Talco se embarcaba en una minigira de 5 fechas por la península para presentarnos su gira Maskerade en acústico, pero está vez con el público de pie.
La noche fría de Madrid parecía haberse metido dentro de la sala, ya que cuando llegamos el ambiente que se respiraba era gélido. No mucho público y muy desperdigado. No éramos muy optimistas en lo relativo al ambiente, pero con Talco, esto no cuenta.
A las 21:30 con puntualidad británica, saltaban al escenario Talco. Como ya habían comentado, la modalidad del concierto sería acústico. Una vez colocados todos en sus respectivos asientos, Dema nos daba las buenas noches. Nos comentaban que andaban un poco desubicados ya que acababan de aterrizar de México tras dos días de paso por allí. A ritmo de los acordes de 'Locktown' comenzaban un concierto que fue hermanando desde el primer momento al público con ellos.
Tras un primer parón donde terminaron con 'Paradise Crew', Dema nos confesaba que esta canción tiene muchas ganas de hacerla en eléctrico en directo. Tras un pequeño problema con la acústica de Dema, continuaron derrochando su punkchanka. Al contrario de lo que podía parecer al principio de la noche, la gente se fue animando con los ritmos acelerados de Talco y se pudieron ver varios pogos a lo largo de la noche.
Durante uno de los cortes que hicieron, Jesús quiso lanzar un alegato hacia la mezcla de géneros musicales, poniendo como ejemplo a un chico del público que 'con su camiseta heavy en un concierto de ska' no hacía más que participar en todos los pogos que se iniciasen de manera espontánea.
Quizás lo que menos encajó del concierto fue el hecho de que los integrantes estuvieran sentados. Siempre se ha asociado un acústico a algo íntimo y más pausado, pero en el caso de Talco, quizás esto no vaya con ellos. La sensación que transmitían, y máas conforme se iba desarrollando el concierto, era que se morían por ponerse de pie. A Dema, constantemente moviendo y levantando su pierna al ritmo de la música, le costaba permanecer sentado. Jesús constantemente moviendo el banjo o el bouzouki de un lado para otro. Los vientos tenían que hacer verdaderos esfuerzos por aguantar su trasero al taburete. En fin, una pena que finalmente no se decantaran por la opción de tocar de pie.
Una de las sorpresas de la noche se encontraba en el repertorio. Pocos lo esperaban porque no les hemos visto hacerla últimamente, el combo italiano empezó a interpretar la popular Mano de Dios, del Potro Rodrigo. A gritos de “Maradó, Maradó” la sala vivió su momento mas álgido sin lugar a dudas. Si Talco quiso sorprender al público y lo consiguió, no fue menos la sorpresa que se llevó la banda cuando un integrante de un colectivo de Vallecas, le ofreció un presente a Dema en el descanso entre dos canciones. Un Dema boquiabierto, abrió el regalo y se encontró con una taza de desayuno con el logo de Talco, y una dedicatoria del barrio de Vallecas.
También tocaron un 'Bella Ciao' que presentaron con dudas, pues no querían correr el riesgo de caer en la caricatura hecha de esta canción por "esa serie vuestra".
Tras más de hora y media de concierto, la banda se despidió con su ya conocido 'Addio' que la propia banda bautizó como un arrivederci, dejando la puerta abierta a un nuevo concierto más pronto que tarde, esta vez en eléctrico. A modo anecdótico, durante la interpretación de este último tema, el batería y el trompeta, no dudaron en intercambiarse los papeles, para demostrar la versatilidad de los componentes de la banda.
Gran noche la vivida, con unos Talco más cercanos que nunca.
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