Hace unos días que Mad Cool bajaba el telón de su primera edición. Atrás deja tres días intensos con buena música, buen ambiente, buenas colas y alguna que otra polémica. Nosotros hemos preferido dejar que pasaran unos días y una vez asimilado todo lo que hemos vivido allí nos hemos decidido a escribir sobre lo bueno y lo malo de una primera edición que, no ha sido tan Cool como nos hubiera gustado pero que, tampoco ha sido tan Mad como se está diciendo por ahí. Así que, vamos a ello:

Lo Más MAD

Vamos a empezar por lo malo. Y en ese sentido, quizá lo peor fue el encontrarse un sistema totalmente novedoso como el Cashless con un público mayoritariamente novato en esas lides. Festivaleros! ya había probado ese sistema en otros festivales europeos como Sziget, Lollapalooza o Berlín Fest y, creednos, funciona y es muy cómodo. Cuál fue el problema entonces? El no dimensionar. Nosotros, cargamos a través de la aplicación antes de llegar al festi, así nos ahorramos la primera cola de la tarde y pudimos pedir en las barras. Además se añadió la incidencia de que el sistema no actualizaba las recargas y después de la primera cola para cargar tenías que hacer la segunda cola ante las pantallas blancas para actualizar. Eso desesperó, con razón, a muchos asistentes. La organización arriesgó con este sistema pero tenía que haberse asegurado que estaba bien diseñado y preparado para recibir a más de 30.000 personas. El primer día fue un gran caos, luego empezó a funcionar como debería haberlo hecho desde el principio.

Mad Cool 2016 Por cierto, dentro de ese caos, podemos incluir el tema de los vasos reciclables. Unos vasos que estaban marcados a un euro pero que al principio del jueves te cobraban a dos euros porque el sistema no permitía otra opción. Hubo ausencia de información con respecto a la devolución de esos vasos. Unos camareros no sabían nada, otros no estaban seguros. En información contaban la leyenda de que existía una barra al fondo donde podías devolverlos pero en esa barra te miraban con cara de susto. Los más espabilados se hicieron de oro ante la frustración del resto. Es imperdonable también que sólo haya una persona en una barra en todo el festival a la que puedas retornar los vasos. Estamos totalmente a favor de los vasos reciclables pero en todos los festivales en los que hemos estado la devolución de esos vasos se puede hacer en cualquier barra y a cualquier camarero.

Ah! En nuestra modesta opinión los precios tanto de comida como de bebida estaban por encima de lo que entendemos como razonable. Ya esperábamos este nivel de precios pero 9 euros por un mini de cerveza ya sólo se cobra en ciertas salas de la capital (y no todas). Y en cuanto a la comida, resulta sorprendente que la misma food truck ofreciendo el mismo tipo de comida cobre tres euros más que en otro festival, digamos, menos Cool.

Segundo gran punto negro, el parking. De nuevo la informática volvió a jugarle una mala pasada a la organización y el primer día no funcionaron las reservas y al final acabaron aparcando los que no habían reservado (sin pagar) y sin tener sitio los que reservaron. Incomprensible el error, totalmente comprensible el cabreo de la gente. La organización reaccionó y devolvió el dinero a todos aquellos que habían reservado plaza. Detalle que se agredece aunque la mala leche ya no te la quite nadie.

Mad Cool 2016Otra de las cosas más criticadas han sido los accesos a los tres escenarios cerrados de la Caja Mágica. De nuevo la organización volvió a copiar cosas que se hacen en festivales internacionales y de lo que no tenemos mucha cultura en España: restringir el acceso a una actuación según aforo. Aquí el error viene, en nuestra opinión, de no saber dimensionar el tirón de algunos grupos. Django Django, Caribou, Hercules & Love Affair, por poner sólo unos ejemplos, resultaron bandas con mucho tirón que provocó que la pista se llenara en seguida provocando colas y enfados. Pero curiosamente, por ejemplo con Caribou, la cola en la pista era kilométrica mientras en la grada había suficiente espacio para que entrara todo el mundo. Faltó información y saberse mover. Además, no estaban bien señalizados los accesos a la pista de la Caja Mágica o la entrada al Stage Green.

Lo que sí creemos que es un gran error en estos recintos con límite de acceso es la distribución de baños y barras. Si entrabas a la pista y necesitabas ir al baño implicaba salir fuera y jugarte la posibilidad de no poder volver a entrar. Se tendría que haber pensado una manera de dejar, por lo menos, una zona de baños para los que accedían a pista. En dos de los tres escenarios eso mismo te pasaba si estabas en la grada. También otro error. Sólo la Caja Mágica permitía a los de la grada bajar al baño y volver a subir sin necesidad de salir. En cuanto a las barras, una vez que pasabas el control de acceso, conseguir bebida era una quimera. La pista de la Caja Mágica tenía dos barras, y punto. Nada en la grada, nada en el resto. Ni siquiera Mochilas de cerveza. Si querías hidratarte tenías que salir y otra vez el problema de volver a entrar. Sin duda un punto a mejorar para la próxima edición.

