Cerveza artesanal, música punk, Bad Religion y NOFX como headliners, ¿algo puede salir mal?, o mejor dicho, ¿el mal se apoderará de nosotros? Después de lo vivido el pasado martes en el Wizink Center, todavía tengo dudas si la desidia e irreverencia experimentada allí ayudó a engrandecer el show o a terminar de hundirlo.
Fat Mike y los suyos se presentaban en la península con 3 fechas, Madrid, Barcelona y Vitoria, para presentarnos la última de sus “genialidades”, el festival itinerante Punk in Drublic que el año pasado giró por varios estados al otro lado del charco. Básicamente, se trataba de un aquelarre de bandas amigas, decididas a montar una gran fiesta, rodeado de cerveza y música punk rock.
El festival que daba nombre al disco de NOFX homónimo, y que cumplía 25 años, variaría su line up en función de la disponibilidad de las bandas amigas. A Madrid, acompañando a los dos mastodontes del punk rock NOFX y Bad Religion, estarían Lagwagon, Mad Caddies, Less Than
Jake y Wild Animals, que a última hora sustituyo al ojito derecho de Fat Mike, The Bombpops.
En primer lugar, desde Festivaleros! nos gustaría lanzar una propuesta cuando se monten saraos de este tipo, y más en días laborables. Los horarios tan tempranos no ayudan a nadie, ni a público ni a bandas. Los primeros en abrir el festival fueron Wild Animals, y muy poca gente se presentó para ver a los madrileños. Los pocos afortunados que tenían la posibilidad de verlos, debieron pensar que en honor a ese juego de palabras “Drunk in Public” que da nombre al festival, que mejor idea que aprovechar el magnífico día que hacía en Madrid, para disfrutar de unas cervezas en las terrazas que rodean al Palacio. Los precios en barra, tampoco ayudaban a evitar este tipo de actitudes.
Una vez dentro, lo primero que nos llamó la atención al entrar a la pista es el puesto ambulante de BDSM y masajes, de sobra es conocida la afición de Fat Mike a este tipo de prácticas, en el cual podías comprar cualquier tipo de accesorio para potenciar estos juegos tan particulares. Además de un gran stand de “merchan”, pudimos ver dos pequeños grifos al lado de las barras, con carteles que promocionaban las cervezas artesanales que traían con el festi. Sinceramente, sentimos cierta desilusión, ya que pensábamos que al igual que en el Punk In Drublic celebrado en USA el año pasado, traerían la cerveza colaborativa entre NOFX y Stone Brewing.
Una vez hecha la pertinente vuelta de reconocimiento, nos disponíamos a disfrutar del primero de los americanos, Less than Jake. Los de Gainesville comenzaron con muchas ganas ya que sabían que la duración del show sería corta. Qué pena cuando te das cuenta que ellos lo están dando todo encima del escenario pero el sonido es horroroso. Reconozco que es una banda a la que le tengo bastante cariño y que conozco casi todas sus canciones al dedillo, pues bien, me costó dos canciones poder identificar qué tema estaban interpretando. La guitarra no se escuchaba, el bombo se “comía” el resto de instrumentos, la presencia en el escenario del saxo era puramente física. A pesar de los inconvenientes, Roger Lima y los suyos vinieron a pasarlo bien y a no dejar sin botar a nadie. Media hora escasa de actuación que nos supo a poco, para comenzar.
Los californianos Mad Caddies eran los siguientes en saltar a la palestra. Con mucho mejor sonido que sus paisanos comenzaban, o mejor dicho, continuaban la fiesta bailonga. El ska-reggae tan peculiar que hace el sexteto, sirvió para animar y rememorar viejos tiempos de los treintañeros y cuarentones que predominaban en la pista del Wizink. Los grandes hits de la banda sonaron, “State of Mind”, “Drinking for 11”, así como la particular versión con toques reggae de “She” de Green Day. Al igual que con Less tan Jake, nos quedamos con ganas de más.
