festival culture Bar-Bars
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375 bares en todo el territorio francés forman parte del Collectif Culture Bar-Bars. Una vez al año organizan un festival con actividades culturales en los bares durante 3 días.
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Hoy, en toda Francia, empieza oficialmente el Festival Cultures Bar-bars. Esta vez, más que nunca, será un acto de resistencia. En su comunicado del 17 de noviembre, el colectivo Culture Bar-Bars anunciaba que el evento tendría lugar entre el 26 y el 28 de noviembre como estaba previsto, a pesar de que unos días antes, unos salvajes habían atentado en París contra el espíritu mismo del colectivo.

Llamamos a todos nuestros conciudadanos a venir a hacer acto de resistencia, yendo a los conciertos, a los espectáculos, saliendo de fiesta y continuando a vivir libres! 

Para los no iniciados, este festival ocurre en los bares y consiste en una oferta cultural masiva de conciertos y otros actos, durante tres días y simultáneamente en todas aquellas ciudades del territorio francés que tienen la suerte de tener una rama del colectivo Cultures Bar-Bars. Esta plataforma nació en Nantes hace tres lustros con la idea de reclamar el derecho a la fiesta y la cultura y su expresión sin cortapisas en los bares y cafés culturales. Hoy, los Bar-bars están extendidos por toda Francia.

En Toulouse, por ejemplo, son 27 bares los que participan en el festival, a razón de uno o dos conciertos diarios. Aquí, el juego consiste en elegir bien la ruta y ser capaces de ver el máximo de conciertos diferentes en la franja en entre las 21:00 y las 2:00, en la que estarán ocurriendo un montón de cosas al mismo tiempo. Para moverse de un bar a otro todo vale: a pie, en bus, en metro, en bici pública (VeloToulouse) o privada... No obstante, para disfrutar al máximo, es aconsejable evitar el coche. El festival habilita un servicio de navettes gratuitas para volver a casa cuando todo haya terminado (llamando al 0647155714 o al 0647155569).

Para que no os perdáis, os recordamos por zonas los bares que participan en la Ville Rose:

En Amidonniers: Foxy
En Arnaud Bernard: Breughel L'Ancien, Txus, Communard, Dernière Chance 
En Carmès: Nasdrovia, Internazionale
En el Centro: Au Chabrot, Le Filochard, Dahu, Blind Tiger, L'Impro, L'Esquile
En Saint-Aubin-Rue Riquet Autrouche, The Petit London, La Mecanique des Fluides
En Saint Cyprien: Vasco le Gamma, Petit Vasco, La Loupiote, Ô Bout du Pont, Bistrologue y The Dispensary
En Saint Pierre: L'Excale, Le Nain Jaune
En Saint Michel: Ô Bohem, l'Evasion, Dubliner's

¿Os unís a la Resistencia? En este link encontraréis la programación de todas las ciudades invadidas por los Bar-Bars con un mapa interactivo muy útil para calcular vuestros desplazamientos y diseñar la mejor estrategia.

Larga vida a la cultura!!

Dr. J


Cada vez que nos juntamos dos o más festivaleros en torno a unas jarras, sabemos que no acabaremos cantando Asturias, patria querida, pero lo que es seguro es que, en diversos momentos de la noche, nos encontraremos tarareando: "El cariño que te tengo..." seguido de las versiones más insospechadas de Chan Chan. En ellas, el cariño no se paga con dinero y de Maracaná nos vamos para Carembé, pero lo hacemos profundamente poseídos y conmovidos por el son.

Supongo que, a cada festivalero, la afición por chanchanear le viene de algo distinto. A mí me viene por dos caminos. El primero, el amor por la isla de Cuba que mi abuelo nos comunicó desde pequeños con sus aventuras de emigrante caribeño; el segundo, cierta noche inolvidable en otra isla, la de Obuda, en el Danubio, en la que los Buenavista Social Club crearon uno de los momentos más emocionantes de mi vida festivalera a su paso por el Sziget Festival de 2010. Barbarito y todo el mundo cantando en coro!!!

