Hemos tenido el placer de encontrarnos con Aziz Konkrite, en Babel Music Xp y conocer un poco de su maravillosa historia personal y extensa carrera musical.
Festivaleros!: Gracias por estar aquí. Primero que todo, ¡bienvenido!
Aziz Konkrite: gracias, encantado de conocerte.
F!: ¿Cómo llegaste a la música?
AK: Yo tenía 12 años y mi hermana quería hacer una fiesta de cumpleaños y le dije: “y sí, yo pongo la música?” y ella dijo: “vale, genial” porque sabía que yo siempre era el que grababa música de la radio, hacía cintas y cosas así. Así que toqué. Tenía dos equipos de sonido, de los antiguos, conectados a cuatro altavoces, los mismos altavoces para los dos sistemas y yo iba subiendo el volumen, reproduciendo cintas, vinilos y eso fue mágico! Después algunos amigos de ella me pidieron que fuera a tocar en sus cumpleaños y así empecé a buscar más música. Grababa las últimas canciones que sonaban en la radio. A veces incluso grababa música de la televisión, porque había programas donde ponían lo último de hip hop. Así que yo andaba por ahí, intentando conseguir la mayor cantidad de música posible, mezclando de todo tipo. Ganaba algo de dinero, y con ese dinero compraba un poco más de equipos, y así sucesivamente fue como empezó todo. Pero en ese momento no estaba metido en la música marroquí, ni en la música árabe en general.
F!: ¿Qué papel ha jugado esa memoria musical en tu evolución como DJ?
AK: Tuve esa etapa donde empiezas a crear tu propia identidad que quieres separarte de la de tus padres, así que rechazaba la música marroquí. Por ejemplo, yo subía al coche antes que mi padre, le sacaba su cinta y ponía la mía. Ahora me doy cuenta de que la música que él ponía, la que escuchaba en casa o en el coche, se quedó grabada en mi cabeza. Hay canciones que ahora las escucho y me las sé de memoria. Puedo cantarlas. Es curioso cómo las rechacé, pero una parte de mí las guardó. Así fue como formé mi identidad en la escena hip hop, estaba metido en el scratching y también en grupos. Era DJ, había MCs y todo eso. Luego me mudé a Inglaterra, viví en Nottingham y Brighton. Allí toqué y me abrí a más tipos de música: música latina, soul, jazz, afro, siempre como DJ, no como productor. Tocaba funk, soul, disco, boogie, latino, afro, jazz, algo de rock, jungle, UK garage. Y poco a poco, esa fue mi marca: no quería tocar solo un estilo de música. Luego, volví a Francia y estuve 15 años en Lille, pinché muchísimo y siempre, desde los 14 años, organizaba fiestas. La gente decía: “¿Quién coño es ese DJ Aziz?”. “Hay una fiesta con DJ Aziz desde medianoche hasta las cinco... ¿pero quién es ese?” (risas)..
F!: ¿Cómo ha influido tu identidad cultural en tu trayectoria musical y en la forma en la que entiendes tu papel como DJ?
AK: Durante todos esos años en los que era DJ, quería construir una identidad para mostrar que no soy solo lo que ves. No soy solo un árabe, ¿sabes?, en Francia te hacen sentir que eres árabe y punto. Ese es tu lugar. Te quedas ahí. Así que eso me dio energía para mostrar que no era solo eso. Luego, en cierto momento, le di la vuelta a la cosa y pensé: “vale, ya he mostrado suficiente” y ya no tengo nada que demostrar, ahora quiero ser yo mismo, pero al completo: un chico árabe, marroquí, adicto al vinilo, amante de la música y una persona internacional. Así, después de unas vacaciones en Marruecos donde volví con una pila de vinilos de 45 rpm muy antiguos que salvé de ser tirados a la basura, me pregunté: Por qué ese hombre de la tienda, insistía tanto en que era basura, música muerta? así que fui a casa de mis padres, donde tenían un tocadiscos antiguo y empecé a escuchar los discos y ¡pum!, todos los recuerdos volvieron. Fue como desbloquear una parte de mí que llevaba años escondida: mi identidad marroquí!
F!: ¿Cómo fueron tus comienzos en la producción y qué te llevó a centrarte en usar la música como herramienta principal de expresión y de forma de vida?
AK: Empecé a producir cuando estaba con el grupo de hip hop. En ese entonces, tenía un sampler, un Akai S950 y un ordenador Atari. Ese sampler tenía solo seis segundos de memoria, ¡Seis segundos! así que poníamos los vinilos a 78 revoluciones por minuto para que la muestra durara menos tiempo, y luego la ralentizábamos dentro del sampler. En esa época hacía un poco de sampling. Mi sonido es una mezcla de todas las influencias que tenía: hip hop, funk, soul, latino, afro, música tradicional. No soy solo un chico marroquí viviendo en Francia, pero tampoco soy solo un DJ francés, soy ambos. Así que ahora es el momento de hablar, no con mi voz, porque no soy cantante, sino con los elementos que identifican mi cultura, mi ser.
Mi primer tema, de hecho el tema en el que encontré mi identidad, Onomatoma Top One, lo hice pidiendo ayuda a un amigo que habla bereber, que es un dialecto de Marruecos que yo no hablo. Le dije: ¿puedes traducirme esta frase? Y me dijo: sí, mándame el audio. Se lo mandé, y me preguntó: ¿qué vas a hacer con eso? Y cuando le conté lo que estaba haciendo, fue como: tío, esto es una locura. Tienes que sacarlo. Y me dijo: voy a ayudarte. Y ahora es mi Abdel. Es mi socio, mi agente, viajamos juntos. Y entonces pensé: no voy a pinchar mis propios temas como DJ, quiero reconstruirlos en el escenario. Tengo el poder de hacerlo. Así empezó toda la mezcla entre Djing y producción!
Angela Blackburn para Festivaleros.
Foto: Vincent Bernat
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