Con poca gente en la sala arrancaba el viernes pasado el homenaje que el mítico Hebe de Vallekas hacía al mítico Kurt Cobain en este mes de abril que nos lo robó hace ya 19 años. Los encargados, una banda madrileña que tributa a Nirvana con el nombre de Trick or Treat.

La gente apuraba la buena tarde-noche madrileña en la calle y entraba en la sala poco a poco una vez confirmado que el concierto daba sus primeros acordes y se empezaba a construir el universo nirvanero. Lo primero que llama la atención es que son 4 personas las que hay en el escenario, dos guitarras, al estilo de las últimas giras de Nirvana con In Utero (1993). A mí personalmente me gusta más la formación trío, aunque supongo que será más complicado para ciertos arreglos. La voz del cantante creo que encaja muy bien con las canciones y aunque en la parte musical hay ciertos altibajos, la sensación agridulce y profunda de escuchar a Nirvana en directo se intuye de alguna manera si cierras los ojos o te dejas rebotar en los saltos del tumulto. Así Polly suena íntima, Lithium borderline y Smells Like Teen Spirit desata el caos.

Sonaron todos los clásicos, pero claro, que me digan qué canción de Nirvana no es un clásico. No por nada tienen más recopilatorios oficiales que discos de estudio.

Los tributos están de moda, eso está claro, y hoy en día es fácil que haya varias bandas tributando a la misma. Hay dos caraterísticas en las que me fijo al ver un grupo tributo, la música y la estética (o teatralidad, bien entendida, claro) en relación al grupo original, y por tanto varias clasificaciones. Trick or Treat consiguen aprobar en cuanto a lo musical pero no consiguen que el teatro nos haga ver a los de Seattle en el escenario, como consiguen por ejemplo la otra banda tributo que conozco, Buzz Lovers. Probablemente porque tampoco lo buscan así aunque mi comparación es inevitable.






El segundo grupo de la velada, nos trajo la luz de california hasta el escenario, y llamándose Red Hot Chili Tribu pues ya sabéis a quien tributaban.

Comenzaron con muchos problemas, un bajo que no sonaba (lo cual para tocar canciones de RHCP es un problema muy gordo), muchos acoples...y eso enfrió algo a un público que luego se fue entonando al empezar a sonar el grupo más redondo y sobre todo gracias al colega de turno. ¡Qué importantes son los colegas! En todos los aspectos de la vida y por supuesto cuando tu grupo va a tocar a un garito y no sabes lo que vas a encontrar o cuánta gente te va a ir a ver, lo colegas se encargan de darle vidilla al local, y cuando la cosa no empieza bien, los colegas ayudan mucho a levantar al público haciendo un trabajo desde dentro. Buen trabajo el del rastas que enganchó a la gente al concierto con su entusiasmo.

A partir de ahí momentos de desmelene sobre todo en las partes instrumentales (qué difícl es cantar como Anthony Kiedis eh?), litros que van y vienen y la gente gritando y saltando aunque que todo sonara un tanto regular y bullicioso...


El casi final se acelera con Give it away con la gente de Trick or Treat en el escenario, engorilaos, tocando cada uno lo que pillaba (el guitarrista aporrea los platillos del batera, uno coge una carraca de madera que estaba por ahí, el cantante mete la zarpa en el bajo....) el cantante Kurt coge a hombros al cantante Kiedis, el público sube y baja del escenario, todo el mundo bota y milagrosamente todo sigue en pie. Después de acabar tocando guitarra en suelo por una bandolera rota, Under the bridge pone punto y seguido a una velada divertida que tendría su continuación discurriendo por los caminos de ese Hebe que tanto nos gusta. Caminos que siguen siendo inescrutables...

kboy




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2 comentarios hasta ahora. Añade el tuyo

  1. Vaya sonido malo el de esa noche en el Hebe......, se notaba que no estaba el tecnico habitual de la sala, eso si me lo pase como un enano!!!! :-)

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  2. ..hey les gusta 'QUEEN'? ..desde Barcelona este es nuestro "QUEEN tribute show" Esperamos que les guste!
    saludetes!!

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