Son las... No sé... Dos, tres, cuatro de la mañana? Tres festivaleros (los Tres Festivaleros) regresan de un concierto sanos y salvos (qué no todo el mundo lo puede decir). Acaban de llegar a casa no sin antes asegurarse de haber cerrado algún que otro bar...
Así podrían empezar muchas de las crónicas que has leído y seguirás leyendo aquí. Pero no es una noche cualquiera. Las casualidades, un concierto y, como muchas veces, el empeño por hacer posible lo imposible por parte de kboy, han conseguido que, por una noche en mucho tiempo, se vuelvan a juntar los Tres Festivaleros, los mismos que hace ya muchos, muchos años unieron sus locuras para crear este medio.
Esa fue la última vez que escuché al Robe. Lo hicimos juntos, filosofando, arreglando el mundo y conversando (sí conversando, palabra complicada en estos tiempos difíciles) sobre quién era el mejor compositor, autor, poeta, letrista en español. Así hace su magia Robe.
Tres festivaleros que llegaron hasta él por caminos distintos, desde gustos casi opuestos. Y es que, sí, al final todos los caminos conducen hasta el Robe. Capaz de engancharte porque descubriste un personaje, un poeta que era paisano tuyo y que había hecho un disco con sus poemas. Podías haber llegado a él desde el pop, desde los cantautores, desde el rock, desde Extremoduro, o, si eres más veterano, desde Platero porque, que quede claro, por aquel entonces tú eras más del Uoho que del Robe. Pero al final te has hecho de los dos. Así funciona la magia del Robe.
Su energía atrae a todo el mundo. Su presencia hipnotiza sobre el escenario. Sus silencios son más intensos que sus intros. Sus versos antes de empezar cada canción te transportan hasta su mundo mágico. Una luz blanca iluminando su silueta con el resto del escenario a oscuras. Ese es el Robe.
No hay una canción del Robe. Eso es imposible. A esa conclusión he llegado después de horas y horas de charlas descubriendo una nueva letra, una nueva frase. La que creía que era su mejor canción hasta ese momento ya es la segunda porque otra me acaba de atrapar. Sus canciones no tienen prisa, saben que van a tener su espacio. En algún momento vital la vas a encontrar y durante un tiempo será tu canción. Y luego será otra, y otra, y otra... Puro Robe.
Aquella noche, mientras Dr. J y kboy seguían conversando y descubriendo una nueva frase en sus canciones, me dormí acunado por sus letras. No se me ocurre una manera mejor.
Qué putada nos has hecho Robe! ¡Hasta siempre, siempre, siempre!
J&B





Un faro menos en la costa del librepensamiento para transitar por esta noche oscura del dogmatismo alienado y la conversación auto censurada.
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