El Weekend des Curiostés ocurre en un lugar muy especial junto al Canal du Midi, a las afueras de Toulouse, . Allí se encuentra la sala Le Bikini, responsable del evento, y, a pocos metros, Le Port, un pequeño puerto en el que están ancladas algunas barcazas de las que transitan por el canal y descansan los esqueletos oxidados de aquellas que se quedaron sin dueño. Durante el festival, Le Port deja de ser un romántico y solitario cementerio de barcos y se transforma en un hervidero.
La plaza principal alberga un gran escenario en el que se desarrollan los conciertos más importantes y, no muy lejos, se instala uno más pequeño, de acceso gratuito, que sirve para comenzar la fiesta cada día a eso de las cinco, con grupos menos conocidos y propuestas alternativas.
Los esqueletos de las barcazas dan cobijo a algún que otro joven dj y las formas irregulares del lugar sirven de lucimiento a los inagotables skaters. Marinos de agua dulce, la cantina del puerto, se transforma en un bar de festival en el que sirven mejillones y las mejores frites del puerto. Al caer la noche unos artistas encapuchados se expresan sacando graffitis de sus sprays de pintura mientras otros prefieren hacerse una sesión hip hop entre colegas con el dj que se esconde en el barco en ruinas

Así es el escenario en el que hace unos días descubrimos las curiosidades que Le Bikini nos había reservado para este año, algunas de las cuales se han ido directamente a lo más alto de las listas de nuestros mp3. Entre los mejores descubrimientos, el primero fue Deluxe, una banda made in Chinese Productions que son al jazzy funk lo que los Gogol Bordello son al gypsy. Nos conquistaron desde la salida con una puesta en escena frenética y espectacular con la que ni ellos ni el público fueron capaces de dejar de bailar desde el principio hasta el finaldel concierto. Mención especial para la versión de Via con me de Paolo Conte que, vista desde el prisma de Deluxe, se transforma en una locura de charleston postmoderno.

Otra de las curiosidades que nos dejó anclados al cemento de Le Port fueron Birth of Joy. Este trío de holandeses parece sacado de lo mejor del rock psicodélico de principios de los setenta. En su sonido hay mucho de Doors y brillantes pinceladas de Led Zeppelin. Un cantante y guitarrista de aire lisérgico, un teclista de inspiración inagotable y un baterista de la escuela de John Bonham, esa es la fórmula mágica de Birth of Joy. Podéis haceros una idea de la energía que despiden en directo si escucháis este No big day out.

Fue un placer volver a ver a La Femme, un grupo que descubrimos en sus principios, en el mismo Le Bikini, durante el festival Inrocks Black XS en 2011. Su sonido surf es inconfundible y, a estas alturas, no pasa un día en el que no escuchemos una de sus canciones en las ondas. Aunque han relajado su estética de niños infernales, siguen conservando una enorme presencia gracias a la gran confianza que muestran ahora sobre el escenario. Además, su concierto coincidió con uno de los pocos momentos de sol del fin de semana, lo que encajaba perfectamente con el espíritu veraniego de la banda. Con ellos surfeamos cantidad de temas, especialmente, Sur la Planche, una de esas canciones que ya parecía un clásico desde el mismo día de su publicación.

La ausencia de Keny Arkana se cubrió con Groundation, a los que pudimos ver antes de sumergirnos en las sesiones electrónicas de la sala vecina. Fieles a su reggae cool estpiritual, fueron el contraste ideal del frenético paso de Kusturica, conservando el dinamismo de la noche pero introduciendo la nota distendida de un sonido que fluye con naturalidad, como si no les costara ningún esfuerzo.

Superpoze en Le Bikini
El lado electrónico del festival fue un menú exquisito que se sirvió en la propia sala Le Bikini. De todo lo que pudimos ver, nos quedamos con las figuras de Erol Alkan y Netsky, que nos regalaron dos sesiones impecables y el descubrimiento de Superpoze, un joven alquimista solitario de la electrónica que experimenta con cortes de voz real y que tiene tanta conexión con su MPC como un guitar hero con su guitarra.

Más desiguales estuvieron los Black Strobes, una gran banda que se vende como electroclash, pero que suenan realmente bien cuando se despegan de sus sintetizadores. Si alguna vez se cruzan en vuestro camino, merece la pena que aguantéis al menos tres o cuatro canciones hasta que dejen a un lado los casios y lleguen cosas como este rockero I'm a Man.

También resultó muy curioso ver al mito del trip hop Tricky, sobre todo para ponerle un done en la lista de cosas que no hace falta volver a repetir. Más allá de su aura de personaje oscuro, estuvo completamente desconectado del público y de la realidad, dejó todo el peso del directo a sus músicos y a la vocalista, a la que se limitó a acompañar con una serie de murmullos ininteligibles y danzas etílico-rituales. Su presencia se debía a la anulación de Rodríguez a una semana del evento y el acierto de progamarlo a la hora de la cena hizo que su descalabro pasara desapercibido sin afectar ni un ápice al conjunto del festival.

Por último, vimos por primera vez a Benjamin Biolay, heredero en el ámbito de la chanson pop-rock francesa, que en su día inició el gran Serge Gainsbourg y que, tras la desaparición de figuras como Alain Bashung, ha pasado el relevo a la siguiente generación. Hablaremos de él más adelante, pues lo volveremos a encontrar en la edición del Bilbao BBK live de este año. Mientras, os dejamos que os hagáis una idea de lo que fue el Weekend des Curiosités 2013 con el vídeo realizado por Gigsonlive y Bleu Citron sobre el segundo día de festival.

Dr. J

Vídeo Weekend des Curiosités: Jour 2 by Gigsonlive, Bleu Citron

Le Weekend des Curiosités 2013 // JOUR 2 // Le Bikini from Gigsonlive on Vimeo.
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