La gitana tropical en Le Txus, Festival Culture Bar-Bars 2014
Dice la leyenda que esta canción salió de un sueño de Compay Segundo en el que el genial veterano pudo escuchar las cuatro notas sobre las que se construye todo el tema y todos los instrumentos desarrollándose en torno a ellas. Al despertar lo recordaba todo con nitidez y pensó que esa melodía se adaptaba a la perfección a un cuento que siempre había escuchado en su casa de pequeño. Era la historia de Juanica y Chan Chan, que iban a la playa a buscar arena para construir su casa. Cuando Chan Chan le echaba la arena en el jibe a Juanica y esta se contoneaba para cribarla, a él le entraban los calores del deseo: le daba "pena".

Compay decía que en Francia, para brindar ya no decían chin-chin, sino Chan Chan. Y fue, precisamente, en Francia donde los festivaleros chanchaneros encontraron la horma de su zapato.
Ocurrió en la última edición del festival Culture Bar-bars, en Toulouse, el pasado noviembre. En un momento mágico, La Gitana Tropical cerró su concierto con un Chan Chan que dejó a los festivaleros clavados de pie en el diminuto pasillo del mítico Le Txus.

Este verano podréis ver a la Orquesta Buenavista Social Club con Omara Portuondo a la cabeza en uno de nuestros festivales preferidos: el Festival Jazz in Marciac, el 31 de Julio en esa pequeña capital mundial del Jazz perdida en un idílico rincón del sur de Francia.

Dr. J


Video: Chan Chan by Buenavista Social Club


En mi casa hay un ruido como de aspiradora. He apagado todos los aparatos electrónicos y el ruido sigue ahí. Cuando abro la ventana, el ruido se apaga. He llegado a la conclusión de que el ruido lo tengo en la cabeza. Es lo que llamamos un runrun. Todo empezó con las vacaciones, después de pasar una semana en Salamanca y ver como han convertido en gusanera una ciudad que tendría un montón de posibilidades, como ocurre en tantos otros rincones en España. El runrun se volvió aún más fuerte al llegar de vuelta a Toulouse y encontrarme una Ville Rose dominada por la fiebre creativa y poseída por el efecto del Festival Culture Bar-bars, que ocurre en esta y otras grandes ciudades en Francia durante toda la semana. Podéis encontrar toda la programación actualizada al minuto y al centímetro en este genial mapa-programa interactivo del festival. Si teneis la suerte de encontraros este finde en una de las ciudades Bar-Bars, ya estáis tardando en consultarlo.

The Booze en La Dynamo Toulouse en St Patrick 2013Esta noche recibiremos en Toulouse un grupo de festivaleros dispuestos a dejarse llevar por los Bar-Bars toulousanos. Intentaré quitarme ese runrun de la cabeza peregrinando de concierto en concierto. Va a ser difícil elegir el recorrido: en el circuito participan más de una treintena de bares solo en Toulouse, con música en directo al mismo tiempo. A algunos de los artistas ya los conocemos, como a los Forro Pifado, que van a montar la juerga brasileira en el Breughel, o los salvajes The Booze, que harán en La Dernière Chance el punk céltico que vimos en el último St Patrick's Day en La Dynamo que, a su vez, estará tomada por los djs con mejor gusto de la ciudad, los Kalakuta Selector y sus invitados  The Heliocentrics.  En Vasco le Gamma tendremos al dúo afrocaribeño Uncle Joe, en Le Nain Jaune y L'Evasion, la tradición francesa, en La Lupiote, la afromandinga... Y el sábado más de lo mismo, pero diferente. Con un poco de suerte, tendremos un hueco para ver alguna de las exposiciones, como la de Jhano en el ÔBohem o los Cul Briques de Hermann en el Moloko y algún espectáculo del colectivo Marionetissimo, que también se ha visto absorbido por la Bar-baridad.

Total que ya nos tenéis de un rincón a otro de la ciudad, como quien se pasea por un macrofestival, con la diferencia de que, en lugar de escenarios y decorados desmontables, todo esto ocurre en la ciudad, en locales que existen todo el año y en los que ocurren cosas cada fin de semana. Lo difícil va a ser decidir donde ir, lo fácil, es saber como volver. El sector del hipercentro, en el que se desarrollan la mayor parte de actividades, se abarca fácilmente a pie o en bici y, para el que se haya alejado demasiado o no se sienta capaz de volver por sus medios, el festival pone a disposición un servicio gratuito de navettes con dos vehículos con capacidad para 7 personas que funcionan durante el fin de semana.

