Para acompañarles y calentar el ambiente habían decidido rodearse de unos experimentados DeBruces, que a pesar de llevar tiempo en esto, todavía no han terminado de hacerse con un público fiel. A las 20:30 y con una sala todavía fría, saltaban a la palestra los de Hortaleza. Siendo conscientes de que tendrían poco tiempo (luego hablaremos de esto), se dedicaron a hacer lo que mejor saben, tocar.
Durante su actuación contaron con algunas colaboraciones como en el tema 'Castillos de Arena' en el que en el disco colabora Fernando de Reincidentes. También pidieron la colaboración de un grupo de chicas para que subieran a cantar uno de sus temas más reivindicativos en contra del maltrato a las mujeres. A pesar del corto y frío concierto, los pocos que pudimos disfrutar de la escasa media hora de actuación lo disfrutamos. Por poner un pero, eché de menos un gran tema como Agazapado. Quizás en otra ocasión.
Pasadas las 21:30 salían tras una breve intro, Free City al escenario. Al grito de guerra, “Somos Free City y hemos venido a quemar este p*to escenario!”, comenzaban a sonar los acordes de 'Fantasmas'. Con un Peib tan hiperactivo como siempre empezaban a devorar temas con un público metido en el concierto desde la primera canción. La sala presentaba ya otro aspecto mucho más aseado. Dicho esto, tras ver el paso de ellos por Madrid la última vez, esperaba más público.
A su favor diremos que quizás no era el mejor finde al tratarse de un puente festivo en Madrid, y que en su anterior visita vinieron rodeados de Kamikazes, una banda que empieza a mover bastante gente en Madrid. A pesar de esta situación, poco pareció importarles. Ellos vinieron a tocar y disfrutar. Su gente se lo estaba pasando bien y ellos también. El momento álgido de la noche llegó cuando comenzaron a sonar los acordes de 'Lo mismo'. Los asistentes allí presentes comenzaron a corear su estribillo tan pegadizo, con la complicidad de la banda. Y cuando más entusiasmada estaba la gente... llegó el final.
Un coitus interruptus en toda regla. Con uno de los guitarras haciendo de hombre orquesta a la batería, mientras tocaba su guitarra, se despedían al grito de 'Somos Free City'. Buen bolo de los vallisoletanos, que a pesar de no ser el mejor finde para venir a Madrid, consiguieron congregar a sus fieles y entretenerles durante la escasa hora de actuación.
Queríamos hacer un inciso, respecto a un asunto que nos está empezando a preocupar. Estamos peligrosamente dirigiéndonos cada vez a conciertos de menos duración. Desconozco cual es el motivo principal, no sé si es un tema de restricción de horarios por parte de las salas/discotecas, si es un asunto de que al meter más bandas, el tiempo se acorta, no lo sé, pero lo que no me parece de recibo, es que a un artista se le dé media hora de actuación, o al artista principal una hora de actuación.
Para empezar, por el propio respeto al artista. En una hora de actuación, cortas a la banda, cuando ya está empezando a sentirse a gusto encima del escenario. Por no hablar del público, el que quizás pueda sentirse defraudado por pagar una entrada a un precio cada vez más elevado, y por el contrario está disfrutando de un show cada vez más corto. Creemos que algo tiene que cambiar, porque la moda de conciertos exprés, creo que no hace ningún bien a nadie. Es una reflexión que dejo en el aire, y que esperemos sirva para replantear la estrategia de los conciertos a las partes implicadas, bien sea la banda, el promotor, la sala o el mismo público.
Hecho este inciso, quiero matizar que esta reflexión no viene ni mucho menos por el concierto de Free City y DeBruces. Esta reflexión viene porque es una tendencia que ya estamos comprobando desde hace un tiempo en otros muchos conciertos, de artistas mucho más consagrados, y que dan conciertos en recintos mucho mayores.
Queremos cultura, y queremos cultura de calidad y bien tratada
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