Abingdon School
He dejado el Delorean aparcado entre unos árboles del Albert's Park, tapado con unas ramas, bien escondido. Estoy en 1986, en el parque industrial del Támesis, situado en una localidad al sur de Oxford llamada Abingdon. Es la tarde de un viernes invernal. El pequeño camino que lleva a la escuela de Abingdon está completamente desierto, flanqueado por casas bajas de ladrillo y unos arboles escuálidos y medio pelados. Al doblar la esquina me cruzo con un anciano embutido en un anorak gris sobre un jersey azul pálido.  Excuse me... Me mira de soslayo bajo su visera gris a cuadros y me indica con desgana como puedo encontrar la puerta de la escuela. Es una escuela exclusivamente masculina y típicamente británica.  En la entrada, el conserje levanta la cabeza del crucigrama y me hace un gesto interrogativo. Le explico que estoy buscando a Thom Yorke. Estará en la sala haciendo ruido con sus amigos, como cada viernes. Después de recorrer varias veces la misma docena de pasillos, caer en dos ocasiones en la silenciosa biblioteca y subir y bajar todas las escaleras del edificio, sin cruzar un alma que pueda ayudarme en mi búsqueda, encuentro por casualidad la sala en la que ensayan los chicos de On a Friday. Se han llamado así porque es el único día en el que el colegio les presta a regañadientes el local para poder tocar. Cuando intentaron usar la sala en un día diferente del habitual, el director les envió una factura en concepto de alquiler de instalaciones escolares. Por suerte, la protección de su profesor de música los ha mantenido vivos. Están tan concentrados en lo que hacen que ni siquiera se han dado cuenta de mi presencia. Distingo perfectamente a los cinco: los hermanos Greenwood, el intuitivo Collin al bajo, sobrevolando quien sabe qué sueños, y John en donde haga falta, pero siempre asegurándose de que todo salga como él quiere, con una eficacia casi académica. En la batería, Phil "Perro Loco" Selway, sólido y tranquilo, a pesar de su sobrenombre, la roca en la que se apoyan todos los demás. Ed O'Brien, discreto pero incontestable guitarrista, despuntando un virtuosismo que algún día lo va a llevar a la lista de los cien mejores guitarristas según la revista Rolling Stones. Y por último, Thom Yorke, el cantante y líder del grupo, con su gesto enigmático tan característico, vestigio de su parálisis facial congénita, que le confiere un aire de visionario empecinado.

On a Friday/Radiohead
Están ensayando para su primera aparición pública, que tendrá lugar dentro de unos días en un conocido pub de Oxford: The Jericho Tavern. Parecen preocupados, tal vez porque están nerviosos por esa primera actuación o quizás por la incertidumbre de no saber lo que ocurrirá al año que viene, cuando se tengan que separar y dejar Abingdon para ir a la Universidad. Me gustaría acercarme y decirles que no tienen que preocuparse, que el destino va a encontrarse con ellos en la Taberna de Jericho, donde en unos días van a conocer a sus futuros managers, los mismos que los llevarán a firmar con EMI y grabar esa fantástica Manic Hedgehog que ahora titubea ante mis ojos con sus vertiginosas aceleraciones. Querría contarles que se seguirán viendo y tocando cada viernes hasta acabar sus estudios y que luego se convertirán en Radiohead, una de las bandas más revolucionaras y más influyentes de finales del siglo XX y principios del XXI. Me encantaría tararearles Creep, que iba a ser su primer éxito y explicarles que lo pondrían en un fenomenal álbum debut llamado Pablo Honey en 1993 y que, aunque al principio a la gente de su tiempo le iba a costar entenderlo, se convertiría en un clásico de la música de los 90. Les daría la enhorabuena por Ok Computer, considerado por muchos uno de los mejores discos de la historia, al menos de donde yo vengo, y les agradecería de corazón Karma Police y Paranoid Android y la conmovedora No Surprises y tantas canciones que han llenado mi reproductor MP3 y algunos de los mejores momentos de nuestras vidas... Pero no puedo hacerlo para no causar una paradoja espaciotemporal y porque explicarles ahora mismo lo que es un MP3 podría provocarles un shock del que tardarían semanas en recuperarse. Me tengo que morder la lengua y dar media vuelta, desandar lo andado y volverme al Delorean y al 2011, con la esperanza de verlos al año que viene en Bilbao en el apoteósico BBK live 2012 que se está preparando, y que será recordado por las generaciones venideras como aquel día en el que Radiohead se subieron al escenario del mítico Kobetamendi.

Dr. J



La séptima edición del BBK Live tendrá lugar del 12 al 14 de julio.  Las entradas salen a la venta el 14 de diciembre: Bono de 3 días con derecho a acampada a 85€ más gastos, con descuentos para clientes BBK y compras con Bono Kultura.


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