Betagarri, Viñarock 2014
La llegada a Villarrobledo como festivalero raso, sin plaza de parking, sin hotel y a horas algo intempestivas por culpa de tus labores diarias, puede resultar algo estresante. Si por H o por B o por GC, resulta que llegas de noche la cosa se complica. Largas colas de luces rojas traseras de coches se veían el miércoles por la noche en la avenida de Cervantes (?). Una vez aparcados, buscar un sitio para las tiendas tampoco es fácil porque todo el mundo está guardando sitio para sus colegas que probablemente estén todavía retenidos en el atasco. Pero todo se supera, al tercer hueco fallido, tu tienda parece decir 'no puedo más' y se despliega por si misma (incluso los iglús) en las campas viñarockeras junto con la cervecita de la llegada, y la empanada de carne, mientras Betagarri empieza a sonar de fondo. Sonrisas, ya estamos instalados en Viñarock 2014, que empiece el baile.

Tocar en el autobús de Redbull en medio de una marabunta de gente se les debe hacer raro incluso a los músicos. Y si eres una banda de ska de 7 músicos como Betagarri pues no te digo. Veíamos al siempre bailongo Iñaki contenido intentando no comerse el trombón (ni caerse del bus) y al resto de la banda bastante divertidos. Y veíamos a la rabia de Envidia Kotxina salir por los barrotes como si estuvieran enjaulados. A ver si el año que viene podemos verlos a ambos en los escenarios principales.

Nos quedamos con ganas de ver a GOMAD & Monster  pero por 'problemas técnicos' que nunca más supimos ni siquiera tocaron, emplazando la noche de rave'n'nroll para futuras ediciones. Nosotros por nuestra parte nos fuimos a buscar la rave'n'birra por otros lares.

Pero esto sólo era el aperitivo y el menú degustación comenzaba al día siguiente.

Viñarock 2014


Acampar de noche y levantarse de día te da una perspectiva interesante. Abres la tienda y estás en otro planeta. El planeta festivalero, donde el que no está buscando a Antonio, está desayunando cerveza o chapurreando con una guitarrita bajo la sombre de una jaima (o pérgola o como se llame).

Una vez en situación, pulseras en la muñeca brillando al sol, reconocido el terreno, es la hora de entrar en el recinto y abandonarse a la música. Lo primero que nos damos cuenta entre ayer, esta mañana y ahora avanzando hacia el escenario rockero es que este viña iba a petarlo de gente. Y no nos equivocamos. El más multitudinario que recuerdo tanto dentro como fuera.
 
Cuando llegamos Sínkope ya está sobre el escenario. Se me antoja un grupo perfecto para ir calentando el corazoncito de Viñarock 2014. Empezar cantándole a la Luna Gitana a pleno Sol Poeta de las 17:30 (hora de Albacete) es toda una declaración de intenciones. Allí Donde la poesía y el rock se funden sin fisuras, nos encontramos a Sínkope con Vito al frente en un lugar bien visible. 'Humo de Contrabando' y 'En Tarros de Miel' suenan como los himnos que son.

Sínkope, Viñarock 2014
Del rock de toda la vida hacemos la primera incursión en el escenario metal para ver a los trasheros Ktulu, que se dejan la voz y nos dejan los primeros tirones en el cuello.

A la misma hora coinciden Ciclonautas, uno de esos grupos a los que tenía muchas ganas de ver. Una inclusión arriesgada en el cartel, que se sale del himno, el pogo o el bailoteo de desfase para ponerse algo más serios, en una vertiente más densa del rock, con acento argentino. Trío de calidad indiscutible, banda quizá un poco desubicada en el cartel, quizá un poco para sibaritas. No me pareció que enganchara demasiado el nuevo grupo de Alen Ayerdi, también batería de Marea. Eso sí, el disco Qué tal? (2014) os lo recomiendo, acompañado de unos cascos bien grandes.

Con Kaótiko vamos a por el cuarto estilo musical de la tarde, para disfrutar de su punk accesible y fresco que llama al alboroto y a la denuncia. Creo, además, que ganan calidad y adeptos a cada paso, la gente se lo pasó muy bien con ellos durante todo el concierto y lo dio todo en el momento del remate de la jugada, la versión de 'No Somos Nada' de la Polla.

Kaotiko, Viñarock 2014Poco a poco se va llenando el recinto y el primer gran reventón y los primeros pogos de la tarde llegaron con la Gossa Sorda, que tomaron con gran acierto y mejor recibimiento el testigo de los separados Obrint Pas. La batalla continúa, al abordatge!  Suenan las trompetas, se encienden tracas y bengalas, hay torres humanas entre el público... Quizá el tema de sonido no estuvo muy a la altura, la dulzaina no sonaba como en los discos y se notó un poco. Aunque por supuesto no dejó de ser toda una festa. No había coincido nunca con ellos y me encantó escuchar 'De Matinada' y 'Entre Canuts' en directo.

