Después del merecido descanso nos disponemos a afrontar otro dia Sziget con las pilas cargadas. Todos los cacharritos que nos ayudan a registrar lo que ocurre en la isla también necesitan cargarse y cualquier enchufe es bueno y la isla nos muestra los escondites de algunos.

La música no para en nuestras cabezas y vamos de un lado a otro bailando, pero oficialmente hoy empieza con The Roots en el Main Stage. Cuando llegamos The Roots se han transformado en Anti-Flag y nos unimos al circle pit para tirarnos por encima la primera, bueno la segunda, cerveza del dia.


Caro Emerald nos pone la banda sonora de la comida, con la noria, the Sziget Eye, vigilándonos. De postre, el mejor mojito de la isla y con las fuerzas a tope tiramos a ver a Muchachito Bombo Infierno. Ver a grupos de casa en tierras tan lejanas consigue reunir a gran parte de la troupe spanish a pie de escenario pero tambien te das cuenta que cuando lo que haces transmite, dan igual idiomas y solo queda la música. Jairo y sus secuaces, como hicieron Che Sudaka el día anterior, ponen patas arriba el World Music Stage y nos pegan una paliza de baile. Ellos llegaban sin dormir y nosotros llevamos lo nuestro encima, pero alli todo el mundo lo dio todo. Al acabar, un guia de la isla con olor a manzana nos trasporta a la realidad paralela szigetera donde Muchachito pulula todavia con el subidon. Y para relajarse nada mejor que una charla tabernaria con Festivaleros de la que ya os contaremos.


Después de cenar tocan Emir Kusturica y Korn a la vez. La idea sensata para quien le gusta un poco de todo es hacer mitad y mitad y en eso estamos. Pero como de sensatos tenemos bastante poco nos quedamos bailando con Emir porque ningún momento es bueno para dejarlo.



A la una les hemos recomendado a los de Muchachito que se pasen por la escena blues, porque ayer habíamos pillado al vuelo una jam muy guapa. Como la isla es caprichosa, al llegar nos encontramos con una banda de versiones de Rancid, llamada Time Bomb, y después de estos Firkin llenaron de Irlanda el cielo de Sziget. Jairo, Santos, Alberto y compañía, si al final os pasasteis buscando blues y encontrasteis a esos locos húngaro-irlandeses cantando Whiskey in the Jar espero que os molara. Y es que Sziget de impredecible lo tiene...todo.

Y así, siguiendo los caminos de Chuck Norris, la batukada mañanera nos transporta al final de un nuevo dia...o era al principio?

kboy

#szigetpeople



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