Fue uno de esos descubrimientos a los que le pusimos la marca de seguimiento festivalero.
La noche en la que La Pegatina reventó La Riviera, su palmera y el escenario, vimos por primera vez a estos chicos capaces de montar la fiesta en sus conciertos. Sólo unos días después de aquello,
Txarango barrían de un plumazo las mesas y las sillas de la Galileo Galilei para demostrar a los que allí estuvimos que son capaces de crear un ambiente único en sus directos.
Desde aquel primer contacto,
Txarango no ha parado de crecer.
2014 fue su año en cuanto a premios y reconocimientos, incluídos
mejor disco,
mejor directo y
mejor artista en los
Premios de la Música Catalana. Su directo mezcla la música y el baile, pero también el espíritu de los
clowns y la filosofía de los artistas callejeros. Es normal verlos con narices rojas de payaso, con pinturas luminosas en sus rostros o llamando la atención entre un público que siempre se entrega al viaje que proponen.
Su primer disco,
Benvinguts al Llarg Viatge (2012), fue todo un fenómeno en redes y en espectáculo sobre el escenario. Ahora, ese trayecto que nos proponían tiene una nueva parada,
Som Riu (2014). Un segundo trabajo que
apenas lleva un añito andando pero que ya ha roto los servidores de descarga volviendo a demostrar que la industria musical debe darle a F5 urgentemente. Suman más de cien mil descargas gratuitas y eso no les ha impedido ser ya disco de oro. Cuando las cosas son buenas, como en este caso, la gente responde.
El Largo Viaje ha dejado paso a
La Vuelta al Mundo. Una gira que les va a llevar por México, China, Luxemburgo, Japón, Portugal, Francia o Alemania. La próxima parada será este
jueves 16 de abril en Madrid. La
Sala Joy Eslava recibe a esta caravana a la que queremos ver este verano en alguno de esos festivales internacionales que tanto nos gustan.
J&B
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