F*ck Cnsrshp Fest 2020

El pasado sábado 1 de febrero, la localidad alicantina de Villena acogió la cuarta edición del F*ck The Censorship Fest. Para esta ocasión, según nos cuentan algunos medios locales, unas 4.000 personas aproximadamente se dieron cita en la antigua plaza de toros, donde se pudo disfrutar de más de 12 horas de música en directo a cargo de los grupos CRIM, The Baboon Show, Sínkope, Kaotiko, El Último Ke Zierre, Segismundo Toxicómano, El Drogas, Boikot i Los de Marras.

A las 14:30 del mediodía y casi sin haber hecho la digestión, tenían la misión de abrir el festival los tarraconenses CRIM, banda que ya ocupa un lugar muy destacado dentro del panorama nacional e internacional. Los de Tarragona no son una promesa, son una realidad.

Al ritmo que empezaban a sonar los primeros acordes, la gente empezaba a entrar en la plaza. Su exitosa gira de presentación de su disco “Pare Nostre Que Esteu al Infern“ está dando ya sus últimos coletazos antes de que nos deleiten con un nuevo disco, con lo cual iba a ser un lujo tenerles en esta edición del festival.

Su ya habitual comienzo con “Potser no hi ha final“, ya nos hacía presagiar el gran espectáculo que tendríamos la suerte de presenciar. Acto seguido siguieron con un repaso muy equilibrado de todos sus discos, abarcando temas como Benvingut Enemic, Hivern Etern, La Puta Copa del Rey, Cavalls Morts, Maneres de Viure o Sense Excuses, entre otros. Melodías muy pegadizas que pueden recordar a bandas como Cock Sparrer o Turbonegro, las cuáles se han convertido en auténticos himnos para sus más fieles seguidores. Durante el transcurso de su concierto las camisetas con el logo de la soga y los puños en alto coreando sus canciones eran cada vez más abundantes.

Para la recta final nos regalaron el clásico 'Castells de Sorra', con el que solían cerrar los conciertos antes de su nuevo disco. Para dar paso a un excelente cierre con 'Blau Sang', 'Vermell Cel', la mítica versión de los Turbonegro “ Prince of Rodeo “ y el tema que da nombre a su último disco “Pare nostre que esteu a l’infern“ muy aclamado entre el público de las primeras filas.

Como ya se ha comentado en otras ocasiones, cantar en catalán y tener tantos seguidores fuera de tu tierra, al tiempo que llenas salas y festivales parece misión imposible. La constancia y el buen hacer dan sus frutos, si encima lo que haces lo haces perfecto, suenas bien y muestras una actitud excelente encima del escenario, son una mezcla de ingredientes que dan lugar un plato perfecto. Esta parece ser la fórmula del éxito de esta banda. Para mí fueron de largo, lo mejor del festival.

CRIM
The Baboon Show ponían la nota internacional a la edición de este año. Esta sorprendente banda está en modo rodillo, arrasando numerosas salas y festivales tanto en la península como por cualquier parte de Europa. Después de una mini gira junto a CRIM, por Sevilla y Málaga, donde tocaron el jueves y viernes, se podía pensar que los suecos podían llegar algo cansados al festival.

A medida que transcurrían los primeros acordes del tema, No Afterglow, empezaron a demostrar todo lo contrario. Su cantante Cecilia derrochó actitud y energía a raudales durante todo el concierto, al tiempo que mostró una conexión brutal con el público, incluso llegando a tirarse del escenario y recorrer una pequeña parte de plaza de la parte de toros a hombros del público.

A su habitual dosis de entrega, hay que sumar que mucho público también coreaba sus canciones. Muy aclamados fueron temas como You Got a Problem, Radio Rebelde, Tonight, Me Myself and I o Same Old Story, por citar algunos. La sorpresa de mucha gente que no les conocía fue mayúscula.
Se me hace difícil describir el estilo de esta banda, puede que me recuerden a los Turbonegro, puede que su base rockera pueda sonar incluso a AC/DC, a algo más popero... Lo que sí es cierto es que tienen un público muy variado, lo que como dice un compañero mío, les puede convertir en los Abba del Punk, por aquello de ser un grupo mixto y sueco. Después de los suecos el listón estaba muy alto, no iba ser una tarea fácil subirse al escenario.

