Unos de los mejores abanderados de aquello de que "los viejos punkarras nunca mueren" son The Business. Originarios del sur de Londres y directamente desde los '70 se presentaron en Madrid hace dos semanas generando bastante expectación en la capital. Tanto es así que parece que el emplazamiento original para el concierto, el Gruta 77 (a cuyos responsables agradecemos la organización del concierto), se les quedó pequeño y consiguieron meter a bastante gente en el nuevo, la Sala Caracol.
En sus aledaños, mucha comunidad punk y simpatizantes varios del género, desde los más desapercibidos hasta los más pincel y recuidados, crestas larguísimas e impecablemente erguidas, chaquetas parcheadas, tachuelas..., locales pero también algunos alemanes e ingleses que estaban por la capital aquella noche de sábado y que no se quisieron perder el evento.
Empezaba la velada con los teloneros, Bogavantes con Tirantes, grupo joven que está dando mucho que hablar. Savia nueva que parece englobarse en una especie de resurgimiento de la escena punk oi! madrileña, junto a bandas como Knock Out o A Toda Oxtia, que ofrecen algo de variedad de estilos al mundillo (no todo van a ser Non Servium y similares). Los Bogavantes apuestan por guitarrazos punk de velocidad contenida y letras con altas dosis de humor y e irreverencia, explicando historias de personajes bastante surreales como 'Macario el mercenario', 'Eladio' o 'Franco' . He de decir que esa noche consiguieron sólo a medias arrancarnos del corrillo de charla y birra a la derecha del escenario con alguna canción, pero vimos que tienen sus incondicionales que allí estaban en primera fila.
Tras los madrileños, bandera de Reino Unido arriba y The Business salen a escena. Con la mirada algo perdida y con imagen de recién salido de cualquier suburbio británico o de alguna película de Guy Ritchie, Micky Fitz se presentaba ante nosotros para demostrar que aunque no ha parecido cuidarse demasiado en su vida todavía se mantiene bastante en forma, y que ha sabido rodearse de espíritus todavía mejor conservados para juntos poder montar aún un buen cisco.
Un concierto que se fue volviendo espídico por momentos y en todos los sentidos, con himnos como 'Harry May' o 'Guinness Boys' coreados por la banda y el público a la vez, que berreaba al micrófono que ofrecía Micky constantemente a la gente.El punto álgido se alcanzó con 'England 5 - Germany 1', con la que la Caracol se convirtió en un auténtico pub del sur de Londres durante un partido del Westham, las bufandas de ese equipo ondeaban al viento, la rabia hooligan subía enteros y los coros emulaban los cantos de un estadio de fútbol, mientras Micky nos ofrecía su mejor sonrisa desdentada.
Echamos de menos que tocaran la mítica 'Drinkin and Driving' pero la velada no daba para más. La gente se lo pasó bien y nosotros salimos encantados de haber compartido este rato con esta máquina de hacer himnos que fueron The Business en su momento, living legends donde los haya. Himnos que perduran en el tiempo como ecos de los hooligans más hardcore.
kboy
Fotos de The Business en la Sala Caracol de Madrid
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