Madrid siempre echa a arder la noche que Dub Inc. están en la ciudad. Porque la mecha que traen los franceses tiene largo recorrido, llega a muchos rincones y atrae a gran cantidad de gente a su espectáculo sonoro.

Y eso ocurrió en una sala But llena que esperaba el regreso de la banda con su nuevo álbum So What (2016) que todavía está calentito.

Si hay una cosa que tiene Dub Inc. que los diferencia del resto es sin duda lo complementarios que son sus dos cantantes, tanto a nivel vocal como a nivel de melodías y formas de cantar. Y es que para mí Bouchkour y Komlan (Hakim y Aurélien) representan perfectamente el espíritu del grupo. Un espíritu mestizo, la Francia que une, las raíces árabes, el reggae como elemento aglutinador y que no rehuye sino que se apoya en la denuncia social con conocimiento de causa.

Mientras uno aporta la parte de dancehall más burra, el otro aporta las melodías con reminiscencias árabes. Uno Jamaica y otro África, uno grave para engorilar y otro agudo para flotar, reggae puro. Los músicos no se quedan atrás, siempre atentos a los constantes cambios de ritmo y 'pullups' de los cantantes; batería y bajo hacen que no puedas parar de balancearte en todo el concierto.



Las canciones nuevas funcionaron bastante bien. 'So What' o 'Grand Périple' se incorporan al repertorio sin sufrir el síndrome del nuevo disco, y el público las adopta y las canta -tararea en wachi wachi francés- a pesar de lo recientes que son. Prueba de que los de Saint-Étienne siguen teniendo cosas que decir y sabiendo cómo conectar. Eso sí, grandes clásicos de la banda como 'Rude Boy' o 'Chaque Nouvelle Page' se llevan el gato al agua en cuanto a manos en el aire y coros populares.

Todo el grupo sonó muy unido y todo el conjunto tuvo un sonido casi perfecto toda la noche. Eso junto a los cantantes que no pararon de hacer señas, sonreír, jugar con el público y guiñar a la gente de las primeras filas, hizo que ocurriera lo que no siempre pasa: que el concierto fuera cercano, que la barrera del escenario se diluyera y que diera la impresión de estar todos, banda y público, en un mismo plano, mecheros en el aire, 'Madrid is on fiiiire'.

Y ese espíritu se trasladó luego a la calle. A la salida, el autobús de gira de la banda esperaba aparcado, había facilidad para conseguir cerveza y la noche aguantaba el tirón de frío así que gran parte del público formamos una improvisada 'after-party' y una animada charla con los miembros de la banda que iban saliendo y que no tenían reparos en unirse a los diferentes grupillos de gente. 

Dentro y fuera, chapeau para Dub Inc, nos quitamos el sombrero festivalero ante ellos.

kboy





 
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