El día comenzaba como de costumbre, con un baño en las aguas tranquilas del Adriático. Nada que ver con lo que nos esperaba en el recinto de conciertos, ya que a priori por el cartel, el último día de festival era el día grande. He de decir, que quizás esa gran expectación que se generó con el cartel del martes, no cumplió con la expectativas, salvo, en mi opinión, Anti-Flag.
De vuelta al recinto de conciertos y preparados para seguir respirando polvo (confiamos que el año que viene, se solucione este pequeño detalle…) como en los días previos, tocaba comenzar la jornada con LineOut. Con el mismo problema que el día anterior tuvieron sus compañeros de Linterno, se encontraron ellos. Falta de tiempo. A pesar de solamente disponer de 15 minutos de actuación, pudieron demostrar que son unos maestros en el género hardcore melódico. Sus canciones tienen todos los parámetros de una buena canción de punk rock, melodía, un bajo con ciertos toques agudos y contundencia en la ejecución. No hay más que decir para presentarlos, que uno de sus albums más famoso, se llama “Guardians of Punk Rock”. Concierto corto, pero intenso el de los milaneses.
Cattive Abitudini era uno de esos grupos que tenía curiosidad por ver. Tras haber escuchado algunas canciones suyas, tenía la sensación que tendría algún tipo de puesta en escena peculiar o diferente. Pues parece ser que no andaba desencaminado con mi predicción. Nada más comenzar el show, aparecen el cantante, el bajista y el guitarra con 3 camisetas negras idénticas con un 6 gigante en el pecho, que cuando a lo largo del concierto se aproximaban unos a otros, se mostraba un inquietante 666 sobre el escenario. Bueno, pues si con esto la performance, no era suficiente, cuando se juntaban los 3 formando el 666, de sus bocas comenzaba a emanar un líquido viscoso rojo, que hacía de aquello una escena digna de cualquier película satánica/gore que se les ocurra. Surrealista. Escenas bizarras aparte, musicalmente hablando, tocaban un punk rock en italiano pegadizo y que consiguió cautivar al público, consiguiendo incluso en la última canción hacer que todo el respetable se agachase para terminar saltando todo el mundo a la vez en el estribillo. El concierto más diferente de todo el festival, sin lugar a dudas.
A continuación, era momento de dar paso a Vanilla Sky. Quizás el grupo que menos encajaba en este tipo de festival. Hacían un pop-punk que no termino de enganchar en ningún momento al público que allí se congregaba. Posiblemente, junto con Andead, los conciertos que menos éxito tuvieron entre los miles de seguidores punk-rock de toda Europa que pasaron a lo largo de los tres días de festival.
Y después de los preliminares, comenzaba lo serio. Los siguientes en saltar a escena, eran IGNITE. Zoli y los suyos eran conscientes del poco tiempo del que disponían, así que se dedicaron a incendiar al público desde el minuto 1 con un setlist formado por auténticos himnos del hardcore melódico. Si tuviera que calificar su concierto en una palabra, posiblemente seria intenso. 3 meses atrás, había tenido la oportunidad de verlos en sala y la verdad, que me dejaron un sabor amargo, que afortunadamente pude quitarme después de su actuación en el BayFest. Con “Poverty for All” comenzó la descarga de adrenalina y que continuaría con “Veteran”, “This is a war”, “Let it Burn”, “Know your history” y “My Judgement Day”, conformando un primer bloque consecutivo, en el que se pudo escuchar como Zoly llegaba maravillosamente a esos estribillos agudos tan característicos de la banda. Sigo pensando, que es un cantante de grupo heavy “maravillosamente desubicado” en una banda de hardcore melódico. Bendita desubicación. Volviendo al setlist, los de Orange County continuaron con un bloque en el que combinaron clásicos de su extensa carrera con canciones más de la última época de la banda “Embrace”, “Run”, “In my time”, “By my side”, “Who sold out now?”, “Nothing can stop me” y “A place called home”. Durante su actuación, también dio tiempo para demostrar su compromiso político-social, dejando de manera generosa parte de su tiempo, para presentar al respetable a una asociación italiana “Sea Shepherd” que se encarga de conserva la biosfera marina. A parte de este detalle, también contribuyeron a la causa portando Zoli una camiseta de dicha asociación durante todo el concierto. Para el final del show, no podía faltar el cover de U2 “Sunday Bloody Sunday”, “Fear is our tradition”, “Live for Better Days” y la siempre emotiva y contundente “Bleeding” que se encargó de acelerar y dejar a todo el mundo con un gran sabor de boca.