Después de la tormenta llega la calma dicen, y así fue. Turno para Sínkope. Los extremeños, eran quizás a priori el grupo menos destacado entre tanto punk rock. La verdad es que no les había visto nunca en directo y tampoco les había escuchado mucho. Quizás hubieran destacado más en otro festival o en otro concierto con más bandas más rockeras. Su actuación fue más que correcta,  demostraron desde el primer momento por qué son desde hace tiempo una de las bandas de referencia dentro del rock estatal. No ofrecieron nada nuevo pero lo que hicieron, rockandroll sin más, lo hicieron más que perfecto. Numeroso público, gente de todas las edades, desde padres a hijos, demostraron que se sabían sus canciones y las disfrutaban. Al final de su actuación el recinto ya mostraba un aspecto bastante completo.

Sobre las 18,30 h de la tarde salían a escena los Kaotiko. La veterana banda de Salvatierra llegaba a Villena con su reciente disco “Aprende Violencia“. Justamente Aprende Violencia y Aleluya, fueron sus dos primeros temas con los que empezaron su bolo. Su comienzo fue de lo más frío, al mal sonido hay que sumar que seguramente muchos no conocían sus temas o no mostraban ese feeling con ellos. A partir de ahí, un repaso más que notable por todos sus discos que hicieron que los pogos fueran incrementándose, se encendiera alguna bengala e incluso se hizo algún intento de circle pit. Sonaron temas como Fuera de juego, Oh Caroline, o sus más míticos como Preso 2023, Rico Deprimido u Otra Noche, a los que se unió la versión de La Polla, No Somos Nada, para terminar con su mítico tema, "Su falso mundo". Como cierre a todos sus conciertos podemos escuchar el fragmento del mítico tema Nellie the Elephant de los Toy Dolls. La verdad es que los problemas con el sonido fueron más que evidentes a lo largo de todo su concierto, y desgraciadamente ya les ha pasado en más de un festival.

A medida que empezaba a sonar El Último Ke Zierre, los más rezagados ya iban llenando el recinto, y éste ya daba la sensación de estar al casi al completo. Antes que nada, añadir que los problemas de sonido, al igual que en el anterior concierto fueron muy persistentes, restando puntos a la actuación del grupo. Además daba la sensación de que el grupo iba con una marcha menos.

Su repertorio fue el tradicional, pero para esta vez con algunas variaciones, no muy significativas tampoco. Temas como Olor a Muerte, Tus bragas, Empacho de Orfidal, Yo también puedo ser malo, Escupiré jodidos o Vacunado contra la rabia, algunos de sus temas. Apostar por su setlist más tradicional es apostar a lo seguro. Aunque esta jugada puede tener doble juego. Esta fórmula suele funcionar muy bien cuando juegas en casa y tocas delante de tu público, que además mostraron que tenían muchas ganas de verles. No obstante, para esta ocasión su repertorio fue un poco “más moñas “. Con esto quiero decir que, según comentarios a mi alrededor, se incluyó en su repertorio temas más románticos, tranquilos o incluso alguna balada, por decirlo de alguna manera. Esas fueron las reacciones que me transmitieron algunos compañeros tras finalizar su concierto. Mi valoración sería,“concierto correcto“. Eso sí, el sonido muy malo.

Vistos los problemas con el sonido de los anteriores grupos, mis presagios no eran nada buenos. Sobre las 21,30 h salían los Segismundo Toxicómano encargados de revertir la situación. Los Segis estuvieron a un gran nivel.

Después de su triunfal presentación de su nuevo disco “Sangre Fácil“, en la sala Jimmy Jazz de Vitoria, y de su reciente y breve mini gira de salas, llegaban a Villena para tocar en el primero de los muchos festivales en los cuales van a estar presentes este 2020. La banda Vitoriana, como ya he dicho, vino a presentar su nuevo disco, que ha tenido una muy buena acogida entre sus seguidores. Su sonido ha ido evolucionando mucho en sus últimos discos, pasando del sonido más punk de sus tres primeros, a una evolución más punk rock con toques melódicos en sus últimos discos.

Su repertorio fue muy variado, y es de agradecer que no dieran la chapa con su último disco, como hacen muchos grupos. Algún problema técnico de sonido, ajeno al grupo, hizo deslucir un poco su más que notable actuación. Los Segis, pues como dicen ellos, fueron al puto lío ya desde el minuto uno.

