En una noche de luna llena, el Dr. J salió a pasear su perro por un pueblecito francés. Fue abducido por un grupo de normandos incontrolados que lo condujeron a las praderas de Papillons de Nuit y, para retenerlo, le inocularon el virus de los festivales. Cuando consiguió huir de sus captores, tomó la identidad de periodista y comenzó a ocultarse bajo su inseparable sombrero festivalero entre las multitudes de los conciertos más variopintos. Viajero infatigable y aquejado de ataques de curiosidad, es adicto a ver amanecer en el recinto de un festival y aún mejor si es con amigos.
Su mejor momento festivalero: Asistir al histórico concierto de los Rolling Stones en La Habana.
Sus festivales fetiche: Sziget - Les Déferlantes- MéditerraneO’
Su cartel ideal: Rolling Stones, Buena Vista Social Club, The Police, Jimi Hendrix y Che Sudaka
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