Bueno, y ahora por fin… llegaba el gran momento. He de confesar, que Anti-flag era la banda que más ganas tenía de ver. A pesar de haber grandes nombres sobre el cartel (Rise Against, Pennywise o Bad Religion), yo soy de Anti-flag. Creo que son una banda consecuente con sus ideas y que por encima de todo, cuando creen en algo, lo defienden a capa y espada como nadie. Quizás sea por esa seguridad y por esa autoconfianza que demuestran encima de un escenario, por lo cual, ver un concierto suyo es un auténtico ESPECTÁCULO. Desde aquí, lanzo una invitación a todo aquel que no haya tenido la oportunidad de verlos alguna vez, a que se anime a hacerlo.
Ya la puesta en escena, era toda una declaración de intenciones. Sobre el escenario, presidia una bandera gigante de los EEUU… pero boca abajo!! Junto con ella, sobre los amplificadores se podían leer mensajes del tipo “An army of one” o “Pray for a cloudy day” en homenaje a todos aquellos niños que están en Siria y que rezan habitualmente para que aparezca un día nublado para evitar que los drones del ejército americano sobrevuelen sobre sus cabezas. Si por si esto no fuera suficiente, el escenario estaba completamente adornado con una de las imágenes que más ha caracterizado a Anti-Flag en esta última etapa. Una estrella formada por fusiles rotos. Sin lugar a dudas, la puesta en escena era espectacular y eso teniendo en cuenta, que todavía los artistas, no habían pisado el escenario.
Tras una pequeña intro, saltaban al escenario como si de un equipo de fútbol se tratase, a la carrera, mostrando la vitalidad que tienen en su interior y que no abandonaría en ningún momento en su actuación. “The Press Corpse” fue la encargada de abrir fuego, con un Chris Barker (bajista del grupo), completamente fuera de sí. Realmente, el físico de Chris es brutal. A pesar de notarse la fatiga después de tanto movimiento, en ningún momento se vio afectada su voz. Durante la primera canción, no dudo ni un segundo en subirse encima de los amplificadores y pegar un salto desde lo más alto, dejando para la posteridad imágenes tan impresionantes como la que mostramos en esta crónica.
No conforme con estar pegando botes todo el rato, Chris no paro de moverse de lado a lado del escenario, así como de agitar constantemente los brazos para animar a la comunidad (así le gusta a él personalmente llamar a los asistentes a sus conciertos), a que comenzarán a botar sin parar durante toda la canción. Sin tiempo para el descanso, enlazaron a continuación “Cities Burn” y “Fabled World”, canción muy del gusto de la comunidad, y que no dejaron de corear en todo momento. Tras un breve speech de Chris, donde denunciaba los abusos que las fuerzas de seguridad en ocasiones cometen, el parque definitivamente se vino abajo con “Fuck Police Brutality”, formándose un moshpit gigantesco que desembocó en una batalla campal de empujones, saltos y gritos de la comunidad, que termino con una sonrisa de oreja a oreja de los valientes que se introdujeron en él. Creo que cuando hablan de descargar adrenalina, se refieren a algo así. Desde un primer momento, se vio la interacción entre la banda y la comunidad. Se respiraba en el ambiente ese feeling tan necesario para conseguir que un concierto pase de ser bueno a memorable. Tras la tormenta, le tocó el turno a “Turncoat”, canción dedicada a todos esos políticos chaqueteros que en función de sus intereses, no tienen ningún tipo de escrúpulos en cambiar sus principios o ideas, para el beneficio propio. Este tema dio para el lucimiento personal de Justin Sane, que al igual que Chris, son el alma del grupo.
Si hubiera que ponerle un pero a la actuación de Anti-flag en el BayFest, quizás sería la rapidez de la ejecución de las canciones. No sé si era debido, a que el slot que les habían concedido era demasiado pequeño para el setlist que tenían planificado o, que realmente el chute de adrenalina que llevaban encima del escenario era tan grande, que por sí solos aceleraban las canciones.
