En este miércoles tarde, a las 15:45, el sol aprieta, la cola es muy larga, se oyen algunas quejas, pasa un buen rato y finalmente entramos al recinto. Una vez más en los tiempos que vivimos cualquier precaución es poca. Aprovecho que no haya cola para sacarme los tokkens, y esperamos que empiece la música.
Le toca abrir esta edición a un tributo a Metallica, que durante 30 minutos ayudó a que subiera aún más la temperatura. A día de hoy mucha gente critica a Metallica (los originales), pero la verdad, la gran mayoría por no decir la totalidad del recinto estaban coreando los temas.
Sin tiempo para despedirse entro Judith Mateo y su violín. El show es entretenido con clásicos como “Smoke on The Water” y algunos temas propios (o eso me parece). La nota graciosa es el cierre con “Highway To Hell” estaba tocando en su escenario, pero en el otro escenario estaba Thundermother haciendo la prueba de sonido, y se vio claramente que estaban acompañando a Judith, hubiera sido solo subir el sonido... y tener un espectáculo a dúo. Pase un buen rato. El concepto Violín/Hard Rock es interesante. Si tengo la ocasión de repetir lo haré.
Entró en escena Angelus Apatrida, la banda fue de lo mejor del día, y sin duda de los mejores del festival entero. Son de Albacete y lo reivindican. Entro Guillermo haciendo la señal para que empezara el Circle Pit, y creo que no cesó durante la hora que duró el set. El año pasado estuve buscando esta canción que me gusta tanto “Versus The World”, que otra vez sonó impresionante, sin dejar de lado “Immortal” o “You are Next”. No hay dudas Angelus Apatrida es el presente y futuro del Thrash no solo español, sino internacional (pero eso lo dejo para otro momento). Angelus Apatrida no crea afición, crea adicción, una vez acabado ya estaba ansioso para volver a verlos.
Después de tal despliegue la actuación, la de Medina Azahara podría haber resultado deslucida, pero no. La sencillez del rock andaluz fue el perfecto complemento a los vikingos. Manolo tuvo un buen día con su voz, y el público estaba dispuesto a pasárselo bien. Se cuenta que un finés estuvo bailando todo el rato (pero no hay imágenes). Yo disfruté de sus temas más emblemáticos como “Velocidad”, “Necesito Respirar” o “Tierra de la libertad”. Una actuación de 10.El cierre de la fiesta de apertura fue a cargo de Saurom, y como bien dice el publico “No Saurom, No Party”. En esta edición la banda sacó la artillería pesada. Empezando con juglares por el público con malabarismos, escupe fuegos, que dieron la vuelta a la asistencia, en el escenario se colocaba el coro de Villena que estaría acompañándole durante la actuación. Destacar que en el coro está nuestra amiga Toñi del Salón de la Cerveza. Estuve viendo los 3 primeros temas, pero a pesar de presentar un sonido más duro que en su anterior paso por Leyendas (2014), la banda sigue sin llegarme. Pero el público estaba allí, coreando los temas y aplaudiendo.
En fin decidí volver a mis aposentos para descansar de ese primer día de festival. Ese primer día me dio unas sensaciones un poco dispares con el derroche de medios y espectáculos de Amon Amarth y Saurom, las actuaciones sobresalientes de Angelus Apatrida y Medina Azahara, pero el mal sabor de boca que me dejaron Last In Line y British Lion. Pero el balance es positivo.
Ya en el albergue empecé a soñar, mañana vería a una de mis bandas favorita Blind Guardian, pero no solo eso... Habría mas, sí mucho mas. El Leyendas, siempre es mas.
Mescouillesenskis
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