Vetusta Morla Inspira y Pone la Música a la Última Aventura Gráfica de Delirium Studios

Todo surgió cuando Arturo Monedero se encontraba tomando cañas con unos amigos. Una canción de Vetusta Morla comenzó a sonar en el bar. Él, fan de la banda y game designer de la compañía Delirium Studios, tuvo la idea de desarrollar un videojuego inspirado en las canciones de los madrileños. Nada más llegar a casa les escribió un correo electrónico.

Los Ríos de Alice, presentado en el Museo Guggenheim dentro de la programación del Fun & Serious Game Festival, es hoy un sueño hecho realidad que ya se puede encontrar en los markets de Google Play y Apple Store por 4,50 euros. También lo es la edición del CD con la banda sonora del juego que podemos encontrar en las tiendas. El juego narra la historia de una niña que, cada vez que se queda dormida, se adentra en un enrevesado mundo de fantasía donde debe vencer a miedos tales como la envidia o la pereza. Un entorno hostil donde no confía en nadie y plagado de complicados puzzles. Su meta, cazar cuatro libélulas con las que desvelar el misterio de un enigmático colgante.

Como “punto de partida estético” y musical para el juego, el estudio tomó, precisamente, una canción homónima a la aventura gráfica compuesta para el proyecto benéfico Super Nanas. Un tema de sonidos naifs que se adaptaba a la perfección a la imagen incolora y frágil del personaje de Alice. Juanma Latorre, guitarrista de Vetusta Morla y único miembro de la banda que asistió a la presentación, admitió que a pesar de que no era la clase de música que el grupo acostumbra a componer, fue esta grabación lo que originó toda la banda sonora del videojuego. “No hubiésemos hecho una música así si no hubiésemos hecho Los Ríos de Alice. Ahora, esta referencia puede volver a nuestra música en cualquier momento”.

La nana de Alice inspiró las nuevas canciones, y durante la producción del juego se creó una inercia que acabó revirtiendo de nuevo en la propia música. Las creaciones inspiraron otras nuevas. Así, los seguidores más fieles a Vetusta Morla podrán reconocer algunos de sus temas según se desarrolle la historia. Aunque no será fácil. Se han modificado los tempos, los instrumentos y se han eliminado por completo las letras que, según Latorre, “se hubieran cargado la magia del juego. Es todo muy onírico”.

El guitarrista rememoró el momento en que apareció el proyecto en la bandeja de entrada de Vetusta. “Llegó el e-mail y dijimos: ¿Qué rayos es esto? Estábamos muy sorprendidos, lo que dio paso a la intriga”. Fueron cuatro ilustraciones de Ane Pikaza -quien posteriormente se encargaría del dibujo al completo de la historia- metidas en una bonita caja de madera las que terminaron de animar al sexteto a embarcarse en esta aventura gráfica. “Tenía un cuadro de Ane en casa, y cuando empecé a visualizar todas las escenas que íbamos a mandarles a Vetusta, entendí que tenía que ser ese tipo de ilustraciones”, sentenció Monedero.

Aunque el juego en apariencia pueda parecer infantil, sus creadores admitieron que no han querido ponerles las cosas fáciles a los usuarios. “Hemos querido putearos un poquito”, bromeó el creador de Los Ríos de Alice, “queríamos que el juego fuese difícil, un desafío. Mucha gente se lo acaba por el hecho de haber pagado”.

Una aventura no solo difícil con respecto a su jugabilidad, sino también en cuanto a su construcción. Aquí, cada uno puede tomar las decisiones que quiera, no se sigue una línea fija, y cada espacio del juego se corresponde con una estrofa distinta del cancionero de Vetusta Morla. Partiendo de este planteamiento, el equipo tardó un total de tres meses en escribir el guión. “Me sorprende lo coherente que es la historia. Todo tiene un significado”, indicó Latorre.

La presentación de esta aventura gráfica estuvo dividida en tres actos separados por un breve recital entonado por Ane Pikaza, con Juanma Latorre aportando un toque de encanto tocando el ukelele.

Ergo


Trailer de Los Ríos de Alice con la música de Vetusta Morla