El recuerdo del 20 aniversario del Sonorama tiene papeletas para estar en nuestra mente otros 20 años más. El festival de Aranda celebró su cumpleaños por todo lo alto con un cartel cargado de sorpresas y de grandes aciertos. Lleno hasta la bandera y un pueblo tan volcado como siempre. Nos quedamos con 20 momentos que nos hicieron vibrar, reír y emocionarnos mientras contamos los días que faltan para la siguiente edición, porque 'la vida es lo que pasa entre Sonorama y Sonorama'.

1- Los Planetas

Fueron LA sorpresa. Durante todo el festival el público estuvo especulando. ¿Sabéis quién va a tocar el sábado? Había opciones para todos los gustos, pero no pocos dijeron que esperaban a Los Planetas sobre el escenario. Entre las opciones, el grupo granadino nos pareció un acierto para representar los 20 años del festival; la banda de la que han bebido muchos de los grupos que hoy son parte del Sonorama. La sorpresa empezó con un emotivo vídeo con fotos de las dos décadas de andadura del festival y culminó con una actuación que hizo las delicias de los nostálgicos. Y nada mejor para culminar el concierto que unos fuegos artificiales durante sus últimas notas. Por otro lado, y aunque ya era anunciado, tenemos que incluir en este apartado a Santiago Auserón, a Sexy Sadie, que ofrecieron historia de la música española sobre el escenario, y a Monarchy, la segunda gran sorpresa y la única apuesta 'guiri' que escuchamos en Aranda.

2- Concierto 20 aniversario

Cuando una empieza a pensar que no va a ver nunca a Mikel Erentxun cantar 'Cien gaviotas' o que la voz del Lichis diciendo eso de 'Felicidad, qué bonito nombre tienes' solo la va a escuchar grabada en un estudio, va el Sonorama y te sorprende. El concierto 20 aniversario reunió a dos decenas de artistas sobre el escenario. Algunos formaban parte del cartel y otros, como Izal y León Benavente, se subieron a las tablas por partida doble. Ambos acabaron tocando en la plaza del Trigo.
El concierto fue una sorpresa tras otra. Nos provocó la extraña sensación de no querer que acabase nunca la canción que estaba sonando y al mismo tiempo desear escuchar el último acorde para ver quién iba a ser el próximo en subir al escenario. Una única pega. ¿Y las mujeres? Tan solo vimos a dos sobre el escenario y el protagonismo que se les cedió fue relativo. Y no será porque no haya artistas para poder hacer una lista más paritaria.

3- Izal en la Plaza del Trigo

Es de sobra conocido que la Plaza del Trigo de Aranda de Duero tiene magia. Cualquiera que haya ido al Sonorama sabe que los conciertos en ese pequeño escenario son puro espectáculo, una experiencia exclusiva y única. Pues Izal siempre suma. El grupo volvió a tocar en el pueblo dos años después. Fue masivo. Había gente hasta en zonas en las que era imposible conseguir escuchar algo. La organización estrenó una pantalla grande en la parte trasera (un gran acierto) y ya solo nos queda ver más altavoces por si se repite un éxito de convocatoria similar.
Nos quedamos con el recuerdo de Mikel Izal junto a cientos de voces cantando 'La mujer de verde'. Les esperamos en el escenario principal con el nuevo disco.
Arizona Baby también actuó en la Plaza del Trigo.

4- Amaral

Habría merecido la pena incluso sin audio. La escenografía con la que se plantó Amaral en el escenario principal fue espectacular. Una galaxia completa con una luna llena que lo mismo acababa reproduciendo los bailes de Eva que se convertía en una bola de discoteca que simulaba estar en 3D. Seguimos alucinados. Pero es que encima sonaron, y muy bien. Además de tocar algunos de los temas más potentes de su último álbum, 'Nocturnal', el dúo zaragozano llevó a Aranda un cóctel de grandes éxitos que acabó coreando hasta el más reticente. Nos emocionamos especialmente con 'Revolución', y cómo no, con 'Son mis amigos', y se nos erizó el vello con 'Sin ti no soy nada' y 'Hacia lo salvaje', con unos visuales increíbles y en consonancia con cada tema. Potencia en escena.
Amaral colocó una galaxia sobre el escenario.

5- Fangoria

Teniendo en cuenta la evolución del Sonorama, al principio nos pareció llamativo que Fangoria formase parte del cartel. Aunque, eso sí, no tanto como que acudiese Camela. Pero en cuanto Alaska se subió a las tablas comprendimos que Aranda no podía estar privada de semejante fiesta. