La idea no es nueva.

Entre tanto guitarreo, electrónica, ska, reggae, hiphop o trompetas balkanizadas, algunos festivales multitudinarios de corte pop/rock eligen de vez en cuando a artistas que a priori no se nos ocurrirían cuando nosotros como público pensamos en posibles carteles.

Pasó cuando Raphael fue al Sonorama o cuando Los Chichos fueron al Primavera Sound.

Pero aquí me refiero más a artistas del "mainstream" más americano y farandulero. Míticos pop-stars. El debate sobre si este tipo de artistas deberían tener cabida en según qué tipo de festivales es un debate que puede durar vidas entre quienes nos gusta filosofar sobre música y su relación con las personas, y más tiene que ver con cómo cada uno entiende la música, los festivales y el mercadeo de sueños en general.

Así, mucha gente puso el grito en el cielo cuando Jay-Z o Beyonce actuaron en el santuario de Glastonbury, pero las entradas se vendieron, el mítico escenario de la Pirámide se llenó, la gente gozó en sendos conciertos y el mundo no se paró. A mí me salieron sarpullidos y estuve un ratito sin respirar del todo bien. Se me pasó cogiendo la guitarra y tocando 'Don't Look Back in Anger'.

Sziget Festival, por poner otro ejemplo, tradicionalmente dedicado al rock en el sentido más amplio del término, se licencia en los últimos años con algunos artistas de corte más, digamos, "comercial" en el sentido perverso de la palabra. No porque no sean artistas a tener en cuenta, que a veces también, o porque no sean capaces de facturar canciones decentes y revestirlas de una producción más o menos de vanguardia, que lo son, sino por su relación con los medios, con el estrellato y con circuitos que tienen que ver más con la farándula y el show business que con la música.

Englobo aquí a cabezas de cartel de los últimos años, véase, Robbie Williams, Rihanna o Sia, que con mayor o menor acierto en la ejecución del concierto- Robbie cumplió bastante bien pero el caso de Sia el año pasado fue bastante lamentable, por ejemplo-, seguro que han logrado atraer a muchos miles de personas a un festival al que de otro modo... ¿no hubieran ido? Nunca se sabrá, pero es innegable que elegir a ese tipo de artistas cambia la percepción sobre el rumbo musical de un festi.

Claro que también hay algunos que recorren los mejores festivales por el mero hecho de esa buena relación con el negocio y sus tentáculos, sin aportar absolutamente nada de relevancia a lo que hacen, caso por ejemplo de David Guetta.

¿Somos snob por pensar que ciertos artistas son aberraciones en el cartel de ciertos festivales porque no son de nuestra cuerda? ¿Que atentan contra su esencia? ¿O la aberración es que los programadores pasen de eso y se unan al mercadeo?

Pues eso, que P!nk hará este verano 3 o 4 conciertos en Europa, ha sido ya confirmada en el V Festival en UK y en Sziget Festival en Budapest el 9 de Agosto en el primer día de su 25 edición, y me he preguntado tres minutos qué hace que los programadores de festivales piensen en ella para ponerla en un cartel al lado, por ejemplo, de PJ Harvey. Pero ya se me pasó. Sólo espero que no haga su versión de 'Bobby McGee'.

kboy

P.S.  P!NK... quién carajo se pone una exclamación en el nombre!
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