Fuera llueve, pero cuando entras en la Sala Cats se nota un calorcillo, algo diferente. Al fondo, pasado el escenario una puerta se abre a otra dimensión. Allí, entre la neblina se escucha la trompeta de Enriquito mezclada con las guitarras de Chiki y Oski. Canteca de Macao y Zulu 9.30 están ensayando las canciones que tocarán juntos poco después. En un momento de pausa, Oski se levanta para venirse con nosotros.
Hace tiempo que no venían por Madrid y esta vez la excusa perfecta es la presentación de este Para Todos los Públicos en el que, el título ya es una declaración, está pensado para que le guste a todo el mundo, tocando muchos estilos, del reggae hasta el country. Todo surgió del anterior disco, sin prisa. Todo lo que a nosotros nos parece curioso y que puede aportar, confiamos en que a la gente también le guste. Y mucha gente ha notado este cambio, nos dicen que las canciones les gustan.
Han estado mucho por festivales en Francia y el Norte de Europa y por fin van al ViñaRock: Encantados, hemos tocado en muchos festivales y se nos resistía el Viña pero este año ya nos anunciaron en el primer cartel, así que con muchas ganas. Allí se encontrarán con algunos amigos con los que han coincidido en la mezcla del disco, los Bongo, Amparo, compartiendo consejos con ellos. Al final es un ir y venir de amigos. Es guay saber que es un punto de reunión además de ser el sitio de trabajo. Y todavía van un poco más allá, lo que sí existe es un vínculo energético entre los grupos
de Barcelona. Cada uno apoya al resto. Son cosas que te ayudan a dinamizar
la actividad. Entre nosotros intentamos hacer que crezca desde dentro.
Grupos a los que el fenómeno del callejeo cada vez les es más difícil de hacer: En Barcelona se está vendiendo una imagen que no es así. En una época quizá sí lo fuera, pero ahora no es la realidad de lo que se está viviendo. Para el que hace números, lo que hacemos nosotros no se puede contabilizar. Ya no sólo se corta en la cultura, también en educación, o en sanidad. Y si no hay dinero para lo material, para algo más espiritual como la música..., imagínate.
Oski pone esa risa un poco melancólica para seguir explicando como están las cosas, hoy en día, nosotros no vivimos de vender discos. La gente no compra discos y la industria es cara. Entendemos que hay que adaptarse. Nos interesa que nos conozcan, que la gente venga a nuestros conciertos y se lo pase bien. Al que le gusta, luego viene al concierto y quiere llevarse un recuerdo. Es una manera de autopromocionarse, de dar para luego recibir. Nosotros nos autoproducimos desde hace mucho tiempo. Y eso es una negociación que hacemos para poder tener el derecho de mostrarnos a la gente como queremos, más allá de contratos que pueden quedar obsoletos. Tienen la ideas muy claras, y algunas soluciones parece que también: Hay muchas salidas, en Europa ya no existe la financiación de los ayuntamientos en conciertos o festis, son iniciativas privadas, con patrocinadores, voluntarios, etc., y esto es una cosa que aquí no ha llegado. Pero esta salida pasa por darle valor a la cultura. El problema es que si desde el gobierno se hace todo lo contrario, no estamos dando pasos para que la mentalidad de la gente se adapte a este tipo de ideas. Sí, lo material tiene que funcionar pero para que eso funcione, tiene que haber algo más y ahí entramos nosotros.
Nos intriga esa forma de entender lo que hacen y queremos profundizar un poco más. Oski y el resto no lo dudan, somos muy de cuidar la música, de no ir a lo fácil. Nos gusta hacer canciones con mensaje, con letra. Cuando uno viene a un concierto es para vivir una fiesta. Nosotros también disfrutamos, es una liberación. Quizá por eso siempre nos dicen que llevamos buen rollo. Y claro, hablando de esto, se nos ocurre preguntarle por el sitio más raro al que han llevado ese buen rollo: Estuvimos en Grecia tocando en el Half Note Jazz Club. Estábamos en una lista con auténticos gigantes del jazz. Y allí acabamos nosotros, tocando mientras la gente cenaba. Fue un poco extraño, pero al final funcionó.
Entre risas y mientras de fondo sigue sonando la prueba de sonido de los Canteca les preguntamos por un día cualquiera en la vida de Zulu 9.30, nos llamamos muchas veces. Hay mucho trabajo siempre. Cada uno se ocupa de una parcela: la producción, la cartelería, las redes sociales, los ensayos, ideas para el directo, los viajes, el merchandaising... Creemos que debemos conocer cada detalle: cómo hacer un videoclip, cuidar nuestra imagen, el sonido, el vestuario... Somos muy puntillosos. Pero es normal, nos gusta lo que hacemos y aunque lleva mucho más trabajo, aprendemos todos.
Poco a poco se han ido sumando todos a la charla, así que ahora que los tenemos al completo es el momento de sacar la cámara de video, aprovechar que Anita y compañía se han tomado un pequeño descanso para hacerles la entrevista festivalera (aquí abajo os la dejamos) en la que las risas son una constante y terminar con un mensaje que queda flotando en el aire... Cuando acabará esta soledad...
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