
Las pantallas multiplican una gigantesca imagen de Keith Richards que avanza hacia nosotros lanzando los primeros acordes de Jumpin' Jack Flash. He ganado una apuesta. Perdemos los papeles. Unos agitan el smartphone, otros dejan la bandera por cualquier parte, hay quien intenta subirse a hombros del primero que encuentra, solo acertamos a alzar los brazos y gritar. Gritar muy fuerte. Es una sincera explosión de júbilo, una auténtica liberación.
It's only Rock'n'Roll (but I like it) y nos invade una especie de letargo. Angela tiene razón: los extranjeros somos los únicos que nos movemos. Nuestros compañeros cubanos están perplejos; en sus rostros, miradas vidriosas y sonrisas soñadoras. Una multitud de pantallas de teléfono se eleva sobre las cabezas como un enjambre de sofisticadas luciérnagas. "Buenas noches, mi gente de Cuba", suelta Jagger antes de dejarnos seguir segregando endorfinas con un memorable Tumbling Dice.
"Aquí estamos finalmente. Estamos seguros de que esta va a ser una noche inolvidable." y medio millón de gargantas se arrancan a acompañar con oooohooohs el estribillo de Out of Control. Los cuatro demonios están rejuvenecidos y se lo están pasando en grande. Mike ya se ha lanzado a hablar en español con su gracioso acento angloamericano y ha visto que funciona: "Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba. Pero aquí estamos, tocando para ustedes. Pienso que finalmente los tiempos están cambiando. Es verdad, ¿no?" Todos queremos creerlo pero nos lo vamos a pensar mientras nos regaláis All down the line. Libertad, gritan unos, Patria o Muerte, dicen otros. Hey, atentos, que seguimos estando en el concierto de los Stones, si no ya hablamos de eso otro día. Mira que el compañero Miguel está dedicando Angie a los cubanos románticos. Esta nos la sabemos todos así que todos a cantar como si fuéramos uno.

El coro arranca la intro de You Can't Always Get What You Want y nos pone un nudo en la garganta. Pensamos en todos los que no están aquí con nosotros, familiares y amigos para los que tenemos la obligación de no olvidar nunca lo que nos está ocurriendo. Hasta el coro se acaba descalabrando hacia el final de la canción y no nos importa porque sabemos que deben de estar tan emocionados como nosotros. No hay problema, ya nos encargamos de cubrir su flanco aullando ... you get what you neeeeeed!! y repitiendo a gritos hasta la saciedad esa gran verdad: You Can't Always Get What You Want, pero si te lo curras tendrás lo que necesitas. Y por fin, Satisfaction, para que todo vuelva a estallar por última vez. La Habana aprende un nuevo himno revolucionario. Nonono! Yeyeyeah! Fin del orgasmo.
Solo la mitad del público se dirige hacia la salida. Los demás nos quedamos paseando sin rumbo o sentados sobre el césped, fumando el purito de después. Hemos hecho Historia. No nos vamos. Nunca nos marcharemos de la Ciudad Deportiva de La Habana. Esta noche durará toda la vida.
Dr. J
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