Volvemos al auditorio de Odyssud Blagnac. Aqui comenzó nuestra aventura con el inolvidable Chucho Valdés y aquí será nuestro último concierto del festival Jazz sur son 31: hoy, Avishai Cohen Trio. A la cabeza, uno de los mejores contrabajistas actuales, un músico israelí que se marchó un buen dia a Nueva York y se hizo a si mismo en las calles, los parques y los pasillos de metro. Poco a poco se fue introduciendo en el circuito de los pequeños clubs de la gran manzana y llegó a tocar para alguna que otra banda de Latin Jazz, por ejemplo, el trio liderado por el pianista Danilo Pérez. Un buen día, su teléfono suena y llega el gran salto: el pianista Chick Corea le ofrece un contrato para grabar con su sello. El crecimiento es exponencial y en 2003 ya esta liderando su propio trio que ha ido evolucionando hasta su forma actual: en los últimos tiempos se hace acompañar por dos jovenes jazzistas israelies, el pianista Omri Mor y el bateria Amir Bresler.
En el auditorio no queda ni una sola butaca libre. Tras los aplausos de bienvenida, el público queda completamente en silencio y el contabajista da la salida. Nos encontramos a la deriva en algún lugar de los siete mares. Probablemente el Mediterráneo: saltamos de isla en isla, nos acercamos a un continente para escuchar su ritmo y nos volvemos a hacer a la mar antes de que nos envuelva. Seven Seas es una odisea musical, un viaje mitológico hacia los confines del jazz. Avishai Cohen es uno de esos músicos que se funde con su instrumento y le saca hasta la última nota: pellizcando las cuerdas, saltando de acorde en acorde con una velocidad vertiginosa, percutiendo sobre el borde de su contabajo mientras ve como se alejan los sonidos que acaba de dejar colgados en la brisa. El oleaje lo pone el teclado de Omri Mor y los motores de nuestro barco, la inagotable batería del jovencisimo Amir Bresler, que a pesar de su edad, me parece el batería mas espectacular que he visto desde Stewart Copeland. Entre las tempestades, momentos de calma con sonidos tradicionales y letras en un poético español venido de otro siglo, el sefardita (cfr. Tres Hermanicas Eran). Acostamos una isla y el capitán Cohen nos explica que estamos navegando entre los temas de Seven Seas y unas cuantas piezas inéditas que grabarán al final de la gira. Hemos cambiado de continente: en New York toqué una temporada con unos amigos cubanos, ellos me enseñaron esto y el sonido mediterraneo da paso al Latin Jazz. La sonrisa y el repertorio del contrabajista son inagotables. Cuando intentan dar por terminado el concierto, el auditorio entero se pone en pie y les obliga a volver a salir hasta en tres ocasiones. En una de ellas, Cohen se sienta al piano y nos regala una balada de nostalgia del viajero. En otra, el trío se vuelve loco y sus tres componentes se despiden improvisando un delirio de percusión en torno a la batería.
Fue el final perfecto para nuestra magnifica primera experiencia en Jazz sur son 31. Un festival de lo mas variado que nos ha hecho viajar desde la Cuba de Chucho Valdés hasta el circulo del Tel Aviv Jazz de Avishai Cohen pasando por la meseta castellana con el Iberjazz de Jose Luis Gutiérrez, el lado latino del Raval barcelonés de la mano de La Sucursal S.A., el infierno canadiense y el cielo de Suecia, con Nikki Yanofski y Lisa Ekdahl y los garitos mas cine negro de nueva York gracias al inigualable Myron Walden. Ya estamos impacientes por ver lo que nos traerá la edición de 2012 a las orillas del Canal du Midi.
Dr. J
Avishai Cohen en Jazz sur son 31 by Studio 176
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