El viernes amanecía de buena mañana en la acampada Viñarock 'no oficial'. Como festivaleros curtidos en muchas batallas, cuando no tenemos coche cargamos con lo justo, pero si lo tenemos lo llenamos como si nos fuéramos de casa. Así que a la hora del desayuno podemos preparar una mesa con leche, café, zumo, croisants de chocolate y hasta fresas, para sorpresa y un poco de resquemor de algunos paseantes de la avenida Miguel de Cervantes, algunos de ellos auténticos walking deads.
Eso sí, de postre una birrita y a pensar en la ducha. La zona de camping está a unos 15 minutos andando y en las duchas allí instaladas hay unas 15 horas de cola (cola arriba cola abajo). Así que optamos por la opción fuente del pueblo, de esas de apretar, que para un apaño te vale, y te permite dar una vuelta en busca de un platito de paella entre la variada oferta de las gentes del pueblo. Mientras, una tienda de campaña sobrevuela Villarrobledo y no es coña ni licencia poética. Un tornado hizo estragos por el camping y arriba está la prueba. Pasamos del cartel de "todo el vino que puedas v(b)ev(b)er por 1€" no vaya a ser que el ocupante de la tienda esté metido en la cupela.
- ¿Qué hora es?
- Pues son las 'Malos Vicios' menos 10.
- Buah si es que nos distraemos con el vuelo de una tienda, tira pa'l recinto que empieza el lío.
Llegamos pillados para Malos Vicios pero llegamos, para empezar a acelerar un día de conciertos en el que Viñarock promete tralla de la buena, y nosotros invencibles mientras quede combustible. Acabar de publicar su 8º disco, Ruido de fondo (2013) y vuelven muy enchufados después del parón. Me gustó ver a un grupo de esos de los de toda la vida, de los que tienes una camiseta por ahí desgastada en los garitos más oscuros, pero a los que nunca había visto. A la mitad nos acercamos al escenario de arriba, Babilonia. El Chamuyo es un nombre que nos suena bien nada más empezar a organizar la ruta de hoy. Algo de reggae, algo de dancehall, algo de todo un poco, mucho de buen rollo y una grata sorpresa para comenzar el día. Otros que parecen representantes del estilo 'hazte a ti mismo', venidos de todos lados. Les seguiremos la pista.
Para darle una vuelta más a los estilos del día nos vamos al escenario metalero, donde KOP están dando rienda suelta a toda la contundencia y la agresividad les caracteriza. Una lona con la cara de Carlos Palomino en el escenario, al que no se olvida, le hace presente en el concierto y en la rabia.
Con los gallegos Dakidarría, otros que cumplen 10 años en esto, vuelven las trompetas, trombones y los movimientos skatalíticos y así nos volvemos al territorio rapero para ver a un grupo del que se está hablando mucho últimamente en los círculos hiphoperos y fuera de ellos. Son Agorazein, ¿y qué queréis que os diga?. Igual es que soy un poco vieja escuela pero a mí me decepcionaron bastante. Un directo soso y sin emoción para un grupo de presume de talentazo, con imagen y vídeos cuidados, y de un sonido que revisita los 90s americanos costa este, de flow tranqui y casi atmosférico. Pero chico, me espero algo más de energía o de conexión sobre las tablas. Eso sí, había bastante gente y parecían disfrutar, aunque un par de bocas abiertas también vi.
Fuera. Necesitamos algo de macarreo así que nos vamos para Disidencia, que en su vuelta después de un parón de varios años vinieron al Viña con escuderos de lujo, Alberto Pla de Boikot a la guitarra y Fernando Madina de Reincidentes (a los que este año pusimos falta) al bajo, para seguir haciendo esa 'Apología de lo evidente', que es curioso como es actual a rabiar habiendo sido escrita en 1998.