Volviendo al setlist de los de Pittsburgh, el siguiente bloque de canciones estuvo más dirigido a ese álbum del cual ellos están tan orgullosos y que siempre han resaltado el trabajo que les llevo a cabo realizarlo. Estamos hablando de “American Spring”. Canciones como “All of the poison, all of the pain” sirvió para tomar un cierto respiro de cara al final apoteósico que nos estaban guardando los de Pensilvania. Previamente a “This machine kills fascist”, Chris hizo un discurso anti-fascista, anti-racista, anti-sexista y anti-capitalista que no hizo más que calentar al personal para lo que vendría a continuación. Como no podía ser de otra manera, con el público caliente, empezaron a sonar los primeros acordes de su gran hit “This is the end (for you my friend)”.
Locura total y público entregado que no paró en ningún momento de corear la canción de principio a fin. La verdad, que es meritorio lo que hacen estos chicos. Conseguir tener enchufado al público durante todo el show no tiene que ser cosecha fácil, a pesar de ello, lo consiguieron. Está claro, todo lo que se proponen, lo consiguen.
Cuando pensábamos que ya habían agotado todos los cartuchos, empieza la batería a sonar para introducir, lo que en mi opinión es la canción más incendiaria que tienen, “Die for the Goverment”. Lo que era un público entregado se convirtió en un público fuera de sí. La voz rasgada de Chris, sus aspavientos animando a la gente a no parar de botar y su ya clásico grito de guerra “Everybody chooop”, fue como un reguero de pólvora que eclosionó durante el estribillo de la canción, en el cual, la banda dejo de tocar y solo se escuchaba la voz exaltada de Chris acompañada por todo el público coreando ese mítico “You´ve gotta die, gotta die, gotta die for your goverment?”. Simplemente, espectacular.
Pero como en todo show, si un final no es recordado, entonces no es un buen show. Tras el incendio anterior y con todo el mundo todavía asfixiado por el calor del movimiento, comienza a sonar “Brandeburg Gate”. Canción con tintes sentimentales, que representa la separación entre oriente y occidente. Cuando ya todos pensábamos que esta canción sería el broche a una noche íncreible, a mitad de la canción mientras el público coreaba el estribillo pegadizo de la misma, Chris y Path-etic (el batería del grupo), cogen los instrumentos y mientras sus compañeros seguían tocando, se bajan al público a terminar la canción!!! Otra genialidad de estos locos inconformistas, que parece que para ellos nunca es suficiente. Ante el estupor de la multitud, consiguen abrirse un hueco y terminan la canción con Chris, sobresaliendo su cabeza y micrófono sobre la marabunta. Sin lugar a dudas, la imagen del festival.
El show terminó, con todo el público coreando el estribillo, mientras A-F poco a poco fue dejando de tocar, hasta que solamente el sonido de las voces de los miles de fans que allí se agolpaban se escuchaba. Mientras esto sucedía, los componentes de Anti-flag se agrupaban en el escenario y saludaban al respetable, agradeciendo la entrega que habían demostrado durante toda la actuación. Momento memorable y me atrevería a decir, que emotivo.
Tras el subidón de Antiflag, era el momento de Face to Face. Banda californiana liderada por Trevor Keith y Scott Shiflett (el hermano de Chris Shiflett guitarrista de Foo Fighters y antiguo integrante de No Use For A Name). La formación de Victorville tiene claros tintes melódicos y no dudaron en mostrarlo con unos coros impresionantes durante su actuación. El show comenzó con “You´ve done nothing” y fueron alternando clásicos como “Walk the walk”, “Ordinary”, “I will not lie down”, “I'm trying” con canciones como “Bill of Goods”, con unos coros espectaculares acompañados por el público, y otros de su último disco “Protection”. Cerraron el setlist con “Disconnected” posiblemente la canción más famosa que tienen.
Keith y los suyos se despedían, prometiendo volver a este festi y agradeciendo el trato recibido por la organización. Como anécdota, contaremos que en el vuelo de regreso a casa, coincidimos con Trevor Keith, quien no dudo en enviarnos un saludo para Festivaleros!.
Y para cerrar el festival, que mejor cartel que una de las mejores bandas de hardcore melódico del mundo. Nada más y nada menos que RISE AGAINST. La verdad, que la expectación que se había creado en torno a ellos durante el festival, creo que jugo en su contra. Todo el mundo durante los 3 días de festival hablaba de ellos y de las ganas que tenían de verlos, con lo cual, podíamos decir, que el nivel que se esperaba de ellos era acorde con la ilusión de la gente. El hecho de ser la banda de más peso del cartel, también era una responsabilidad para Tim y los suyos, así, que la presión estaba sobre ellos.
