FESTIVAL SZIGET BUDAPEST
Este año Sziget Spain ha tenido la gentileza de invitar a Obuda Island a tres festivaleros que han vivido por primera vez la experiencia de la Isla de la Libertad. A través de sus ojos hemos vuelto a vivir Sziget como si fuera nuestra primera vez. Iniciamos una mini-serie con sus testimonios con las palabras que nos ha enviado Joaquinusrexus, un bloggero viajero cuyas aventuras podéis seguir en el blog Ligerosdeequipaje. Para él no sólo ha sido la primera experiencia en Sziget sino también la primera vez en un festival de música. Así vivió su estancia en la isla de Obuda.

Sziget ¿y eso qué es?

Irish Pub en el FESTIVAL SZIGET BUDAPEST
Así comenzaba para mí la aventura. Una propuesta hecha en una noche de fiesta barcelonesa. Con algo de sangre diluida en el alcohol que corría por nuestra venas, tuvimos una idea muy interesante. Nos iríamos hasta Budapest en autocaravana. Un road trip que nos llevaría al famoso festival de Sziget. Encantado con la perspectiva de volver a viajar era fácil convencerme y los festivaleros lo sabían muy bien. En medio de un brindis, con un extraño líquido amarillo similar a la sangre de alien, comenzaba el viaje.

Tras salir de Barcelona llegué hasta Milán, donde dos festivaleros de aspecto imponente me esperaban para evitar que me escapara y me metieron en el coche que nos llevaría a destino. Nuestros pasos recorrieron las tierras de Italia, Eslovenia y Croacia antes de llegar a la capital húngara. Conseguimos los pases, y nos pusimos en la cola para entrar en la Isla. Y todo cambió...

Desde que pisas el puente que lleva a Obuda el ambiente se trasforma. Todo es más relajado, todo es más tranquilo, desaparece el estrés y te sientes extrañamente feliz (y todo esto sin necesidad de sustancias ilegales). La fauna local es la mejor. Gente disfrazada, otros con el pelo pintado, gafas extrañas. Toda una variedad de gente pero todos ellos con algo en común, el buen sentido del humor, el tono amigable y las ganas de divertirse de forma sana. Aquí es fácil conectar con todo el mundo. La música y la gente crean un campo de cultivo donde cada cual saca algo bueno y aporta algo.

Y, por supuesto, está la música. Tanta variedad que es imposible no encontrar algo que te guste. Yo me quedaría con la fuerza de Skunk Anansie, la interesante experiencia de Woodkid y el concierto de Blur donde todos acabamos votando cual peonzas pero, como os decía, no es solo la música.

Sziget Eye en el FESTIVAL SZIGET BUDAPESTPara mí, el festival  pierde algo del encanto el fin de semana. Es cierto que hay muy buenos conciertos pero las hordas de festivaleros que invaden el recinto desde Budapest no tienen el mismo encanto que ese szitizen que vive y duerme en la Isla. El ambiente de relax y de utopía se pierde un poco para convertirse en una macrofiesta, la magia se diluye un poco. Pero bueno, hay que seguir en el flow como dice el Dr J...

Sziget no ha sido sólo un oasis dentro del dia a día, es una gran experiencia de aprendizaje. Aquí consigues tener una nueva perspectiva de cómo pueden ser las cosas. Dejas de lado prejuicios y ves que es fácil relacionarte con todo el mundo y compartir experiencias (aunque hay que reconocer que la cerveza lo hace todo más fácil).

Después de semejante experiencia festivalera eres un poco más sociable. Comienzas a entender que, dentro de cada persona, puede haber un szitizen. Alguien con quien hablar y reírte un poco. La vida puede ser un poco más "Don´tworry, be happy"... y además está la música.

Joaquinusrexus

Baloon Party en el FESTIVAL SZIGET BUDAPEST

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