un filme clave para entender la vida de los músicos en esa Barna de principios del siglo XXI.

En lo musical, este disco tenía la particularidad de ir muy bien arropado por colaboraciones de colegas artistas como Karmelo Santo, Selector Matanzas o Amparanoia, con quienes precisamente atacan esta inolvidable Todo Vuelve.

Si me pregunto por qué nos gusta esta canción a los festivaleros y rockoleros, me contesto que tal vez es por ese punto en el que le lleva la contraria a esa máxima del maestro Sabina que dice que "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". Todo vuelve. Si hubo un tiempo que fue bueno, si hubo un tiempo de alegría, si hubo vida, sé que un día volverá. Como la marea, que sube y baja, como las fases de la luna, como la sonrisa... Nos gusta tener la esperanza de poder a volver a tomar aquel tren que pensábamos haber perdido, de volver a sonreír cuando nos invade la tristeza, de revivir los mejores momentos con personas o en lugares que creíamos que nunca volveríamos a ver, de sentir de nuevo aquellas cosas que pensábamos enterradas o destruidas en la batalla de la vida. Donde Sabina, nos dice que no hay que provocar el recuerdo sino preservarlo intacto y nunca intentar revivirlo, Todo vuelve nos deja un mensaje más optimista: el recuerdo de las cosas buenas hay que conservarlo porque servirá, algún día, para intentar reconstruirlas.

Así que, esperanza hermanos, stay in the game, que todo vuelve, como los festivales cada año y los festivaleros a ellos, como los artistas a nuestras ciudades y la música a nuestros corazones... como Che Sudaka a las orillas del Garona, un día en Rio Loco, otro día en MéditerranéO'.

Y arriba la vaina!!

Dr. J