Los inigualables Gogol Bordello |
Es domingo y el calor aprieta tanto como las ganas de que no se acabe el festival. Estamos en el Main Stage y esperamos entre sol y sombra como los boxeadores esperan a su contendiente en el rincón. Vamos avisados: vamos a ver a una banda de dementes.
El Main Stage explota con la salida de Eugène Hutz, el cantante mostachudo de los increíbles Gogol Bordello. Esqueleto de semblante quijotesco, torso de palomo desplumado, pantalones de boxeo de los que salen dos alambres con zapatillas, tal es la imagen que cuesta ver al resto del grupo sobre el escenario.
Pero para dejar claro que son una banda y no un solo personaje, enseguida se pasean por la primera linea un acordeonista luciendo una gorra con lo que parece una Union Jack, un bajista black setentero, pañuelo en la cabeza y camiseta Motown, un violinista salido de un presidio checo o recién desembarcado en un puerto ucraniano y una asiática escapada de un manga siniestro armada de micro o de gigantesco bombo, según mas convenga a cada canción. En segunda linea adivinamos a un batería de cien brazos y un percusionista latino que se multiplica detrás de las tumbadoras.
Son un verdadero grupo salvaje que desencadena la energía del público sin limites pero sin violencia. Detrás de nosotros un clan de muy jóvenes ucranianos corean cada canción a grito pelao, abrazados y alzando los vasos, lo cual me hace pensar que Pala Tute y My Companjera, son tal vez las canciones de borrachera de su país. Un país de origen del grupo que podría llamarse Immigrania, pero además de Immigraniada, el himno de esta extraña república seria sin duda la absurda e inigualable Start Wearing Purple que hasta nosotros mismos coreamos como buenos ucranianos.
Cuando se despiden los Gogol Bordello, nos quedan ganas de más. Todo signo de melancolía ha desaparecido, igual que la fiebre se marcha con la Tarantela. El Gipsy Punk de estos locos geniales nos ha dejado en el punto justo para disfrutar hasta el final de las pocas horas que nos quedan sobre la increíble isla de Obuda.
El Main Stage explota con la salida de Eugène Hutz, el cantante mostachudo de los increíbles Gogol Bordello. Esqueleto de semblante quijotesco, torso de palomo desplumado, pantalones de boxeo de los que salen dos alambres con zapatillas, tal es la imagen que cuesta ver al resto del grupo sobre el escenario.
Pero para dejar claro que son una banda y no un solo personaje, enseguida se pasean por la primera linea un acordeonista luciendo una gorra con lo que parece una Union Jack, un bajista black setentero, pañuelo en la cabeza y camiseta Motown, un violinista salido de un presidio checo o recién desembarcado en un puerto ucraniano y una asiática escapada de un manga siniestro armada de micro o de gigantesco bombo, según mas convenga a cada canción. En segunda linea adivinamos a un batería de cien brazos y un percusionista latino que se multiplica detrás de las tumbadoras.
Son un verdadero grupo salvaje que desencadena la energía del público sin limites pero sin violencia. Detrás de nosotros un clan de muy jóvenes ucranianos corean cada canción a grito pelao, abrazados y alzando los vasos, lo cual me hace pensar que Pala Tute y My Companjera, son tal vez las canciones de borrachera de su país. Un país de origen del grupo que podría llamarse Immigrania, pero además de Immigraniada, el himno de esta extraña república seria sin duda la absurda e inigualable Start Wearing Purple que hasta nosotros mismos coreamos como buenos ucranianos.
Cuando se despiden los Gogol Bordello, nos quedan ganas de más. Todo signo de melancolía ha desaparecido, igual que la fiebre se marcha con la Tarantela. El Gipsy Punk de estos locos geniales nos ha dejado en el punto justo para disfrutar hasta el final de las pocas horas que nos quedan sobre la increíble isla de Obuda.
Dr. J
Sziget 2011: TransContinental Hustle by Gogol Bordello
Best concert ever... :)
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