Entre sol, nubes y lluvia fina a partes iguales llegué al Derrame donde me iba a reunir con el festivalero From Hell en el que fue nuestro primer festi juntos del año.
Desde un inicio esa variedad se hizo patente. Alcancé el campo de fútbol de Oira justo a tiempo para el primer bloque de 3 conciertos cañeros. Vita Imana y su metal tribalero, Hamlet, con un Molly al que no hay quien entienda con ese arte que tiene de cantar canciones en castellano pareciendo que canta en inglés. Irracional nos ofrece los primeros empujones y no dejamos pasar la oportunidad. Uno de los más esperados, Sepultura, hizo las delicias con la estampa imponente del león Derrick Green y la nueva incorporación a la banda de Eloy, un bestia a la batería. Merecía la pena llevarse el codazo que se llevó el compañero Jairo para conseguir una de esas baquetas, hecha puré, eso sí.
Sepultura |
La silueta de Loquillo mirándote |
Y también estuvieron EUKZ, Los enemigos, Habeas Corpus, Non Servium y los divertidérrimos Heredeiros da Crus...
Momentos y momentos, variedad y diversidad, música que no es sólo música, conciertos que no son sólo conciertos, ilusiones que puede que sean sólo ilusiones (y que ilusionan), y cariño por esos momentos.
Y mucha gente trabajando, y luchando y poniendo todo lo que tienen para que todo eso sea posible. Y ahora...¿ahora qué va a pasar? a partir del viernes pasado y la infame subida del IVA a la cultura, ¿qué ocurre con esa gente? ¿qué pasa con nosotros que queremos música en directo a precios razonables? ¿qué pasa con los artistas nacionales que ya habían tenido que bajarse los cachés antes de esto para poder tocar? ¿qué habrá que hacer para atraer a artistas internacionales cuyos precios ya de por sí eran desorbitados? ¿qué tendrán que hacer los promotores que arriesgan su pasta organizando conciertos y festis?
Este artículo lo escribía el director del Derrame Rock y Santo Grial Records, Enrique Granda, el pasado Julio y es una de las muchas voces que claman por una situación casi o sin casi insostenible. ¿Y qué nos queda?, dice Enrique, ¿ganas de seguir luchando?. Pues sí, y de apoyarnos, y de seguir apostando por lo que creemos, y de seguir haciendo cosas, y de darles lecciones a los mequetrefes que gobiernan (NO que nos gobiernan). Eso sí nos queda.
El Derrame ha sacado ya a la venta entradas para la próxima edición, 27, 28, y 29 de Junio de 2013, al precio de 25€. No sabemos quiénes irán a tocar pero sí quiénes iremos a pasarlo bien.
kboy
Death wall con Habeas Corpus |
Carta íntegra de Enrique Granda Orviz
"El
pasado miércoles 11 de julio el gobierno anuncia la subida de impuestos
a tod@s los trabajadores: autónomos, funcionarios, empresas,… Un duro
golpe especialmente para quienes más resienten esta crisis. Pero la
letra pequeña de esta subida tiene implicaciones a otros niveles entre
ellos el sorprendente cambio de categoría de la cultura que hasta ahora
tributaba al 8% y a partir de ahora lo hará al 21%. Esto supone que más
del 50% de la recaudación de cada concierto se irá en impuestos y
cánones. Curiosamente, sí se considera cultura una corrida de toros, que
es uno de los pocos “espectáculos” que continúan con una cuota de IVA
del 8%.
En lo que respecta a los conciertos en directo, sean organizados por promotores o por los propios grupos, la subida es de, nada menos, que 13 puntos. Teniendo en cuenta la crisis del sector (generada entre otras cosas por la piratería, las descargas gratuitas y el desprecio generalizado al trabajo de los autores y editores) que venimos soportando los últimos años, con la nueva presión fiscal los grupos tendrán aún menos oportunidades de tocar en directo y los promotores de desarrollar su trabajo. Más gastos en cada concierto y menos posibilidades de contratación: Ayuntamientos sin dinero para contratarlos y los promotores a los que no nos saldrán los números para arriesgar. Por otro lado: más paro, salarios más bajos y menos poder adquisitivo del público. Para llegar hasta aquí ya hubo que bajar cachés, pedir ajustes a los proveedores, bajar precios de las entradas, etc… como única solución para mantener la industria de la música en directo.
El remate a esta dura situación viene en forma de venganza programada contra las voces críticas de la música y el cine por parte del gobierno. Los profesionales del mundo de la música, los que nos mantenemos al margen de los devaneos políticos y nos dedicamos a programar, organizar, tocar en directo, arriesgar,… somos los que realmente pagaremos las consecuencias. Muchos de nosotros no tenemos nada que ver con las trifulcas políticas donde se pagan las cuotas por apoyos, cada 4 u 8 años, ni promotores ni músicos ni el público merece este desprecio que implicará un empobrecimiento del sector y prácticamente la desaparición de la música en directo, sobre todo para las bandas y los profesionales que están empezando.
La nueva situación del estado español contrasta con la de otros países, como Suiza, Francia, Alemania… donde el IVA oscila entre el 2% y el 8%. En España a partir de septiembre será del 21%. Al pago del IVA hay que añadir el canon de la SGAE que en España es del 10%, el más alto de la unión europea. El canon actual por derechos de autor por organizar un concierto en Estados Unidos o el Reino Unido está al 3% y la media europea es del 5%.
