Resulta un poco extraño tener un festival al lado de casa. Cuando digo al lado de casa, quiero decir al final de mi calle. Un buen día, en el parque por el que te paseas con tu perro, comienzan a brotar estructuras metálicas que van conformando escenarios, puestos de comida, zonas de picnic... El lunes por la noche el recinto del festival ya estaba cerrado al público, y se encontraba vacío y solitario como un circo abandonado. El martes, con los últimos preparativos, el barrio de Saint Cyprien se veía invadido por una voz potente que lo impregnaba todo de un aroma de melancolía azucarada. La voz era la de Beatriz Nunes: los Madredeus hacían las pruebas de sonido para su concierto del día siguiente, y la melancolía, era la inconfundible saudade portuguesa que nos iba a acompañar en diferentes puntos del Festival de Worldmusic de Toulouse, más conocido como Rioloco. Se trata de un festival con ciertas características singulares: su precio es muy asequible (20 euros el pase de cinco días!), su programación traspasa los límites espacio-temporales del cartel e implica durante un mes a la ciudad entera, y, además, es un festival temático: cada año acoge una cultura diferente. Este año, bajo el lema Lusofonia, nos han visitado las culturas de habla portuguesa.

El concierto de Madredeus fue nuestro inicio tranquilo del festival. Siendo miércoles, suponíamos que la afluencia iba a ser discreta y el concierto comenzó en familia. Sin embargo, la voz de Beatriz funcionó como un reclamo mágico y todos los festivaleros del recinto se congregaron frente a la escena principal atraídos por la irresistible saudade. El grupo, a pesar de los cambios de componentes, conserva el sonido de hace años, una mezcla entre el follk portugués y la new age, que destila un alto grado de lirismo. Madredeus eleva el espíritu y provoca viajes astrales en los que tan pronto uno se encuentra en la vieja Alfama lisboeta como en la desértica Serra da Estrela o en el místico bosque de Buçaco. Nos quedamos especialmente con un impresionante Silencio, que puso los pelos de punta a todo el auditorio. Al final del post tenéis un link al video del concierto completo, realizado por canal ARTE.


Y de saudade en saudade llegamos al día siguiente, a nuestro encuentro con otra voz privilegiada: la de la fadista mozambiqueña Mariza. Marisa Dos Reis Nunes es probablemente la mejor fadista contemporánea, y, sin duda, la de mayor éxito internacional en la actualidad. Fado quiere decir "destino"; es ese lamento de la música portuguesa que deja salir la melancolía, los malos momentos, la fatalidad... Sin embargo, la versión mozambiqueña del fado que propone Mariza tiene un importante componente festivo que transforma en rabia el fatalismo y vuelve las penas en alegrías. Ante un público entre el que la presencia portuguesa se dejaba sentir, Mariza se arrancó el alma a base de canciones como As meninas dos meus olhos,  las elegantes Chuva y Alfama, y la popular Rosa Branca que fue coreada por una tropa de entusiastas lusoparlantes, poseídos por una nostalgia febril con la que los Festivaleros! no pudimos evitar solidarizarnos. Tanto que solo dos vasos de Sumol y una buena ración de pastéis de nata pudieron curarnos los suspiros de la contagiosa saudade.

Dr. J


Video del concierto completo de Madredeus en Rio Loco 2012 (ARTE)
 
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