Cambiamos Dreher húngara por Mahou castiza y a pesar del cansancio de la última semana nos dejamos caer por las fiestas de La Paloma para disfrutar del fresquito (poco) de las noches veraniegas madrileñas, del ambiente castizo, los minis de mojito...en el escenario que montan todos los años en Las Vistillas suele haber conciertos para casi todos los públicos.

Hoy nos acercamos a ver a un grande como Alejo Stivel. Lejos de sus mejores años con Tequila y el ratita Ariel Rot de fiel escudero, esta noche se le ve convertido casi en orquesta de fiestas populares. Ya no por él o por la banda, rock and roll bien hecho sin más pretensiones, sino por la presentacion. Que en estas fiestas tan señaladas en Madrid, el escenario sean 4 soportes metálicos, 4 luces y una lona de fondo, compitiendo y seguramente perdiendo con la mayoría de escenarios de cualquier fiesta de cualquier pueblo, da una idea de las prioridades de cada uno. Ya sabemos que no hay pasta pero hombre, algo se podrá hacer por parte del ayuntamiento para tener una escena en condiciones en las fiestas de un barrio como La Latina. Aún así, por supuesto, disfrutamos y bailamos con los temas clásicos de Tequila, y alguna que otra versión de Silvio...

Elena Anaya festivalera
 Al acabar el concierto me encuentro saltando junto a Elena Anaya que no duda en posar para Festivaleros! con simpatía y buen rollo a raudales. Nos despedimos con una sonrisa y me uno a mis compis en la tarea de hidratarnos un poco por las barras de la zona. De repente a alguien le apetece un cigarro y me dirijo a un person que veo con tabaco de liar cerca de nosotros. El individuo me dedica un bonito 'noooo' con el mayor desprecio que puede. Sin más. Me acerco a una chica que parece maja, pero esta  me mira de arriba a abajo, se ríe, me enseña y se guarda el paquete de fortuna y no se digna ni a contestarme. Arriba el buen rollo de La Latina!! Suelen resbalarme un montón estas cosas pero esta vez, quizá por acabar de regresar de Sziget Festival, donde la simpatía y la sonrisa son lo que rigen las relaciones entre la gente, donde el buen rollo y el respeto no son migajas sino una forma de vida, esta vez, digo, me tocó un poco los cojones.

Y es que así es Madrid a veces, gente borde e incómoda con lo distinto, que se sienten los amos de su mínimo cotarro y van de estrellitas de corrala, y gente como Elena, que siendo de verdad una estrella lleva la naturalidad y la simpatía por bandera. Al menos con este Festivalero. Eh! y la pegata se la puso porque le dio la gana, como tiene que ser...una crack!

kboy
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