En cuanto a las colas, lo habitual y lo esperado. Demasiado tiempo de espera en la zona de restauración, especialmente el primer y el último día. Las actuaciones de The Who y de Neil Young marcaron los bioritmos de todos los festivaleros y era inevitable no coincidir a las mismas horas intentando comer algo. Como idea, y por la experiencia vivida en otros festivales, quizá esto se puede evitar un poco si hubieran colocado una segunda zona de restauración, por ejemplo, cerca de la zona de relax o dentro de la Caja Mágica en algún lugar de paso.

Por último, y siendo ya un poco puntilloso, nos falló el sonido en los dos escenarios principales. Vimos muchos conciertos desde diferentes posiciones y ni el Mad Cool Stage ni el Matusalem Stage acabaron de sonar como se merecían algunos de los artistas que estaban sobre el escenario. Por poner tres ejemplos: Vetusta Morla lo sufrió durante casi todo el concierto, The Who tampoco sonaron contundentes, Biffy Clyro tienen mucha más potencia que la que se escuchaba. Otros, sin embargo si nos parecieron más acordes a lo que hemos vivido en otros lugares. Mención especial para The Prodigy y para el maestre Neil Young que sí sonaron a la altura de su calidad musical.

Mad Cool 2016


Lo Más COOL

Pegados los palos, vamos con las zanahorias. Y lo primero es pegar un gran grito de POR FIN!!! Sí, porque por fin Madrid tiene un festival a la altura que se merece. Tres días con música para todos los gustos. Un 10 para el look del festival. No por la noria, no, (muy presente también en otros festivales internacionales) sino por el césped artificial y la decoración de la zona principal. Tiene mucho mérito arriesgarse a hacer eso y que salga bien. Realmente han conseguido una identidad y eso sólo con la primera edición.

Tenemos que hablar de la música. Evidentemente llevar un cartel con The Who o Neil Young garantiza el éxito. Pero, por encima de los headliners, a nosotros nos gustaría destacar la segunda fila y la clase media. Muy pocos festivales pueden presumir de haber juntado bandas de tan alta calidad y tan variadas. Mucho mérito y conocimiento musical hay que tener para traer en un mismo festival a bandas como Stereophonics, Band of Horses, Biffy Clyro, Die Antwoord, Caribou, Walk Off The Earth, Royal Republic o Enter Shikari. Sinceramente, felicidades.

Mad Cool 2016

Otro gran punto para Mad Cool, la limpieza. Limpieza en la zona de comidas donde abundaban las papeleras para dejar los restos. Limpieza en todo el suelo del recinto con presencia visible de empleados que se ocupaban de recoger la basura. Y limpieza en los baños. Hay que decirlo, entrar al baño de chicos a las dos de la mañana y encontrarlos limpios y además con una persona pendiente de limpiar no es habitual ni mucho menos. Es un placer poder tener agua y lavarte después de ir al baño con normalidad. Y en el baño de chicas la limpieza también era el comentario más repetido. Prometieron esto y lo han cumplido. Bravo!

La organización quería hacer algo más que un festival y lo consiguieron. El Mercado de Diseño, las exposiciones o los artistas decorando algunas zonas consiguieron darle otro aire más allá de la música. Algo que también se logró entre los asistentes, gente de todo tipo y una convivencia perfecta, desde los más jóvenes hasta los más "puretas", desde las más guapas hasta los más...

También hay que destacar la seguridad tanto dentro como fuera del recinto. En el exterior con un despliegue policial espectacular y que reguló el tráfico para evitar, en la medida de lo posible, los atascos. Y en el interior la seguridad privada también era visible para controlar cualquier incidencia.

Mad Cool 2016
Por último, hay que agradecer que la organización no se escondiera en los malos momentos. Después del caos del primer día supieron reaccionar para intentar arreglar de la mejor manera todo lo que estaba pasando. Han sabido reconocer los errores, tienen voluntad de mejorar y han demostrado ganas para seguir creciendo. Antes, durante e incluso después de la celebración ha habido un sector que se ha dedicado a atacarles con fines que van mucho más allá de lo musical y Mad Cool ha sabido responder y eso no es nada fácil.

Desde aquí y para terminar, también le mandamos nuestro más afectuoso saludo festivalero al community manager. En Facebook y en Twitter siempre atento para intentar responder y ayudar en cualquier incidencia o comentario. Eso no lo hacen en todos los festivales. Estuvo para lo Cool y también para lo Mad. Sombrerazo.

Y hasta aquí lo mas Mad y lo más Cool. En breve, hablaremos de la música, que fue mucha.

J&B


Mad Cool 2016

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