Trece de Octubre. El calor del verano indio seguía azotando la Ville Rose. Lo primero que hice esta mañana al llegar al despacho fue abrir un poco las persianas, lo justo para dejar pasar los rayos de luz imprescindibles para poder leer con lupa y no chocarme con los muebles. Al accionar el ruidoso ventilador de aspas metálicas, algo se puso a revolotear sobre el escritorio. Un nuevo dossier. En la portada, en letras rojas, un nombre y una clave: José Luis Gutiérrez, Iberjazz. Me serví un trago de Perrier y lo abrí por la primera página. José Luis Gutiérrez, músico vallisoletano. Descolgué el teléfono y marqué el nueve. Se puede saber quién nos ha hecho el encargo? Al otro lado de la linea la voz átona inconfundible de mi secretaria: Los Festivaleros!, señor J... quiere que le traiga un café?. No gracias, colgué de un 
golpe y se me escapó un suspiro exasperado. Volví a abrir el dossier. Iberjazz. Jazz Ibérico... No hay página en Wikipedia pero ...  José Luis Gutierrez... músico vallisoletano...saxofón...  En seguida me di cuenta de que no se trataba de un recién llegado: formado en el conservatorio de Valladolid, profesor en el conservatorio de Zamora, una carrera llena de proyectos con los que se ha paseado por medio mundo y por una larga lista de festivales (entre ellos el Jazzaldia de San Sebastian y el Festival de Jazz de Vitoria!), director artístico de los festivales UniversiJazz de Valladolid y La Granjazz y una palabra que le sigue como una sombra: Iberjazz. En la pagina oficial del saxofonista se cita al compositor Lopez de Guereña describiendo el estilo del artista como "el silencio asesino"... mmm... sospechoso! y en ella se habla de Iberjazz como una "recuperación de las músicas ibéricas de alta calidad y verdadera originalidad", es decir, como si fuera un estilo o una corriente musical. Siguiendo con mis pesquisas encuentro discos editados con el sello Iberjazz y eventos organizados por media región castellanoleonesa que llevan asociada la misma misteriosa marca... Demasiados cabos sueltos... Por suerte, José Luis Gutiérez toca esta noche en Toulouse, así que hay una manera muy sencilla de encontrar respuestas a tantas preguntas: presentarse de incógnito en el Automne Club y salirle al paso.

El Automne Club
Estoy en el patio del edificio del Conseil Général de la Haute Garonne. El Automne Club es un club de Jazz ficticio montado expresamente para el festival Jazz sur son 31. Guardo en el bolsillo interior de la americana lo que queda de mi cigarrillo de chocolate y me dirijo a la entrada con paso decidido. El portero mira mi billete y con un gruñido me hace un gesto con la cabeza para indicarme que puedo pasar. Como no llevo el sombrero festivalero, no me ha reconocido. Me encuentro en una gran sala con varias filas de butacas formando una discreta platea frente un escenario aun vacío. Las mesas del nivel superior, incluyendo las de los privados con paredes de espejo, están todas ocupadas, así que me busco un discreto rincón entre el público y espero como cualquier espectador la salida  a escena del José Luis Gutiérrez Cuarteto. Las luces se apagan y la sala queda en penumbra. El público recibe a los artistas con una ráfaga de aplausos. Del saxo de José Luis Gutiérrez salen sonidos de viento marino, de patio de luces con ropa tendida, de trabajo en el campo, de fiesta de pueblo. Un desgarro de tragedia y alegría. Dicotomias hispánicas. Empiezo a comprender el Iberjazz. Sancho al saxo, Quijote al clarinete. José Luis entra en éxtasis, ora cierra los ojos y siente cada nota que se escapa de sus instrumentos, ora los abre al infinito, soñadores, alucinados, soplando acordes con la sabia intuición de un maestro vidriero. Recuerdos de La Escuela, Ensaladas de Frutas (Fruit Salad), Tradición y contradicción... Lo acompañan la guitarra soleada de Luis Giménez, la percusión artesana del batería Tommy Caggiani y el brillante contrabajo de Marco Niemietz. De una caja mágica, salen un sinfín de instrumentos imposibles, sonidos de muelles, tormentas, chicharras... Al final del concierto el público toulousano aplaude a rabiar, completamente poseído por el Iberjazz. Las luces se han vuelto a encender. La sala se está vaciando. Es el momento de resolver nuestras dudas.

(continuará...)

Dr. J 

José Luis Gutiérrez, sabio maestro vidriero
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2 comentarios hasta ahora. Añade el tuyo

  1. Menuda mierda el Iberjazz y Jose Luis Gutierrez , un timo en toda regla.

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  2. Gracias por la opinión, Anonim@. Lo cierto es que por aquí la gente se quedo bastante convencida con la propuesta de JLG. Claro que por un lado para gustos los de cada uno y por otro mierda y timo son una manera bastante simplificada de exponer una opinión. Si la quieres ilustrar con detalles y/o argumentos, son bienvenidos! Y si no... pues nada.

    Saludos!

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