Sí, eso que estáis oyendo es el runrun del que os hablaba, está dentro de vuestras cabezas y no es más que una pregunta que ha entrado en un bucle neuronal. ¿No podría hacerse todo esto en nuestras ciudades? Y me temo que solo hay una manera de hacerlo desaparecer...
A ello, Festivaleros!

Dr. J


La defensa de los bares como lugar de encuentro cultural sigue extendiéndose por toda Francia gracias al movimiento Culture Bar-bars. Para los que aún no habéis oído hablar de ellos, se trata de un colectivo nacido en Nantes hace poco más de una década. Su intención: reclamar el derecho a la fiesta y la cultura y su expresión sin cortapisas en los bares y cafés culturales. La doctrina Bar-Bars ha arraigado desde entonces en numerosas poblaciones, desde la pequeña Lauzerte a la gigantesca París, pasando por la lejana isla de Mayotte, y varias capitales emblemáticas del hexágono, como Montpellier, Burdeos, Lille, Rennes o, por supuesto, Toulouse.

Gracias a ello en la Ville Rose asistimos durante todo el año a una efervescente programación que llena los locales de centenares de artistas con conciertos casi cada día. El Collectif Culture Bar-bars Toulouse ha creado un circuito local formado por una treintena de bares, en el que todo tipo de expresión musical tiene cabida.

Soirée Bar-Bars en el Breughel de Toulouse

Entre el 21 y el 23 de Noviembre el colectivo cultural con más pegada del país celebra su festival, convirtiendo las ciudades en focos de cultura popular que se sintonizan para brillar al mismo tiempo como una legión de faros en medio de un océano teñido de rojo Bar-Bars. En total, más de 800 espectáculos repartidos por más de 200 locales en 50 ciudades, hacen que el evento se confirme como la primera escena de Francia. La mayor parte de los conciertos son gratuitos o a precios muy reducidos y con contenidos de lo más diverso: jazz, samba, metal, soul, funk, rock, céltico, tzigane...

Los locales son ese tipo de bares de corte alternativo en el que uno se encuentra como en casa y entre amigos. Entre ellos se cuentan lugares míticos para los Festivaleros! como:
  • la Mecanique Ondulatoire en  Paris, donde descubrimos un buen día el lado underground de la capital, que también lo tiene...
  • De Dannan, Road House y Café de L'Ile de Nantes, ciudad de nacimiento de esta plataforma, en la que descubrimos que se pueden crear espacios singulares en el centro, como en los muelles del Loira, para poder disfrutar de la noche sin conflictos.
  • el Dame C de Lille, por citar uno solo de los bares de esta genial ciudad de clima frío y gente calurosa, con una de las vidas nocturnas con más fama de todo el país.
  •  y todos los bares del colectivo de Toulouse, como el Breughel, la Loupiote, el Connexion, el Filochard, el OBohem o, por supuesto, nuestra conocida base de operaciones: el Vasco Le Gamma.

En resumen, que si estáis pensando en viajar un fin de semana a cualquier ciudad de Francia, el momento indicado es el del 22 de noviembre. Para los que ya estéis por aquí, os recomendamos que escojáis otro momento para ir a ver a la familia y os quedéis esos días a disfrutar de esta locura colectiva. La programación completa del festival está contenida en una revista de 50 páginas y ya está siendo distribuida en las ciudades tomadas por los Bar-Bars. Pronto tendremos la versión on line, colgaremos el link en esta misma web en cuanto lo tengamos. Mientras tanto, si a alguien le interesa conocer algún detalle más de este delirio llamado Culture Bar Bars, no hay más que preguntar a los Festivaleros!

