Rozalén en el Festival de Les Arts

Los pasados 7 y 8 de junio tenía lugar la quinta edición del Festival de les Arts.

Un festival con espíritu sostenible, ubicado en un lugar emblemático y privilegiado: la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Con carácter urbanita y sin polvo en los pies, un gran espacio seccionado en diferentes zonas para el desarrollo del festival. Una parte orientada a la venta de productos sostenibles (Les Arts Market), una para los más pequeños (Les Arts Kids), una gran zona de restauración y tres escenarios (Heineken, Coolway y Brugal).

En general, no se pasaron con los precios y estaba todo muy limpio, cosa que siempre se agradece. En cuanto al sonido en general, hubo de todo, la verdad. De bueno y de no tan bueno.

Shinova en el Festival de Les ArtsEl festival contaba, en cuanto al panorama musical valenciano, con artistas como: Zoo, La Plata, Peranoia, Valira y Carmen Boza. En cuanto al terreno nacional; Fangoria, Rozalén, La M.O.D.A, Shinova, Iván Ferreiro, Zahara, Vetusta Morla o Dorian, entre otros.

Destacaré algunas de las actuaciones. Zoo nos sorprendió muy gratamente, sobretodo, en cuanto a la masiva afluencia de público que se acercó hasta un escenario no principal para poder disfrutar de su directo. Valira y Shinova sonaron especialmente bien. Vetusta Morla tienen un directo increíble y se meten al público en el bolsillo desde el minuto cero. Fue curioso ver a Fangoria por primera vez sobre un escenario. Amaia y Zahara transmiten muchísimo, potentes voces y sobrada simpatía. Iván Ferreiro disfrutó su concierto como nadie.

Festival de Les Arts


Y me centraré en el concierto de Rozalén y en toda la Magia que esta banda nos ofreció.

Posicionada en la cresta de la ola de la canción de autor a nivel nacional, a las 21.15 del viernes y ante un público deseoso, irrumpía en escena Rozalén.

Acompañando siempre a esta albaceteña, encontramos a Beatriz Romero, interpretando en lengua de signos todos los temas. Ofrecen un concierto totalmente inclusivo, dirigido a todo el mundo sin excepciones. Es difícil saber cuál de las dos, Beatriz o Rozalén, transmite y siente más, son magia. Y es que la música también se puede escuchar por los ojos.

Esta familia, a nivel musical, son muy buenos en todos los géneros por los que pasean, pero a nivel humano, no les gana nadie. Optimismo, amor, empatía y un discurso tremendamente positivo sobre la vida y “luchar por lo que uno quiere” es lo que nos ofrecen en directo.

Empezaba el concierto con “Será mejor”. Una canción profunda que narra como la idolatría, solamente nos puede llevar a sentir sufrimiento y decepción. “El Hijo de la Abuela” cuenta la historia de abuelas que acogen vascos rebeldes. Como Miguel que, con 20 años, fue desterrado por sus pensamientos en plena Dictadura y acogido por la familia de Rozalén en Letur.

“Vivir” es un verso a la vida y fue compuesta para la Asociación Española contra el Cáncer. “Justo” cuenta la historia de su tío abuelo que murió unos días antes de que se acabara la Guerra Civil. Sus restos fueron encontrados en una fosa común hace unos meses gracias a esta canción.

“Amor prohibido” relata la historia de cómo se conocieron sus padres y lo “ilegal” que era su relación ya que su padre era cura. Y haciendo una llamada a esas personas mágicas que todos tenemos a nuestro alrededor y, que no siempre identificamos o valoramos como se merecen, bailábamos escuchando “Las Hadas Existen”.

La parte más flamenca y folclórica del concierto: “Me arrepiento”, “Tu nombre” y “Asuntos Pendientes”. Los mini monólogos que ofrece entre canción y canción dan una dimensión extra al concierto, ya rico de por sí.

“Bajar del Mundo” referencia esos momentos que nos gustaría congelar cuando estamos metidos en nuestras habitaciones y no queremos saber qué pasa tras esas paredes. El amor de piel de una noche de “Dragón Rojo”, un capricho pasajero.

“Comiéndote a besos” es el amor incondicional, completo y absoluto. En particular esta canción nos pone en la piel de alguien que se enamora de otra persona con VIH.

En la parte final del concierto “Saltan Chispas”. Y es que cuando se despierta de una pesadilla, cuando comienzas a ver el sol, cuando el miedo no te invade, saltan chispas. “80 veces” es un potente desamor, pero llevado con mucho sentido del humor.



“La puerta Violeta” es liberación, la venda que se cae, un portazo al maltrato. Es feminismo, igualdad y esperanza. “Girasoles” es un canto a la gente buena, a los que facilitan la vida de los demás.

Y como no podría ser de otra manera, un final que lo resume todo, un juego de diferentes registros. Sonaba “Respect” mientras Rozalén nos presentaba a su familia de escenario. Uno a uno bailaba el Drum and Bass tras ser nombrado. Luego, interpretan todos en lenguaje de signos parte del tema. Y una reflexión convertida en proposición y locura final: “Tenemos dos opciones frente a la vida: o bailamos o no bailamos. Y aquí, bailamos”.

Rozalén es apología de la felicidad, del optimismo, del derecho de las minorías y de la vida. Un grito por un mundo violeta, libre y feliz. Es el festival de las buenas intenciones por un mundo mejor servido con las mejores sonrisas.

Ese mágico momento en que la música atraviesa el alma.

Anna Cupa 

Punt Violeta

Festival de les Arts

Zoo en el Festival de les Arts

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