Banda Bassotti, Viñarock 2014La tarde va cayendo sobre el recinto de conciertos y apenas hay tiempo para acercarse a la barra para aclararse la garganta ya que, sin descanso, le tocaba el turno a una de las formaciones más esperadas de la noche. Con Banda Bassotti me suele pasar siempre lo mismo. Me resultan a ratos algo flojos y a ratos memorables y esta vez no fue una excepción. Desde que Picchio salió a escena con una hoz y un martillo en la mano, hasta que acabó junto con el batería nadando sobre los brazos del público, los momentos más celebrados fueron los habituales 'Stalingrado', 'Bella Ciao', por supuesto, 'Luna Rossa' y esa descarnada versión de 'Ellos Dicen Mierda' también de la Polla Record (que tuvieron una ristra de versiones durante todo el festi).

Fanfare Ciocarlia, Viñarock 2014Y de una de las bandas más esperadas por el público bailongo y combativo, a una de las más desconocidas del cartel. De ahí que hubiera mucha gente que aprovechó para irse y cenar algo. Nosotros no teníamos dudas de que Fanfare Ciocarlia iban a triunfar a lo grande. La magia gitana de los rumanos, consiguió convertir el recinto en una plaza y al viña en una fiesta de un pueblo de los Balcanes en el que los asistentes no pueden dejar de bailar. Los pies se movían sin que sus dueños supieran muy bien por qué, las palmas echaban humo y la gente cantaba en rumano, en serbio, en semi-inglés y en caló, abandonados a las tubas, trompetas y trombones. El ambiente conecta con esa parte musical y primitiva que todos llevamos dentro, que va más allá del rock o del pop o del rap y llega casi al pasodoble. Faltaron la escalera y la cabra.

Fuera de esa versión suigeneris del 'Born to be Wild' canciones como 'Bubamara' o 'Mesecina', recurrentes entre los grupos balcánicos como Goran Bregovic o Emir Kusturica, sonaron todavía más "populares" tocadas por la Fanfare Ciocarlia y me pusieron una sonrisa automática en la cara mientras las manos se agitan y las danzas eslavas toman el control  yo brindaba un poquito por los que no estaban. En resumen: grandes! Aunque cierto es que quizá el horario no fuera el mejor y algo antes hubiera enganchado más gente sin tanta hambre...

Entonces cometimos el error de irnos a ver a Morodo en vez de quedarnos a ver a Reincidentes que sonaban a lo lejos mientras nos adentrábamos en la marabunta instalada en los escenarios del piso de arriba. Y digo error porque creo que ha sido el concierto que menos me ha gustado del viña y de Morodo, y le he visto unas cuantas veces. Sin punch, como la pera conferencia, muy parado, como falto de ritmo, sólo alguna canción como 'La Hierba Del rey' nos dio un respiro a disfrutar. Una pena perdernos a los reinci a los que volvimos para ver el final con 'Jartos D'Aguantar'.

Y era el momento de 'La Pegatina'. En todos los sentidos. En el recinto no cabía un alma, desde el escenario se sólo se veía gente, nada de cemento, hasta atrás del todo. Y entonces... pum!! Fuera los confetis, todos a bailar. A estos si que no les falta ni punch, ni ganas ni saber hacer para poner a mover a decenas de miles de personas.

El final del show tiene una mezcla de un montón de cosas, canciones conocidas versionadas con una mezcla de samples pregrabados e instrumentos donde no falta la rumba ni el perreo, como 'Sarandonga', 'Dame más gasolina', el 'Borriquito' del querido Peret, y los currantes del grupo entre bambalinas intentando encestar en una canasta sostenida por Axel mientras todo el mundo aplaude...acabado el intermedio una rapidísima 'Lloverá y yo veré' acaba con truenos y oscuridad para volver y finalmente rendirse todo el público ante 'Mari Carmen' y 'Tomasín' antes de salir muchos camino de las raves. Tres palabras: La-Pe-Gatina!! y un grito: 'Nos vemos en el Babylon!'.

La Pegatina, Viñarock 2014



Al que le faltó fuerza fue al sonido, un problema recurrente durante todo el festi. En cuando la afluencia de público iba más allá de la segunda barra, el sonido no llegaba con potencia y los conciertos perdían un montón de fuelle. Una pena. Esperemos que la organización tome nota y en próximas ediciones meta una potencia de sonido regulable y acorde con el número de personas que hay en el recinto.

Mientras El Último Ke Zierre, cuyo nombe parece condicionar su posición en los carteles de muchos festis, repasaban a altas horas la banda sonora de muchas vidas, nosotros necesitamos un respiro en forma de kebab para acabar la jornada dando botes ante Dj Trabubu que sacó de la chistera una sesión de lo más variado. Mención especial para 'Cantando' de Kase.O coreada a grito pelao por los que allí estábamos y los que iban saliendo del recinto.

10 conciertos, muchas horas y todavía muchos momentos por delante nos hacen retirarnos y no quemar las naves el primer día. Aunque algunos dirían que siempre lo hacemos y siempre encontramos naves nuevas al día siguiente.

kboy


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La Pegatina en concierto @ Viñarock 2014
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