Hasta pronto Bar-bars,

Dr. J


Vasco le Gamma, Toulouse


Después de la noche de viernes de bar bars, llego el sábado al Vasco Le Gamma con la curiosidad con la que se llega a un garito del que te han hablado mucho, un garito que para tus colegas toulousains se ha convertido en una segunda casa. Un sitio de esos que te cuentan que nunca fallan, que te esperan ahí en los días buenos para rematarlos y en los días malos para arreglarlos, un garito de esos de los que todo el mundo debería tener uno...

Y yo, un pelín nervioso, a punto de perder la virginidad en un sitio tan venerado en la ribera de La Garona, me decía: 'tu tranqui, que solo es otro garito, lo que pasa es que lo tienen muy interiorizado y tal, es normal, jeje'. Nada más llegar me di cuenta de que el Vasco Le Gamma no es un garito cualquiera. Allí los festivaleros son recibidos con honores, honores ganados con muchas tardes pasadas charlando, discutiendo, riendo, soñando, trazando planes, grandes planes, y se nota en la mirada de Audrey, camarera y encargada del sitio, que nada más llegar me obsequia con una sonrisa que me dice 'bienvenido', 'te estábamos esperando', en un idioma que lejos del francés, el inglés o el castellano, es el idioma de la cercanía, de la complicidad, y es el que siempre se entiende, estés donde estés.

Por allí pulula DHead, un tipo con cara de simpático, con pinta de rocker de dibujos animados, cuya caricatura tendría patillas acabadas en barba mentonera y un tupé superlativo. Una mezcla entre lo que debió ser un 'early' Elvis o un 'early' Jonnhy Cash las primeras veces que tocaran en los primeros tugurios de sus pueblos (salvando las distancias, entiéndaseme) y un rockabilly cualquiera que coge su guitarra y se descuelga con grandes clásicos del género. Country-rock-folk, música de autopista americana y hasta una versión del Personal Jesus de Depeche, que, por cierto, no nos convenció demasiado. El toque francés lo ponía el vaso de pastis y la preciosa guitarra acústica Dupont. El toque español lo poníamos nosotros en nuestra esquina jaleando al personaje, pero podría haber llegado perfectamente con una versión de 'La mataré' del gran Loco, que no sonó pero que yo me imaginé en algún momento, no me preguntéis por qué.

Vasco Le Gamma. Fotografía: (C) Yannick TANGUY
A mitad de la noche surge de entre las sombras una espontánea que se acerca a Dhead y se ofrece a relevarle en un par de canciones. La gente comenta y se sonríe pero no se imagina lo que está a punto de pasar. Cuando la espontánea se pone a cantar todos nos callamos, abrimos la boca y ésta nos llega a los pies y tardamos unos segundos en asimilar lo que ocurre. Es increíble el efecto que puede tener una voz femenina, una guitarra, un micrófono y nada más. Con una versión básica pero sentida del Hit the road Jack de Ray Charles y otra del Stand by me de Ben E. King, una canción que nunca me gustó especialmente hasta esa noche, consiguió ganarse la atención de todo el bar y los aplausos más sonoros de toda la velada. Entre canción y canción el veredicto era unánime entre los festivaleros: 'ha pasado un ángel, tío. Increíble.' Y así fue. Una de esas cosas que debería poder pasar en cualquier sitio en cualquier momento, y que en los tiempos que corren no resulta tan fácil, pero que iniciativas como el festival Culture Bar-bars hacen posible.

A la vuelta Dhead tiene un papelón pero lo salva dignamente durante otro espacio de tiempo que entre jarras de Kro y chupitos varios ya no sabría decir si fue una hora, dos, tres...sólo se que estuve a punto de acercarme, pillarle la guitarra y arrancarme con 'El hombre de negro'. Pero uno es festivalero con respeto a los artistas que se lo curran y lo hacen bien y ese no era el momento...aunque todo llegará.

kboy



Y después de sacudirme la abducción y de coger energías en forma de pasta, vino y Southern Comfort, de repente el grupo reunido de los Sziget boys entramos en Le Filochard. A orillas de La Garona (como se llama el río en occitano), al lado del puente nuevo, se adivina la entrada de un garito entre el tumulto de gente departiendo(fumando, bebiendo o pasando el rato) en la puerta. Mi colega DrJ dice que es el bar donde van los que salen de presidio. Yo, después de haber estado ya un par de veces (en el bar, se entiende), entre la clientela de este lugar con alma de tugurio sitúo además a marineros recién llegados a puerto, rastas vagamundos, músicos sin suerte, bohemios vividores, tirados buscavidas, bucaneros y piratas con pata de palo, algún soldado partisano tarareando el bella ciao en busca de una pieza que encaje, gente variopinta en todos los sentidos y algún que otro festivalero que bien podría ser varias de esas cosas a la vez.

