Desakato, rivasrock, pepo, pogo

La quinta edición del Rivas Rock se presentaba como la confirmación de un festival que ha crecido en poco tiempo. Así lo pudimos observar con la ampliación de servicios dentro del recinto, por ejemplo con varios puestos de comida y bebida que no había en ediciones anteriores, así como con lo más importante de un festival, la música y el cartel.

Lo primero que llamaba la atención del cartel, era el orden de actuación. Grupos acostumbrados a tocar en “prime time”, les tocaba dar el callo en un horario más temprano de lo habitual. Así les pasó a Desakato, que fueron los encargados de abrir fuego. Y lo hicieron, como sólo ellos saben hacer, a discreción. Primeros acordes y Pepo, ya estaba en el foso, animando a la gente a caldear el ambiente, “no hay excusas, eh?, que estáis todos frescos, no seáis zorros...”. Dicho y hecho, primera canción, primer pogo con Pepo surfeando las primeras filas de los fans incondicionales.

Parece ser que Desakato no quería guardarse ninguna bala en la recámara, así que ya en el tramo inicial, sonaron grandes himnos como “Octubres Rotos”, “La ira de los hambrientos”, “Animales hambrientos”.

Tras un breve parón para que Pepo recuperase el aliento... más madera!. Pidió la colaboración del público para cantar subido encima de la multitud, mientras se formaba un pogo a su alrededor, dando vueltas a su alrededor. Desde luego esta gente a parte de dar conciertos, también da buenos espectáculos. Todo lo que sea innovar, bienvenido sea.

Durante el concierto, Pepo pidió un pogo solo de chicas, para reivindicar el género femenino ante agresiones machistas, haciendo mención al popular caso de La manada.

Se despidieron tirando de otros clásicos como “Cada vez” y “Pánico en Frankfurt” que terminó de saciar el hambre de esos fieros lobos que son los seguidores de Desakato.

EUKZ, eran los siguientes en subirse a escena. Con el listón tan alto que habían puesto los asturianos, era difícil que la multitud siguiese con ese nivel de exigencia, y eso le pasó factura a los castellonenses. Bueno, eso y el sonido, el cual no fue el mejor en el tramo inicial de la actuación. Dicho esto, a pesar de todo, el feo y los suyos dieron un concierto notable, pero quizás sí, con menos ambiente y público que Desakato.

¿Boikot de día? Había que mirar varias veces el cartel, para darse cuenta de que los siguientes eran Boikot. No pareció despistarles a ellos mucho eso, ya que en su línea, mantuvieron un nivel alto. ¿Qué sorpresa nos depararía hoy Boikot? Ya saben su máxima: Ni un concierto idéntico. Pues bien, como reivindicación y en solidaridad con los instrumentistas, salieron a tocar con un Oboe. Eso es originalidad, y no la de algunos políticos. Arrasando, como sólo saben hacer ellos, empezaron el concierto con temas como: “De Espaldas al Mundo”, “Karrastakal”, “Lágrimas de Rabia” o “Bubamara”. También hubo tiempo para la reivindicación femenina, con el coro de voces femeninas que salieron a cantar con ellos en “Bajo el suelo”. También pudimos presenciar el single recién presentado “Hablarán las calles”. Se notó un poco más de poso en este tema en directo, que en su estreno en él viña sonó un tanto acelerado.

La traca final, fue para “Kualkier día” y “Grito en alto”, que fueron las encargadas de cerrar otro buen concierto de los vallecanos.

Segis, rivasrock


Y para mantener la llama viva, que mejor grupo, que los Segis. Placi y los suyos se presentaban en Rivas con ganas tras su reaparición. Velocidad y saltos en el escenario era lo que se veía y palpaba. Eléctricos como siempre, los vitorianos comenzaron a disparar la metralleta con “Mi vida”, “Por ti”, “Euskadi “. Si lo tuyo es el no parar quieto un momento, los segis no pueden sino cautivarte.

Y llegamos al plato fuerte de la noche. Rosendo. El de Carabanchel se presentaba en Rivas, con aires de despedida. Tras anunciar que deja los escenarios este año, con una trayectoria intachable con más de 40 años en las tablas, el madrileño quería agradar en uno de sus últimos conciertos en territorio madrileño. Salió como siempre, sin parafernalias, con su guitarra y poco más. Se respiraba un ambiente con ciertos aires nostálgicos. La audiencia que allí se congregaba no hacía más que corear el nombre de Rosendo a lo largo de su actuación. La cara de la gente era una mezcla de alegría por los recuerdos que le traían las canciones que sonaban, y de tristeza porque sabían que estaban ante uno de los últimos conciertos del maestro.

En lo puramente musical, el concierto comenzó con “Cosita”, “Vergüenza torera” y “El tren”, para seguir con temas más míticos como “Flojos de pantalón”, “Pan de Higo” o “Masculino singular”. No podía poner mejor broche a su actuación que terminar con “Maneras de vivir” y “Navegando”. 90 minutos de pura música, que supieron a poco para los miles de fans que se acercaron a darle uno de los últimos adiós a Rosendo.

Rosendo, rivasrock


Narco y Banda Bassotti, se encargaron de cerrar el festival. No pudimos quedarnos a verlos, así que quedan en el “debe” nuestro, para futuras crónicas.

En Resumen, el Rivas Rock se consolida como uno de los festivales de rock estatal de la península, gracias a su buen hacer y gusto por el buen trato al personal.

Por muchos años del Rivas Rock!

Saltimpunki
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