Me first and the Gimme Gimmes

Teníamos muchas ganas de ver a esta superbanda (concepto de músicos de diferentes grupos que se juntan en otro grupo temporalmente) de versiones atípicas, que lleva funcionando desde mediados de los 90 con un objetivo claro, diversión sin pretensiones. Ellos son Me First & The Gimme Gimmes.

Empezamos la noche en la sala But de Madrid con la sensación de estar viendo a los Fresones Rebeldes californianos ataviados con máscaras de colores y para nada cumpliendo con las expectativas que nos habían formado. Y no es que hubiera especialmente poca gente para ver a los teloneros, sino que más bien, Masked Intruder no dieron con la tecla (o la tecla se quedó con el intruder verde que faltaba) ni para conectar con el público ni para tener continuidad con los temas. El skate punk light y pegadizo que nos había gustado en sus discos y vídeos no apareció hasta el final de su actuación cuando encadenaron un par de sus mejores temas enmendando algo la papeleta y la gente fue cogiéndoles el punto. Algo tarde pues no había tiempo para más.

Masked Intruder


Así las cosas, les dejaron la pista de despegue bien limpita a los Gimmes.

Y con el viento a favor, la sala llena casi hasta la bandera, salieron los Gimmes a escena. Uniformados como te imaginarías a una mala orquesta de versiones en un crucero, los Gimmes no tienen nada de mala orquesta y las camisas hawaianas engañan cuando los músicos se ponen a tocar, rápidos y contundentes. Se notan las tablas, llevan toda la vida haciendo punk, ya tienen sus añitos, y con los Gimmes, metidos en esos personajes divertidos y un tanto tontainas, llevan un poco más allá el concepto banda de versiones. Las canciones, en su mayoría grandes y antiguos clásicos americanos, las llevan a su terreno, un delirante terreno a medio camino entre chiringuito de playa Californiana y la barra de un bar de carretera, americana, claro, la carretera y la barra.

Me first and the Gimme GimmesAsí cuando tocan su versión de 'All My Loving' no sabes si están versionando a los Beatles o a los Manolos. Cuando el teatral maestro de ceremonias Spike Slawson agarra el ukelele y se ve al bajo de Bad Religion detrás tomando un brick de zumo con pajita y al cantante de Lagwagon haciendo el payaso con cara de empollón, te das cuenta de que para ellos esta gira y esta banda es un divertimento de colegas. Y cuando la banda acelera el country con temazos como 'Take Me Home, Country Roads' de John Denver es cuando lo que venías a ver ocurre. 

El encuentro entre los amantes del punk californiano guitarrero con versiones de canciones que otra manera repudiarían es la paradoja de la noche. Versiones imposibles como el 'Sweet Caroline' de Neil Diamond o la versión de 'Jolene' de Dolly Parton. Sin duda, la más celebrada de la noche y la que consiguió encender del todo al público fue la versión de 'Over the Rainbow'. Impagable. Memorable momento.

Sin duda sales con la idea de haber visto algo especial, aunque el concierto no llegara a convertirse en una locura absoluta en ningún momento. Eso sí, nos quedamos con un gran sabor de boca y ganas de repetir velada con Me First and The Gimme Gimmes.

kboy

Me first and the Gimme Gimmes
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