Un bar que sientes especial, un universo propio de oscuridad en el que puede sonar desde salsa hasta Nirvana o Rage Against the Machine, pero en realidad suene lo que suene, todo suena tamizado por el sucio, conversador, genuino, lugar de reunión de personajos celebrando su derecho a la fiesta y la cultura, llamado Le Filochard.

Filochard House wine
Esa noche, subidos en una esquina del bar, un guitarra canta con rabia a un micrófono antiguo de tipo estudio y un batería le respalda haciendo contorsionismo para no golpear la pared, mientras abajo, al otro lado del pasillo y entre la gente, guitarrista y bajo luchan contra lo reducido del espacio. Son The Oldguys, son de Toulouse y suenan a haber devorado toda grabación existente de Nirvana, Pearl Jam y Alice in Chains.

Es nuestra primera parada en nuestra ruta por el Culture Bar Bars. Y lo que nos queda...

Alguien me dijo una vez: 'Se te ocurre un plan mejor para un viernes por la noche que estar en algún garito escuchando a cualquier grupo en directo, con buena compañía y unas cervezas?'. Sin duda, ese viernes ese era el mejor plan del mundo. Fuera, la bandera pirata ondeaba invisible marcando el lugar de nuestro refugio, uno de los últimos bastiones de La Resistance!!.

kboy
 
LA CULTURA ES PELIGROSA: ABRE LOS OJOS

 Qué es esto de Cultures Bar-Bars? Me pregunta mi colega Kboy, que acaba de aterrizar en Blagnac y aun se esta sacudiendo la sorpresa de estar un viernes por la noche en Toulouse como si hubiera sido abducido por un OVNI festivalero. Pues Culture Bar-bars es lo que lleva ocurriendo en media Francia desde hace una semana y es una movida muy interesante. Está explicado en dos pinceladas en la entrada que publicamos hace unos días en nuestro blog, pero el resumen es que llevamos desde el lunes sumidos en una auténtica invasión Bar-Bars, con proyecciones cinematográficas, exposiciones y un montón de conciertos de grupos de todo tipo: rock de todos los colores, ska latino, céltica... Y eso en más de 150 bares distribuidos por casi toda Francia. Casi toda? Si, hay dos puntos negros en Alsacia y en nuestra querida Normandia, pero el resto del hexágono está ocupado por los Bar-Bars. Y por si fuera poco, tenemos la suerte de que nuestro bar-oficina oficiosa de Festivaleros! Toulouse, el mítico Vasco Le Gamma, forma parte del circuito.

Fue allí donde conocimos a David , un heroico mensajero llegado del Norte para coordinar el festival en Toulouse. Heroico, porque lo de este festival nos parece realmente épico. Todo surgió de un movimiento asociativo en Nantes hace más de diez años pero su mensaje se extiende como una mancha de aceite: el derecho a la fiesta, el derecho a la cultura, el café cultural como marco del intercambio y punto de encuentro entre público y artistas. El mensaje es doble, matiza David, en efecto, una vertiente es la defensa de los cafés como espacios culturales, pero hay una segunda vertiente: la prevención. El colectivo Culture Bar-bars une a sus acciones de apoyo a la cultura y defensa de los pequeños establecimientos, la promoción del consumo razonado de alcohol.  Si quieres beber, es mejor hacerlo en un bar que en la calle, en un entorno agradable y sin correr riesgos. En ese sentido, por ejemplo, van encaminadas medidas como el sistema de navettes gratuitas puesto al servicio de los festivaleros del Bar Bars de Toulouse, hasta un radio de treinta kilómetros en torno a la ciudad. El lema es "Bar-bars te acompaña a casa". Todo ello para dejar sin argumentos a las autoridades, que tienen tendencia a temer todo lo que no controlan, a los grandes tiburones de la hostelería y el ocio, a los que les encantaría servirnos la misma taza del mismo café en todos los rincones del planeta y a la Francia comme il faut, que siempre se empeña en sospechar de todo lo que suena demasiado festivo... todos esos, en fin, a los que les gustaría ver cerrados los pequeños locales y a la gente callada y en la cama a las diez.

