Sziget 2018 dejó grandes sensaciones entre los Festivaleros! Es curioso sentir cómo una isla en el río Danubio, al norte de Budapest, tan lejos del mundo "real", se ha convertido en nuestra Isla. Un espacio tan familiar y al que estamos tan arraigados que cuando nos vamos de allí, no sólo nos entristece decir adiós a una semana de festival con sus conciertos, personajes, intrahistorias, anécdotas, risas (carcajadas) y algún que otro momento de sofoco, sino que nos apena dejar el sitio físico, los árboles, los caminos, nuestra acampada, nuestros vecinos, nuestra familia festivalera.

Nuestras raíces en tierras lejanas.

Siempre nos queda el recuerdo. Las miles de imágenes que nos traemos en la retina y en el cerebro, a las que a veces tardamos un par de días en poder acceder después del torbellino de una semana, un colapso y un hasta luego.

Sziget Festival se ha convertido en parte de lo que somos y nos ha hecho parte de lo que somos. Algunos individualmente llevamos años y años viviendo siete días al año en la Isla de la Libertad. Otros han ido menos, pero juntos como equipo, como familia, consideramos Obuda Island como nuestro hogar.

Decidme de cuántos festivales podéis hablar así. Decidme uno. Y después de pensar, si todavía no habéis probado Sziget Festival, deberíais tener ganas.

Por suerte, además de en la retina y en el cerebro, nos traemos también muchas imágenes en nuestras cámaras. He aquí una crónica visual de lo ocurrido en este Sziget Festival 2018.

Bienvenido al mundo Sziget


kboy
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