Llegamos al recinto del En Vivo entre un gentío que como lemmings iba de un lado para otro, sin saber muy bien si dar una vuelta por los distintos escenarios o quedarse en el principal esperando la hora de la aparición más esperada del finde. Durante los días anteriores se nota en el ambiente que mucha gente estaba con un oído puesto en los conciertos y la mente puesta en el sábado por la noche.

Pues bien. El sábado llegó. El recinto, abarrotado. El clima dando un respiro después de mucha agua derramada los días anteriores. Hay calma en el ambiente. Un murmullo nervioso ronronea por el aire, la gente está mirando el escenario vacío con ansia. Incluso La Luna, escondida días atrás, ha sido la primera en llegar y allí se encuentra en primera fila, expectante, llena, observadora y observada - vi al Robe mirarla de reojillo de vez en cuando -. Ella no podía faltar a la cita, por muy lejos que se encuentre. Debajo de Ella, a 45.000 personas les hierve la sangre deseando que la música empiece a sonar

Y Robe salió al escenario como un anti-héroe ante un ejército que le venera, un ejército que no tiene banderas, sólo un corazón y el alma ensanchá.

- Buenas noches a todo el mundo, ya os teníamos ganas! - grita Robe para presentar la siguiente canción.


Ningún grupo como Extremoduro tiene ese efecto en la gente, ya sea en directo o en cinta de casette. Es increíble. Ninguno provoca esa atracción y conexión de esa manera, ese sentimiento personal y colectivo. Personal porque, en mi caso, el Robe me canta a mí directamente, me cuenta las cosas a su manera y yo las entiendo a la mía. Y poca gente entiende a Robe de la manera que yo lo entiendo. Cada vez estoy más convencido de ello. Y colectivo porque para mucha gente Extremoduro es un grupo de cabecera, al que se vuelve una y otra vez buscando sensaciones que sólo ellos transmiten.

Romántico, crudo, emocionante, canalla, visceral, rabioso, un tanto autodestructivo... verdadero. La gente nota esa verdad, contada de una manera que nunca se les hubiera ocurrido, y se sienten mucho más cerca de los demás que sienten lo mismo.

El concierto es una mezcla de himnos antiguos y canciones nuevas que todavía no tienen ese estatus, - igual porque hay gente que pretende que Robe siga escribiendo un Deltoya año tras año, y eso no puede ser -. Aún así la mezcla es un tanto desaliñada,  podríamos decir, acorde al personaje, que desgrana canciones, fragmentos de poemas, grandes pasajes musicales, se sienta y proclama que lo importante no es cambiar el mundo sino luchar para cambiarlo, el resultado me la suda! Un concierto para vivir sin prisas, paladeando cada canción, cada momento y cada detalle. Con el sentimiento #29S más que presente en la multitud.

Al final el grupo se queda solo en el escenario dando los últimos coletazos guitarreros al show, se les nota contentos, divertidos. Se lo han pasado bien. Nosotros también. Hemos cantado, reído, gritado, y alguna lagrimilla igual se nos salió sin permiso. El Robe desapareció de escena hace un rato y ya no vuelve a aparecer. Pero bueno...es el Robe, y ya le teníamos ganas.

Bueno, y espero que despues de esta noche, y después de todas las noches, os acordeis de nosotros igual que nosotros nos acordamos de ustedes.
Bribliblibli!

kboy

Salir by Extremoduro @ En Vivo Fest 2012
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