Con los brutales Vita Imana y la siempre segura apuesta de los gaditanos Trashtucada, aprovechamos para acordarnos de no olvidarnos de cenar algo, que luego siempre se nos va porque estamos 'De festi, vale?' (Os dejo esta canción al final). A la vuelta, uno de los peros que sacamos a este Viñarock 2013: las enormes colas a horas clave por la falta de accesos alternativos (y claro, media hora antes de S.A. toda la tropa quiere ir a primera fila) y los cacheos que rozaban lo indecoroso. Vale que no queráis que la gente meta un lata de cerveza pero palabras más o menos me estás tocando los huevos, y hombre, eso tampoco es.
Llegar al escenario cuando S.A. están a punto de salir es una tarea complicada. Como ya sabíamos, aseguran llenazo en cada Viña y no iba a ser menos en uno de los más multitudinarios de la historia. Desde el principio, la rapidez y el sonido apabullante son la definición del directo de un grupo que parece que en cada concierto da un poquito más. El rodillo tuvo sus momentos especiales - para mí - con 'Piedra contra tijera', cantada con fuerza y cada vez con más rabia, y con el riff de guitarra entre un mar de cuernos dedicado a Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer, fallecido tan sólo unas horas antes. Además de todos los clásicos más gamberros como 'Motxalo', 'Ratas', 'Pauso bat'... el final de 'Nos vimos en Berlín' es perfecto para rematar. Top asistencia y top calidad siempre para Soziedad Alkoholika.
Por mucho que nos gusten Narco, sentimos que es el día y la hora para quedarse a ver a Obrint Pas. Se dan muchas circunstancias, a parte de la querencia natural que sentimos hacia esta banda. Están en plena gira de despedida después de 20 años dando guerra, posiblemente sea su último Viñarock en algún tiempo, y la emotividad se palpa en el show. Castellers, muchas bengalas (¡me hacen abrir hasta la funda de la cámara y otros pasan con bengalas de las tochas!) y alguna que otra traca para cantar avui també a la llibertat y dejar claro que 'Som' y 'Seguirem' en la lucha con 'Coratge'. Un concierto muy conectado con el público y dedicado a todos los que nos putean.
Y de un cariño personal a otro en un estilo totalmente opuesto. Revisitamos el escenario rapero para ver qué dan de sí Toteking y su hermano Shotta, los flows más rápidos a este lado del Guadalquivir. Descubrimos un concierto super trabajado a todos los niveles: el directo, el tempo, el escenario, la música, el público. Estos dos (tres incluyendo a DJ Randy) se salen, Shotta ha alcanzado un escalón muy alto en directo, y el Tote que ya lo tenía sigue demostrando que "se rompe el coco para contarnos movidas nuevas" y eso es de agradecer. Mezcla de nuevas y viejas canciones, aunque echamos en falta alguna más de Tu madre es una foca (2002) pedidas a gritos por el público, recuerdo a la Alta Escuela y el final con algunas a capellas: Acaban con 'Gracias', que suena a despedida, a hemos disfrutado un montón de esto pero es hora de empezar a buscar otros caminos...que les vaya bien, si estoy en lo cierto.
Hace rato que no hay descanso ni parón y ahora son los Toy Dolls quien suben el pistón un poco más. No puedes dejar de sonreír y entrar en el juego de estos personajes de comic convertidos en histórica banda de punk con sus gafas de colores, trajes a rayas blancas y negras, corbatas rojas y un destello en la sonrisa mientras guitarra y bajo giran en mitad de una canción. Parece que te están contando un cuentecillo hasta que la canción estalla en el coro apoteósico y todo se convierte en locura. Energía inagotable la suya a sus 50 y tantos, apostamos por su próxima mudanza a la península ya que parece que se han propuesto pasarse por todos los festivales patrios en los últimos años. Hay que verlos.
Igual que no queríamos perdernos a Segismundo Toxicómano, otros clásicos del punk de aquí recuperados para la causa viñarockera, que retienen a sus fieles seguidores forjados en la Línea de Ataque cantando cada una de las letras de auténticos himnos de los que se interiorizan fácilmente. Las noches siguen sabiendo a sangre y ahí seguimos.
