Se han subido al escenario para celebrar el vigésimo aniversario de su Black Album. Y todavía resuenan los ecos de su paso por Lisboa y Madrid. Metallica han rejuvenecido para demostrar que no se han olvidado de sus orígenes. La evolución del grupo, especialmente después de este disco es más que discutible. De hecho, algún día, puede que expongamos aquí la teoría que Festivaleros! tiene sobre algunos grupos como ellos.
Pero si un album refleja el espíritu del grupo es esa portada en negro, su nombre en una esquina y esa serpiente a punto de atacar lo que se acerque a sus dominios. Y si una canción encierra el espíritu de Metallica es Enter Sandman. Cinco minutos y medio que nacieron de un riff de guitarra y que son un catálogo de porqué el grupo mantiene esa legión de camisetas negras incondicionales: la voz rasgada, las guitarras de fondo y la contundencia del conjunto. No deja indiferente a nadie.
Hace veinte años, esta canción era lo primero que te encontrabas cuando te manchabas los dedos al pasar las hojas negras del Black Album. Dos décadas después, Enter Sandman cierra, en directo, el recuerdo a aquel LP. Un directo que todavía no he podido disfrutar y que no pierdo la esperanza de ver. Los idus festivaleros han sido caprichosos y quizá por eso no pierdo la esperanza de que, una isla mágica en medio del Danubio, me permite cumplir uno de mis sueños de juventud.
J&B
Así sonaba Enter Sandman, 20 años después en el Sonisphere 2012
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