Le Bikini rodeado de nieve y el Canal du Midi congelado. No ha sido fácil encontrar un hueco para aparcar y nos hemos perdido a los teloneros. Es el Festival Détours de Chant en Toulouse y Arthur H ha convocado a tanta gente que Le Bikini ha tenido que abrir el piso de arriba y el balcón ya está repleto. Entre las cabezas alcanzamos a ver un escenario decorado con cajas de madera, una sabana vieja, un bidón de gasolina vacío junto a la batería y uno de esos focos "secador de peluquería". Entre el público vemos más de un sombrero a la Arthur H. La expectación crece. Oscuridad y silencio. Una figura sale de entre la sombras, iluminando el camino con una linterna que resulta ser un micro. Es Arthur H. Bajo la sabana vieja encuentra un teclado y saca los primeros acordes de Ulysses et Calypso. La banda se incorpora sin que nos demos cuenta y el escenario se convierte en un almacén ocupado por la música. La iluminación psicodélica sobre el estilo industrial de la decoración encajan perfectamente con el sonido: un choque entre lo clásico del jazz y las tendencias más modernas del rock, la electrónica y la psicodelia.
Mientras me infiltro por el público, me doy cuenta de que mucha gente se sabe de memoria la letra de sus canciones. Ahora nos esta contando que acaba de llegar de Haití y que tiene perdidas las referencias: estar en un país en el que la gente pasa tantas penurias le hace pensar que en Francia, aunque nos quejemos constantemente, al fin y al cabo, no nos va tan mal.
Y qué calor hace en Haiti... suspira con su voz oscura y susurrante.
Nos va haciendo un recorrido tranquilo por su último disco. Give me Up confirma lo dicho durante una entrevista para la revista l'Humanité hace unos meses: "un cantante es un poeta que transmite energía". Y la energía que transmite Arthur H se convierte en combustible para su voz de alfombra voladora. Sobre ella llegamos hasta la China donde encontramos que el paraíso ... es chino!! (Le Paradis il est Chinois). En el camino de vuelta hacemos una parada en New York para pasar en los garitos de Brodway Ma Dernière Nuit à New York City. De nuevo en Le Bikini nos espera la canción que da el titulo a su último disco: Baba Love y las lineas en español que se deslizan en Dis Moi Tout para acabar perdidos en el laberinto de juegos de palabras de Prendre Corps: yo te extraordinario, tú me paradojas... Je t’équinoxe, je te poète, tu me danse, je te particulier...
Y como nos negamos a salir con el frio que hace, obligamos al cantante a jugar la prolongación y lo hace durante casi media hora, sacándose del baúl una emocionante versión de Chem Cheminé, una sensual Mystic Rumba (pero qué calor hacia en Haiti...) y como broche final La Beauté de L'Amour, en una elegante despedida. En resumen, puesta en escena original, voz de carácter, una banda experimentada y unas canciones nada fáciles de "convertir en energía" por el peso poético de las letras y la tendencia experimental de la parte sonora. Y sin embargo, el milagro ocurre en cada concierto de Arthur H.
Dr.J
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