Esne Beltza pasaron por Madrid como quien baja a la capital de vez en cuando a ver a los colegas que viven allí. La reunión fue esta vez en la sala Caracol y como de costumbre los colegas trajeron a más colegas y entre todos montamos una buena fiesta.
Al frío de la noche madrileña llegó el calor en forma de canciones venidas de Euskal Herria pero que antes salieron también de muchos otros lugares. Porque no tenemos remedio y nos gusta mezclar y a Esne Beltza es lo que mejor se les da.
Arranca el concierto con aires jamaicanos salidos de los dominios de DJ Zigor que va calentando el ambiente hasta que aparece el resto de la banda y un gran irrintzi (grito de alegría vasco) llena todos los rincones de la sala. 'Gora gu ta gutarrak!', grita Xabi Solano puño en alto vitoreado por los muchos asistentes -tres cuartos de sala calculo -, que enseguida demostraron que había muchas ganas de baile.
La velada va subiendo de intensidad poco a poco como la voz de los cantantes que empezó un poco apagada, pero enseguida todo encaja. La banda se compenetra perfectamente, los músicos muy buenos, los vientos suenan de fábula, una máquina engrasada. Del reggae de 'Oraindik' y el ska de 'Euskaraz bizi nahi dut' pasamos a ritmos más latinos de sabor a cumbia o incluso a la rumbita 'Sueños de color' en la que se echaron de menos a los colaboradores del disco, El Canijo y Rubén de La Pegatina.Un Xabi Solano hablador, hizo varias referencias al hecho de estar en Madrid y que tanta gente cantara las canciones en euskera. Si es que vamos preparados a los conciertos!
A pesar de las muchas colaboraciones en el disco, nadie subió al escenario de la Caracol a acompañarles, aunque de los platos y de los samplers del DJ sí que salieron voces amigas, como en la gran versión de 'Quien manda aquí (Hemen eta hor)' con La Mala Rodríguez.
Así son Esne Beltza (leche negra en euskera). Gente blanca haciendo música negra. Hijos musicales de Fermín Muguruza con personalidad propia.
Y entre todos los estilos una de las canciones que para mi mejor definen el suyo propio, y de las más celebradas por la gente, es la que curiosamente se llama 'Pasodoble'.
Todo un tornado de sonidos y ritmos distintos, cantados en catalán, euskera o castellano, dando vueltas en torno a una trikitixa que les fija el centro de giro en su esencia popular con denominación de origen.
Tirando al final la fiesta da paso a momentos más calmados aunque de igual disfrute para el público, al cual bajaron los integrantes de la banda con sus instrumentos y algún micro para regalarnos un ratito de canciones tradicionales vascas en el que el protagonismo de la trikitixa (acordeón diatónico en euskera) y de las raíces de la música de los de Hernani alcanzan su máxima expresión.
Supongo que les hubiera gustado que Fermín Muguruza les acompañara en 'Gora Herria' como tantas otras veces pero no pudo ser por motivos de horario (y eso que Fermín estaba en Madrid con el espectáculo de teatro Guerra).
Con una traca final de canciones en favor del euskera y del reagrupamiento de presos se despiden hasta la próxima. Regresan a Hernani dejando en Madrid más colegas de los que ya tenían. Los volveremos a ver y recomendamos que lo hagáis.
Una de esas noches que te dejan una sonrisa en el recuerdo y ganas de la siguiente.
kboy
Esne Beltza en Caracol - Euskaraz bizi nahi dut
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