Desde su vuelta a los escenarios, en sus conciertos se forma una comunión perfecta entre el público y el grupo, el sábado pudimos dar fe de ello. Su comienzo fue directo, con su tema Muérete, de su último disco, a los que siguieron una larga lista donde se hizo un repaso muy variado a su larga trayectoria musical. Temas como Las noches siguen sabiendo a sangre, Las Drogas, Loco, Una Bala o Mi vida, nos muestran su variedad en el repertorio, cosa que es de agradecer. Su sonido, como ya he dicho fue mucho mejor que en los dos anteriores conciertos, cosa que juntamente con la implicación del público durante todo el concierto dio esa extraña sensación de que el concierto se hizo corto y que faltaron algunos temas en su setlist.


El Drogas debutaba en el festival, después de su reciente mini gira triunfal teloneando a La Polla Records, y donde había estado a un nivel excelente recibiendo muy buenas críticas. Para esta ocasión es cierto que su repertorio fue mucho más Drogas, que no el que llevaron en la gira de la Polla, donde la gran mayoría de repertorio eran canciones de Barricada. No obstante, a los temas habituales del Drogas como Frío o Azulejo Frío se sumaron míticos temas como En Blanco y Negro o No hay Tregua, temas muy coreados por el público. Su actuación, excelente, como siempre. Su sonido, su actitud, su puesta en escena y su actuación global fue de 10.

Boikot regresaba a Villena, donde ya estuvieron presentes en la edición de 2017. Para esta ocasión se presentaban con su nuevo formato de banda con músicos de La Raíz u Obrint Pas. Aunque para esta ocasión no contaban en sus filas con Julio de la Raíz. En resumen, una propuesta muy diferente a lo que estamos acostumbrados los que les hemos seguidos durante muchos años.

Hay quien dice que han evolucionado y se han adaptado a los nuevos tiempos (¿Nuevos tiempos? ¿Qué tiempos?, me pregunto yo), que su público ahora es otro, que su mensaje es diferente, etc… La verdad es que si me hubiese quedado atrapado en el tiempo durante estos últimos 10 años, y me hubiesen hecho jugar a las adivinanzas poniéndome una venda en los ojos, creo que no habría acertado el nombre de la banda. Su repertorio fue el de casi siempre, aunque con mucho más viento, mucho más ska y mucho más “bailable“ por decirlo de alguna manera. Su repertorio no sorprendió a nadie. Sus temas fueron los de casi siempre, es decir, lo que han tocado durante los últimos años pero haciendo que su concierto se pareciera más a la actuación de la típica orquesta en la fiestas mayores de mi pueblo. Imagino que a sus fans más radicales, a más de uno no le habrá gustado mucho esta transformación, o sí, quién sabe. A gustos, colores.

Hay gente que les quiere en todos los festivales. Si el año pasado ya lo dije con los Porretas, este año me reafirmo con Boikot. Creo que se debe dejar paso a nuevas bandas. Así además evitaremos ese tópico de que “en los festis, siempre tocan los mismos grupos “. Sin embargo al público no pareció importarle mucho su formato actual, y a muchos se les vio disfrutar muchísimo con su concierto. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

Los de Marras eran otros que jugaban en casa, y eso se notó. A esas horas el cansancio ya estaba presente en más de uno y lo lógico hubiese sido que la plaza de toros a esas horas se hubiera vaciado lentamente. Cerrar un festival no es una tarea nada fácil. Contrariamente a los tópicos citados, se vio a la gente muy entregada y a un grupo en plena forma.

Cierto es que este grupo ha pegado una subida muy notable en los últimos dos, tres años diría yo. Les vi muy motivados, quizás por el hecho de tocar cerca de su casa y tener a su público más cerca. La banda valenciana realizó su primer concierto dentro de la larga gira que les va a llevar a recorrer la mayor parte de la península durante todo este año. Sexo en la calle, Adrenalina, Malabares, Hoy, algunos de sus temas.

El resumen del festival fue de lo más positivo, a diferencia de otros años, hizo buen tiempo durante todo el fin de semana, precios populares, buenas instalaciones, servicio de guardarropa solidario, zona de aparcamiento cerca del recinto, poca influencia de las fuerzas de seguridad, etc...

Con esto cerramos la cuarta edición del F*ck Censorship Fest con un resumen de lo más positivo. Así que, ¿nos vemos en la quinta?

Aurin
Foto de portada:Facebook F*ck Cnsrshp Fest
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