Con ese buen sabor de boca y el firme propósito de irnos a sentar un rato, de repente se nos viene todo al traste porque descubrimos a un grupo como Talco y entre el público nos encontramos con una panda de fiesteros habituales, los más bailongos festivaleros entrenados en los mejores despicumples. Así las cosas nos abandonamos a las trompetas y guitarras al más puro estilo ska de la Italia contestataria, donde no podía faltar el colofón de 'Bella Ciao', siempre Bella Ciao. Una matinaaa...
Extremoduro no podía dejar de estar presente en Viñarock 2013, en este caso de la mano del grupo tributo Iros Todos a Tomar por culo. Con todo a su favor y ninguna competencia, la explanada del escenario de tributos hasta atrás y ganada de antemano, he de decir que los madrileños no cubrieron las espectativas y dieron algo la razón a los detractores de las bandas tributo, que los hay. Afectada, alguna acabó aprovechando el escenario de monólogos para hacer los suyos propios a las mil de la mañana, ante la atónita mirada de la gente huyendo en busca del calor de la tienda...o de lo que fuere.
Y hasta aquí lo que dió de sí el viernes viñarockero. Lo se, es kilométrico, pero es que Viñarock es kilométrico, y aún nos quedaba un sábado lleno de osos panda, raves imposibles y mucha fauna...a coger fuerzas!
kboy
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Eso sí, de postre una birrita y a pensar en la ducha. La zona de camping está a unos 15 minutos andando y en las duchas allí instaladas hay unas 15 horas de cola (cola arriba cola abajo). Así que optamos por la opción fuente del pueblo, de esas de apretar, que para un apaño te vale, y te permite dar una vuelta en busca de un platito de paella entre la variada oferta de las gentes del pueblo. Mientras, una tienda de campaña sobrevuela Villarrobledo y no es coña ni licencia poética. Un tornado hizo estragos por el camping y arriba está la prueba. Pasamos del cartel de "todo el vino que puedas v(b)ev(b)er por 1€" no vaya a ser que el ocupante de la tienda esté metido en la cupela.
- ¿Qué hora es?
- Pues son las 'Malos Vicios' menos 10.
- Buah si es que nos distraemos con el vuelo de una tienda, tira pa'l recinto que empieza el lío.
Llegamos pillados para Malos Vicios pero llegamos, para empezar a acelerar un día de conciertos en el que Viñarock promete tralla de la buena, y nosotros invencibles mientras quede combustible. Acabar de publicar su 8º disco, Ruido de fondo (2013) y vuelven muy enchufados después del parón. Me gustó ver a un grupo de esos de los de toda la vida, de los que tienes una camiseta por ahí desgastada en los garitos más oscuros, pero a los que nunca había visto. A la mitad nos acercamos al escenario de arriba, Babilonia. El Chamuyo es un nombre que nos suena bien nada más empezar a organizar la ruta de hoy. Algo de reggae, algo de dancehall, algo de todo un poco, mucho de buen rollo y una grata sorpresa para comenzar el día. Otros que parecen representantes del estilo 'hazte a ti mismo', venidos de todos lados. Les seguiremos la pista.
KOP |
Con los gallegos Dakidarría, otros que cumplen 10 años en esto, vuelven las trompetas, trombones y los movimientos skatalíticos y así nos volvemos al territorio rapero para ver a un grupo del que se está hablando mucho últimamente en los círculos hiphoperos y fuera de ellos. Son Agorazein, ¿y qué queréis que os diga?. Igual es que soy un poco vieja escuela pero a mí me decepcionaron bastante. Un directo soso y sin emoción para un grupo de presume de talentazo, con imagen y vídeos cuidados, y de un sonido que revisita los 90s americanos costa este, de flow tranqui y casi atmosférico. Pero chico, me espero algo más de energía o de conexión sobre las tablas. Eso sí, había bastante gente y parecían disfrutar, aunque un par de bocas abiertas también vi.
