BBK Live 2016, Kobetamendi, Vistas Bilbao

Después de descorcharse con Arcade Fire y ponerse un poco nostálgico con los Pixies, el BBK Live se había reservado una interesante traca final para despedirse por todo lo alto. Aunque este año se han echado de menos grandes nombres como el de Muse -sin duda, lo mejor del décimo aniversario-, el sábado se demostró que Kobetamendi siempre tiene ganas de marcha. En la noche del sábado, el último asalto, el protagonismo se lo disputaron Tame Impala y Foals.

Decidimos entrar cuanto antes al festival y sentarnos a disfrutar de la música de Soleá Morente. Seguimos sin explicarnos del todo por qué entró a formar parte del cartel, aunque fue una propuesta interesante, uno de los versos sueltos de esta edición. Horas antes, en uno de los conciertos gratuitos de la mañana, ya había sacado a pasear por el centro de Bilbao su gracia andaluza y el duende que heredó de su padre, el extrañado Enrique Morente.

Con las laderas bastante concurridas -el sol volvió a dignarse a salir-, llegó el turno de Courtney Barnett, que salió dispuesta a hacer honor a su apodo. La ‘Kurt Cobain australiana’ invitó a hacer un viaje a los 90. Su voz desgarrada y sus guitarras pusieron en pie a los festivaleros. Especialmente satisfechos acabaron en las primeras filas. Poco a poco fue desgranando los temas de su único y descarado álbum, Sometimes I Sit And Think, And Sometimes I Just Sit (2015) (‘A veces me siento y pienso y a veces solo me siento’), banda sonora para agitar la melena.

Father John Misty, BBK Live 2016Justo después, el encargado de que los ánimos no decayesen fue Father John Misty. En el escenario secundario, Joshua Tillman acabó por los suelos. Directo al foso tras menearse más de la cuenta al borde del escenario. Se repuso con elegancia y vuelta al ruedo. The show must go on.

Y tras unos entrantes de lo más jugosos, llegó el primer plato. Tame Impala entró en escena con sus ritmos psicodélicos. Los festivaleros entraron en trance. Literalmente. Kevin Parker y compañía irrumpieron con ‘Nangs’ y siguieron subiendo los ánimos gracias a ‘Let it happen’. Momento estelar. ‘Why won’t you wake up your mind?’, ’Why won’t they talk to me?’ y, por supuesto, ‘Elephant’ fueron coreadas con fuerza. Era el último día del festival, así que no hacía falta reservarse la garganta. ‘Eventually’ fue un claro ejemplo de ello. Y la despedida fue apoteósica con ‘Feels like we only go backwards’ y ‘New person same old mistakes’.

Podría haber sido el concierto de transición. Ese en el que aprovechas para comer un bocata y esperas el cambio de instrumentos para que la música suene por última vez en el escenario principal. Pero Editors quisieron reivindicar su lugar de la mano de su intenso post-punk. Tom Smith se presentó en Kobetamendi con capucha y con ánimos de poner todo patas arriba. Lo consiguió especialmente en los compases finales, cuando sonaron clásicos como ‘Munich’ y ‘Papillon’.

Pero lo mejor estaba por llegar. Foals se dio un auténtico baño de masas y ofreció uno de esos conciertos que cuesta trabajo olvidar. ‘Snake Oil’ fue la primera toma de contacto y el momento de ir enganchando al personal llegó con ‘My number’, un hit que siguieron tarareando los festivaleros incluso cuando los operarios desmontaban ya el escenario principal. Y a partir de ahí… todo hacia arriba. Se metieron a Bilbao en el bolsillo casi sin esfuerzo, yendo de menos a mucho más.

Pogos de fans y auténtica pasión desde el escenario. Yannis Philippakis se dejó querer. Se desgarró la garganta en unos temas que sonaban bastante más animados que los de estudio. Se lanzó al público, que respondía multiplicando su entusiasmo. Volvió a mezclarse con la gente para darse un paseo entre sus seguidores, con el rock como perfecto hilo conductor.

Foals, BBK Live 2016

Eso sí, también hubo tiempo para ponerse especialmente intensos. ‘Spanish Sahara’ estuvo acompañada por un gran juego de luces que contribuyó a crear una atmósfera intimista. Duró poco. Vuelta al éxtasis con ‘What Went Down’ mientras convencían incluso a quienes apenas les habían escuchado un par de temas en Spotify. Sin duda, el de Foals fue uno de los mejores conciertos del festival y una muestra de por qué fueron recibidos como cabeza de cartel. Todavía sigue en estribillo de ‘My number’ en nuestras cabezas mientras empezamos a hacer apuestas para el cartel del año que viene.

Maiztegi
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