Cada vez que escucho Pyro de Kings of Leon, su ritmo de avance tranquilo pero continuo me hace pensar  en la carretera. Quiero ver en ella los ecos de la infancia de los hermanos Followill, núcleo y sustrato de esta banda. Su padre, un pastor protestante conocido como Leon, recorrió buena parte de las carreteras norteamericanas, de iglesia en iglesia, llevando tras de sí a su familia, a la que gobernaba bajo  férreas normas religiosas. Una de ellas era que la música actual estaba terminantemente prohibida para los oídos de los Followill, así que los chavales  tuvieron que conformarse durante años con escuchar coros religiosos y, de vez en cuando, tocar el tambor durante los oficios. En 1997 el divorcio de sus padres les cambia la vida de forma radical. Caleb y Nathan se mudan a Nashville en busca de explorar la industria musical y descubren todo lo que les ha sido negado hasta ese momento: Rolling Stones, Lynryd Skynydr Led Zeppelin, Johny Cash y ciertas sustancias que hacen imaginar. En este nuevo universo, cuentan con un guía de excepción: un peculiar personaje, autor y productor musical, conocido como Angello Petraglia.  Dos años después, el tercer hermano, Jared, y el primo Mathew se unen a la aventura y se forman como grupo. Su primer EP se llama Holly Roller Novocaine (2002) y es una primera declaración de intenciones: los chicos del predicador se ponen a la tarea de encontrar un nuevo sonido sureño partiendo de las propias raíces del mismo. El LP que sigue, Youth and Young Manhood (2003), tiene una importante base de rock sureño en la que el garage implanta sus relámpagos eléctricos. Aunque la repercusión en EE.UU. es limitada, en UK supone un bombazo.


Les llueven las etiquetas grandilocuentes: los llaman los nuevos "Lynyrd Skynyrd" o "los Strokes sureños". Pero lo que olvidaban los que trataban de situarlos en un tópico es que los Followill eran unos chicos criados en la carretera y que no pasarían mucho tiempo en los lugares musicales en los que habían comenzado su aventura. 

El segundo albúm Aha Shake Heartbreak (2004)  inicia el camino a la experimentación. El sonido garage sureño sigue ahí, pero lleva una importante dilución de un sinfin de estilos, desde al punk al brit pasando por el glam. El primer número uno en UK llegó con Because of the Times (2007), un álbum que parte de los mismos principios de eclecticismo que el anterior y avanza hacia una cierta codeinización y al toque épico del indie rock de algunas bandas del momento.  

El público estadounidense se resistió a los Kings of Leon hasta el cuarto disco: Only by the Night (2008), que llegó a ser disco de platino en USA y estuvo nominado al Grammy. Más comercial que los anteriores, este álbum contenía Sex on Fire, una de esas  perlas que adoran las estaciones de radio de todo el mundo. Come around the Sound (2010) confirmaba la nueva deriva de la banda hacia la eficacia y se les dejó de comparar a los clásicos del rock sureño para entrar en la liga de U2 y Coldplay. Muchos los han criticado por ello, pero hay que reconocer que al público le gustan más estos Kings of Leon que los de los principios. A los demás, nos queda la esperanza de pensar que siguen siendo nómadas de la música y que uno de estos días volverán a hacer la maleta y nos sorprenderán con otra voltereta musical. Entre tanto, nos quedamos con Pyro y Radioactive, de su último disco y esperamos ver un directo más que prometedor en el monte Kobeta, el viernes 12 de Julio en el BBK Live 2013.

Dr. J

Radioactive by Kings of Leon






Gracias por compartir:

Comenta por favor!

Hay 0 comentarios hasta ahora. Añade algo ;)