A partir del 1 de septiembre pagaremos por organizar un concierto un 21% de IVA, un 10% de SGAE, y entre un 21% o un 25% de IRPF, dependiendo si eres autónomo o Sociedad limitada. La situación es la siguiente para cualquier grupo o promotor que decida organizar un concierto: tendrán que alquilar la sala y poner la entrada a unos 10 euros. De esos 10 euros, 2,1 euros será para IVA, 1 euro para pagar a S.G.A.E y de los 6,9 euros que quedan hacienda se quedará con el 21% si eres autónomo o el 25% si eres S.L. Por lo que de los 6,9 euros restantes 1,75 euros, aproximadamente, se irá en concepto de IRPF. Es decir, de cada entrada de 10 euros unos 5 euros se irán en impuestos. Si el grupo o el promotor logra convocar en este concierto a 400 personas, consiguen una recaudación, una vez pagados impuestos, de 2.000 euros, pero con esos 2.000 euros tendrán que pagar todavía los gastos derivados de la organización del evento como: alquiler de sala, la fabricación de entradas, carteles, pegadas de carteles, publicidad, equipo de sonido, alquiler de furgonetas, gasolina del desplazamiento, promotor local, hoteles, comidas y el sueldo de los músicos, técnicos… La situación está clara: los Ayuntamientos no programarán, los promotores no programarán, y los grupos no podrán moverse por su cuenta de un radio de 100 kilometros de su localidad.
En lo que respecta a los conciertos en directo, sean organizados por promotores o por los propios grupos, la subida es de, nada menos, que 13 puntos. Teniendo en cuenta la crisis del sector (generada entre otras cosas por la piratería, las descargas gratuitas y el desprecio generalizado al trabajo de los autores y editores) que venimos soportando los últimos años, con la nueva presión fiscal los grupos tendrán aún menos oportunidades de tocar en directo y los promotores de desarrollar su trabajo. Más gastos en cada concierto y menos posibilidades de contratación: Ayuntamientos sin dinero para contratarlos y los promotores a los que no nos saldrán los números para arriesgar. Por otro lado: más paro, salarios más bajos y menos poder adquisitivo del público. Para llegar hasta aquí ya hubo que bajar cachés, pedir ajustes a los proveedores, bajar precios de las entradas, etc… como única solución para mantener la industria de la música en directo.
El remate a esta dura situación viene en forma de venganza programada contra las voces críticas de la música y el cine por parte del gobierno. Los profesionales del mundo de la música, los que nos mantenemos al margen de los devaneos políticos y nos dedicamos a programar, organizar, tocar en directo, arriesgar,… somos los que realmente pagaremos las consecuencias. Muchos de nosotros no tenemos nada que ver con las trifulcas políticas donde se pagan las cuotas por apoyos, cada 4 u 8 años, ni promotores ni músicos ni el público merece este desprecio que implicará un empobrecimiento del sector y prácticamente la desaparición de la música en directo, sobre todo para las bandas y los profesionales que están empezando.
La nueva situación del estado español contrasta con la de otros países, como Suiza, Francia, Alemania… donde el IVA oscila entre el 2% y el 8%. En España a partir de septiembre será del 21%. Al pago del IVA hay que añadir el canon de la SGAE que en España es del 10%, el más alto de la unión europea. El canon actual por derechos de autor por organizar un concierto en Estados Unidos o el Reino Unido está al 3% y la media europea es del 5%.
A partir del 1 de septiembre pagaremos por organizar un concierto un 21% de IVA, un 10% de SGAE, y entre un 21% o un 25% de IRPF, dependiendo si eres autónomo o Sociedad limitada. La situación es la siguiente para cualquier grupo o promotor que decida organizar un concierto: tendrán que alquilar la sala y poner la entrada a unos 10 euros. De esos 10 euros, 2,1 euros será para IVA, 1 euro para pagar a S.G.A.E y de los 6,9 euros que quedan hacienda se quedará con el 21% si eres autónomo o el 25% si eres S.L. Por lo que de los 6,9 euros restantes 1,75 euros, aproximadamente, se irá en concepto de IRPF. Es decir, de cada entrada de 10 euros unos 5 euros se irán en impuestos. Si el grupo o el promotor logra convocar en este concierto a 400 personas, consiguen una recaudación, una vez pagados impuestos, de 2.000 euros, pero con esos 2.000 euros tendrán que pagar todavía los gastos derivados de la organización del evento como: alquiler de sala, la fabricación de entradas, carteles, pegadas de carteles, publicidad, equipo de sonido, alquiler de furgonetas, gasolina del desplazamiento, promotor local, hoteles, comidas y el sueldo de los músicos, técnicos… La situación está clara: los Ayuntamientos no programarán, los promotores no programarán, y los grupos no podrán moverse por su cuenta de un radio de 100 kilometros de su localidad.
En conclusión: si en estos últimos años vivimos una crisis mortal para el disco ahora le toca la misma agonía al directo…
¿Qué nos queda?
Las ganas de continuar luchando, para que no seamos los de siempre los que paguemos la crisis de los bancos y del capitalismo: NOS VEMOS EN LAS CALLES".
¿Qué nos queda?
Las ganas de continuar luchando, para que no seamos los de siempre los que paguemos la crisis de los bancos y del capitalismo: NOS VEMOS EN LAS CALLES".
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