The Black Crowes sobrevolando Kobetamendi
Después de todo aquello nos merecíamos una dosis de musicote del bueno. Por suerte, ahí estaban The Black Crowes para sacarnos del muermo. Y los hermanos Robinson no decepcionaron.
Los señores Rich Robinson y Luther Dickinson nos elevaron con sus guitarras al séptimo cielo de los rockeros, con un sonido auténtico, fraguado en la carretera, que hace pensar en un desierto interminable y un sol abrasador . Chris Robinson, los brazos arqueados, el alma transmutada, sobrevolando al público del Kobetamendi, Hard to Handle se escapa como quién no puede contener tanto talento. Jealous again, Poor Elijah derivan y se enredan en el aire, notas metálicas que navegan en bucle hacia la ría. Parece que nunca fuimos tan felices y, sin embargo, con un rugido unísono nos ganamos un Remedy en el bis que nos sabe a gloria sureña. Al final del concierto nos tambaleamos de vuelta a nuestros cuerpos y con los ojos alucinados nos decimos que, con el permiso de Coldplay, acabamos de ver a la mejor banda de todo el festival. Dicen que piensan separarse al final de esta gira. Una lástima. Si eso ocurre, esperaremos con impaciencia su siguiente resurrección y entre tanto nos conformaremos con la huella indeleble que dejó en nuestra memoria su paso por el Bilbao BBK Live 2011.

Dr. J

Probablemente, la mejor banda del BBK Live 2011







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