"Dos de nuestros miembros han huido del país y están reclutando a feministas extranjeras para preparar nuevas acciones de protestas" Esta frase aparecía ayer en twitter y daba la vuelta al mundo. Las presuntas autoras son las Pussy Riot, es decir, las que han podido salir de Rusia sin ser detenidas por los esbirros de Putin.


La historia comenzó el 21 de Febrero, con un concierto dado al asalto en la Catedral del Cristo Salvador de Moscú. Las integrantes de esta banda punk feminista irrumpían en el templo con las cabezas cubiertas con pasamontañas de colores y blandiendo sus guitarras como armas contra el sexismo, la Iglesia ortodoxa y el Kremlin. Una parte del grupo fue arrestado por la policía rusa y la reacción del "aparato" no se hizo esperar. Ante las presiones de la Iglesia ortodoxa, aliada política del presidente Putin, se llegó a hablar de una pena de hasta siete años de prisión para las Pussy Riot. La protesta, sin embargo, no se detuvo en las huelgas de hambre emprendidas por las artistas. Amnistía internacional las calificó desde un principio de "prisioneras de conciencia" y recibieron apoyos del mundo cultural en todo el planeta. El caso de las Pussy Riot ha movido a Peter Gabriel, Madonna, Paul McCartney, Yoko Hono, Patti Smith, Sting y Red Hot Chili Pepers, entre otros.

El 17 de Agosto, Nadezhda Tolokonnikova, Yekaterina Samutsevich y Maria Alyokhina eran condenadas a dos años de cárcel por "acto de vandalismo incitador del odio contra la religión". Los atacantes se las habían apañado para mantener una condena ejemplar rebajando el aspecto político de la cuestión e insistiendo en el religioso. No obstante, lejos de servir de ejemplo a la sumisión, la sentencia solo ha conseguido echar más leña al fuego. Las protestas se han extendido a Serbia, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, Canadá... y nos dejan escenas rocambolescas, como el encapuchamiento de una escultura soviética en Bulgaria o la detención del ajedrecista y opositor Gary Kasparov, acusado de morder a un policía.

El caso es que, gracias a la intolerancia rusa, ha nacido una leyenda. Se trata de uno de esos sucesos que nos recuerdan que el arte es algo más que puro entretenimiento y que la música no solo consiste en amasar fortuna y tener discos de oro. La música sirve, ante todo, para comunicar ideas, pensamientos y sentimientos, esa materia incontrolable que hace que nos sintamos realmente libres y que da tanto miedo a los que mandan. Con las Pussy Riot, la llama de los Sex Pistols y su histórico God Save the Queen, se ha reavivado. El Punk vuelve a la lucha en estos tiempos inciertos en los que hace tanta  falta volver a la contestación. Tras la sentencia, el grupo lanzaba su tema Putin Lights up the Fires. Con él empezamos la semana.

Free Pussy Riot!!

Dr. J


Putin Lights Up the Fires by Pussy Riot

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