Bueno, David, y qué pasa con esos puntos a los que todavía no ha llegado el movimiento Bar-Bars? Probablemente, el año que viene el movimiento asociativo se extenderá a Baja Normandia, y el Nordeste se irá incluyendo poco a poco. Al colectivo le supone un enorme esfuerzo humano mantener su influencia en el territorio conquistado porque se trata de sostener a sus asociados durante todo el año y no simplemente de verse una vez al año para el festival y la recogida de cotizaciones, hay que mantener una comunicación casi continua con los locales militantes y estar pendientes de sus sugerencias, sus problemas e inquietudes. Montar algo así, cuando no eres una gran productora sino una plataforma ciudadana, lleva mucho tiempo y muchos kilómetros recorridos a lo largo del año. Pero nos deja claro que el esfuerzo vale la pena y que el avance es imparable.

A los Festivaleros! todo esto nos suena a gloria y nos parece que en España estaría bien tener algo así. La FIESTA con mayúsculas y en positivo como forma de conocimiento y de intercambio es algo por lo que se conoce a los españoles en todo el mundo y, no obstante, siempre ha tenido alrededor las mismas sombras amenazadoras. Qué bien nos vendría una invasión de la Culture Bar-Bars en estos tiempos inciertos en los que, por paradoja, amenazan con cerrarnos los bares los que pusieron la esperanza en la botella.

Dr. J

ver Articulo sobre el Conflicto de los Bares y el Botellon en el centro de Madrid en "20 minutos" (aqui)

Porque los cafés son actores sociales, culturales y económicos,
Porque el bar es un lugar de proximidad,
Porque la fiesta es un derecho y cultura para todos,
el colectivo culture Bar-Bars continúa desde hace mas de diez años
sus reflexiones, sus proposiciones, sus acciones, su festival!

 Así acaba el manifiesto del colectivo Culture Bar-Bars, una iniciativa ciudadana surgida en Nantes hace más de una década con la intención de defender los pequeños cafés ante la presión de las monstruosas cadenas multinacionales de cafeterías y restaurantes y de la legislación de las municipalidades francesas que pugnan por un cierre cada vez mas temprano de bares y cafés, con el pretexto del silencio y el orden público, sin pensar que de ese modo fuerzan al cierre a una buena cantidad de cafés que son auténticos espacios de intercambio cultural. Como acción para mostrar la importancia y el potencial de este tipo de locales en 1999 vio la luz el primer Festival Culture Bar-Bars.


Vasco Le Gamma: uno de los locales Bar-Bars de Toulouse
En unos pocos años el fenómeno ya se había extendido por todo el país.   El principio es sencillo: durante los días que dura el festival, cada bar organiza su programación con cualquier tipo de manifestaciones: exposiciones de fotografía, dibujo o pintura, teatro, conciertos,  instalaciones de vídeo o decoración... Los objetivos principales: ayudar y promocionar la práctica artística y a la difusión emergente de una cultura ecléctica. A que suena al festival que todos queremos tener en nuestra ciudad? Este año el Festival Culture Bar Bars tendrá lugar entre el 23 y el 27 de Noviembre y cuenta con 169 bares participantes repartidos por 34 ciudades francesas. Tenemos la suerte de tener  en Toulouse 20 locales que forman parte del festival, entre ellos algunos bares míticos de la ciudad como La Loupiote, Le Dubliner's, Le Filochard, La Dynamo, Larsen Lupin y, sobre todo, el Vasco Le Gamma, que desde hace unos meses se ha convertido en la sede oficiosa de la sección toulousana de los Festivaleros! . Folk Blues, Jungle Jazz, Metal, Pop Folk Groovy... la cosa promete, no se hable más, a finales de noviembre, nos unimos a la invasión Bar Bars!

Dr. J