Mal empezaban las cosas, cuando sabiendo que disponían de poco más de 1 hora de show, la hora de comienzo se retrasaba. Teniendo en cuenta, que a diferencia del resto de artistas del festival, sus canciones son de una duración mayor. Mala opción era empezar tarde, ya que desde la organización habían dejado muy claro, que la hora de finalización de los conciertos no podía sobre pasar mucho más allá de la media noche. Pues bien, lo que mal empieza... mal acaba.
Con la intro del nuevo disco “Wolves” comenzaba el show, mientras se proyectaban sobre las pantallas que acompañaban a la banda de Illinois, imágenes animadas de lobos. Tras la finalización de la intro, comenzaron a sonar los primeros acordes de “Re-education (Through Labor)”, tras los cuales, aparecieron corriendo sobre el escenario los integrantes de la banda con Tim a la cabeza. La gente comenzó a votar desde el primer minuto, así como a tararear la letra de la canción. Tras escuchar la primera canción, me vino sobre la cabeza, algo que ya sufrí la primera vez que ví a Rise Against, y que lamentablemente, se confirmó según transcurría la actuación. La voz de Tim. A diferencia de otro frontmans como Zoly Teglás (IGNITE) o Jim Lindberg (Pennywise), el vocalista no era capaz de llegar a los tonos más agudos de las canciones, algo que por desgracia, aparece constantemente en sus letras. Tim tiene una voz prodigiosa, y creo que esa entonación tan característica que posee, aporta un valor añadido que hace que la diferencia entre ellos y otras bandas de hardcore melódico sea abismal, pero lamentablemente, ese día la voz no era la misma que en sus discos.
He visto dos veces a Rise Against y ambas veces ha sucedido lo mismo con la voz. Quiero pensar que ha sido casualidad, y no, que se trata de una banda magnifica en estudio, pero que no se puede decir lo mismo en directo. Opiniones aparte, y volviendo al setlist, los de Chicago continuaron desgranando sus grandes éxitos, “Satellite”, “Collapse (Post-Amerika)”, “Give it all”, “Survive” y “Ready to fall”. Tras este bloque de trallazos, dieron paso a un tiempo más íntimo y personal, con Tim en solitario sobre el escenario con su guitarra acústica. “Swing Life Away”, “People Live Here” y el coreadísimo “Hero of war”, puso la piel de gallina a los más románticos
Antes de llegar a la parte final del concierto, Tim quiso agradecer a todas aquellas personas que habían venido de otros países al festival, para poderles ver en directo. Con toda la banda sobre el escenario de nuevo, y con una intro de videos, comenzaron el último bloque con “Wolves”, el que fue el primer single del disco homónimo. “Blood-Red, White & Blue”, “Make it stop (September Children)” y la popular “Savior” sirvieron de cierre del festival, para un público más que satisfecho con la maratón de punk-rock que pudieron disfrutar durante los tres días de festival.
Haciendo balance de los tres días vividos, podíamos decir que el BayFest aprueba, y con nota. Como siempre, hay pequeñas cosas que se puede mejorar, por ejemplo la escasez de taquillas para dispensar entradas, abonos o acreditaciones, cambiar los abonos por pulseras para evitar tener que picar los abonos, o intentar cubrir el suelo del recinto para evitar respirar las polvaredas que se formaron en los conciertos más movidos. Dicho esto, en líneas generales el feedback con el que nos quedamos es completamente positivo. Nos sentimos a gusto durante los tres días en el recinto, conocimos a mucha gente de otros países (Belgas, Alemanes, Suizos, Franceses, Griegos, Turcos y evidentemente, italianos) y también gente española venida desde todos los sitios (Asturias, Cataluña, Valencia, Madrid). También nos gustaría dedicar una palabras de agradecimiento a la organización, que en todo momento, nos hizo lo más fácil posible nuestro trabajo. Desde Festivaleros!, queremos animar a todo aquel amante de la música punk-rock, a conocer este festival, y a marcar en rojo en el calendario las fechas del BayFest, para poder disfrutar al año que viene, del que sin duda es uno de los grandes festivales de música punk-rock a nivel europeo. Podíamos decir, que el Bay fest se ha hecho mayor y se ha confirmado, como uno de los festis referentes dentro del circuito europeo.
Larga vida al punk-rock!
Saltimpunki
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