Fuera. Necesitamos algo de macarreo así que nos vamos para Disidencia, que en su vuelta después de un parón de varios años vinieron al Viña con escuderos de lujo, Alberto Pla de Boikot a la guitarra y Fernando Madina de Reincidentes (a los que este año pusimos falta) al bajo, para seguir haciendo esa 'Apología de lo evidente', que es curioso como es actual a rabiar habiendo sido escrita en 1998.
Con los brutales Vita Imana y la siempre segura apuesta de los gaditanos Trashtucada, aprovechamos para acordarnos de no olvidarnos de cenar algo, que luego siempre se nos va porque estamos 'De festi, vale?' (Os dejo esta canción al final). A la vuelta, uno de los peros que sacamos a este Viñarock 2013: las enormes colas a horas clave por la falta de accesos alternativos (y claro, media hora antes de S.A. toda la tropa quiere ir a primera fila) y los cacheos que rozaban lo indecoroso. Vale que no queráis que la gente meta un lata de cerveza pero palabras más o menos me estás tocando los huevos, y hombre, eso tampoco es.
Llegar al escenario cuando S.A. están a punto de salir es una tarea complicada. Como ya sabíamos, aseguran llenazo en cada Viña y no iba a ser menos en uno de los más multitudinarios de la historia. Desde el principio, la rapidez y el sonido apabullante son la definición del directo de un grupo que parece que en cada concierto da un poquito más. El rodillo tuvo sus momentos especiales - para mí - con 'Piedra contra tijera', cantada con fuerza y cada vez con más rabia, y con el riff de guitarra entre un mar de cuernos dedicado a Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer, fallecido tan sólo unas horas antes. Además de todos los clásicos más gamberros como 'Motxalo', 'Ratas', 'Pauso bat'... el final de 'Nos vimos en Berlín' es perfecto para rematar. Top asistencia y top calidad siempre para Soziedad Alkoholika.
Mar de cuernos durante S.A. |
Tote y Shotta |
Hace rato que no hay descanso ni parón y ahora son los Toy Dolls quien suben el pistón un poco más. No puedes dejar de sonreír y entrar en el juego de estos personajes de comic convertidos en histórica banda de punk con sus gafas de colores, trajes a rayas blancas y negras, corbatas rojas y un destello en la sonrisa mientras guitarra y bajo giran en mitad de una canción. Parece que te están contando un cuentecillo hasta que la canción estalla en el coro apoteósico y todo se convierte en locura. Energía inagotable la suya a sus 50 y tantos, apostamos por su próxima mudanza a la península ya que parece que se han propuesto pasarse por todos los festivales patrios en los últimos años. Hay que verlos.
The Toy Dolls |
Con ese buen sabor de boca y el firme propósito de irnos a sentar un rato, de repente se nos viene todo al traste porque descubrimos a un grupo como Talco y entre el público nos encontramos con una panda de fiesteros habituales, los más bailongos festivaleros entrenados en los mejores despicumples. Así las cosas nos abandonamos a las trompetas y guitarras al más puro estilo ska de la Italia contestataria, donde no podía faltar el colofón de 'Bella Ciao', siempre Bella Ciao. Una matinaaa...
Extremoduro no podía dejar de estar presente en Viñarock 2013, en este caso de la mano del grupo tributo Iros Todos a Tomar por culo. Con todo a su favor y ninguna competencia, la explanada del escenario de tributos hasta atrás y ganada de antemano, he de decir que los madrileños no cubrieron las espectativas y dieron algo la razón a los detractores de las bandas tributo, que los hay. Afectada, alguna acabó aprovechando el escenario de monólogos para hacer los suyos propios a las mil de la mañana, ante la atónita mirada de la gente huyendo en busca del calor de la tienda...o de lo que fuere.
Y hasta aquí lo que dió de sí el viernes viñarockero. Lo se, es kilométrico, pero es que Viñarock es kilométrico, y aún nos quedaba un sábado lleno de osos panda, raves imposibles y mucha fauna...a coger fuerzas!
kboy
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