Comenzaban los platos fuertes de la noche, ya que Joey Cape y los suyos, saltaba sobre el “ring” del palacio. He de decir, que si por algo se han aracterizado Lagwagon en otras ocasiones que he tenido la oportunidad de verles, han sido por su regularidad en cuanto al nivel de sus actuaciones. Siempre con nota. Pues bien, cuando vi aparecer a Joey Cape, más pasado de peso de lo habitual y con un cierto aire de desaliño, me daba en la nariz que quizás esa regularidad se truncaría esta noche. Y lamentablemente, acerté. La mala tónica de sonido, con la que comenzó la velada y que pareció arreglarse con Mad Caddies, volvió a aparecer en escena. Si a esto, le sumas que a Joey Cape en muchas ocasiones le faltaba el aire para llegar a cierto estribillos, que el resto de la banda se mostraba encorsetada, el resultado no podía ser bueno. Dentro del desastre, al menos el setlist fue todo un acierto ya que sonaron todos los temas míticos que tienen. “Violins”, “16th May”, “Making friends”, “Alien 8” sirvieron para poner el lado positivo, de una actuación que se torció desde el principio.
Viendo cómo iba la noche, la pregunta era… ¿Sera la primera vez que veamos una actuación regular de Bad Religion? Greg, prometemos nunca más volver a dudar de vosotros. Lo de esta gente, es simplemente espectacular. Últimamente tengo la sensación que cada vez que los veo, o mejor dicho los disfruto, su nivel va in crescendo. Poco les pareció importar si la acústica era mala, si la gente no estaba satisfecha con lo que estaba viendo, etc.… Salieron a hacer lo que mejor saben hacer, tocar. Si me dicen que estaban tocando en un recinto diferente que el resto de grupos, me lo hubiese creído. Todo sonaba en orden. Se escuchaban todos los instrumentos y a un volumen considerable, sin que eso permitiese “comerse” la voz de Greg Graffin. A diferencia de otros grupos (luego entenderéis el porqué de este matiz), y más teniendo en cuenta que el slot con el que contaban era inferior a lo habitual de sus actuaciones, se limitaron a dedicarle poco tiempo a los speech y mucho a los instrumentos. Grandes clásicos como “Generator”, “Suffer”, “Los Angeles is burning”, “21st century Digital Boy”, sonaron a lo largo de la hora escasa de actuación que estuvieron encima del escenario. Sin lugar a duda, la mejor actuación del festival.
Y si Fat Mike era el responsable de montar todo este sarao, pues su banda NOFX eran los encargados de cerrar la velada. NOFX posiblemente sea uno de los grupos que más he visto encima del escenario, y la verdad que empiezo a tener la sensación que o empiezan a cambiar algo del show o a la multitud la terminarán saturando. Tenían el hándicap de que hace apenas 6 meses, les pudimos ver en vitoria en el Gasteiz Calling, pero desde luego, no se molestaron ni un ápice en hacer algo diferente. Prácticamente el mismo setlist, las mismas gracietas de siempre, las mismas pocas ganas de tocar y mucho hablar. Una pena de verdad, porque aunque ha sido en contadas ocasiones, el día que quieren tocar y suben al escenario en un estado “decente”, la película cambia y mucho. Tienen talento para hacer lo que quieran, pero para eso tienen que querer. Supongo que los genios, tienen estas excentricidades.
Se habían generado muchas expectativas acerca de lo que podía ser una de las giras del año, y sin embargo, nos quedamos con la sensación que contando la excepción de Bad Religion y los suyos, el resto de bandas, ya han tenido sus mejores años encima de los escenarios. A pesar de esto, y viendo el éxito de público de esta primera edición, hay Punk In Drublic para rato. Seguro, que el año que viene la cosa mejora, y si además es en otro recinto, las posibilidades de éxito aumentarán.
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