Son las siete de la tarde y en los alrededores de la Joy Eslava ya se advierte que no es una tarde cualquiera. Desde antes de las siete ya hay colas. Falta una hora para que abran puertas y casi dos para que empiece el concierto, pero los devotos de Celtas Cortos quieren estar en primera fila este 20 de Abril.
El concierto arranca a eso de las nueve de la noche con una sala llena y una media de edad más bien alta, sobrepasando la treintena. Es lo que tiene llevar tres décadas dando guerra sobre el escenario. Y, como los propios Celtas Cortos gritan "las cosas han cambiado", vaya que sí! Un ipad sobre el pie de micro del Cifu va marcando las letras y el orden del concierto, los cinco euros del tercio de cerveza quedan muy lejos de los precios en pesetas de las fiestas del pueblo, los looks afterwork de buena parte del público apenas recuerdan las camisetas con las que en los noventa lucían esas mismas personas en las plazas de Castilla y, los 25 euros de la entrada... bueno, son inevitables los chistes (qué se lo digan a JJ Vaquero y su intro del concierto que lo clavó).
Pero también hay cosas que no han cambiado, como los nervios, los de propio Cifu cuando se dirige al público, sus historias alrededor de la lumbre, al calor del hogar, esas expresiones imposibles, la "estulticia tenebrosa" que sigue dominando en buena parte de las calles, esa sensación de estar "más a gusto que en brazos" como ellos mismos reconocen. No han cambiado tampoco sus letras, sorprendentemente de actualidad pasen los años que pasen. De actualidad El Emigrante, de actualidad Haz Turismo, de actualidad Tranquilo Majete, de actualidad Skaparate Nacional. Definitivamente estos chicos son unos visionarios.
Y sobre todo, sobre todo lo que no ha cambiado es ese sonido inconfundible. Esa flauta, ese saxo, las guitarras, el aroma irish que se respira en todo momento, la mezcla de todo para trasladarte a tu infancia, tu juventud, tus primeros recuerdos de conciertos en directo y a tantas noches recordando sus letras. Todo suma para sentir que has vuelto a encontrarte a tus viejos colegas rodeado de tus amigos que se desgañitan mientras suenan los primeros acordes de 20 de Abril interpretada junto a Rozalen. No tengo nada contra ella y cierto es que mantuvo el tipo, pero en una fecha tan señalada, en un concierto tan señalado, ese 20 de Abril debería haber sido para ellos solos. Igualmente, sorprendió que ese 20 de Abril no fuera el colofón definitivo del concierto, ese momento álgido con el que te quedas cuando se encienden las luces. Definitivamente algunas cosas han cambiado.
Con la piedra angular y leitmotiv del concierto ya tocada sólo quedaba esperar la última sorpresa. Y ahí no fallaron. Desaparecieron con No Nos Podrán Parar para volver con la sala en penumbra y un sólo de violín que poco a poco se fue convirtiendo en una intro mágica... La Senda del Tiempo. Y ahí sí, ahí desfilaron todos esos recuerdos de una vida. Éramos tan jóvenes!
Dos horas de nostalgia, recuerdos y música de la de antes, con letras de las de antes. Hasta la próxima amigos!
J&B
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Y ahí sí, ahí desfilaron todos esos recuerdos de una vida. Éramos tan jóvenes!
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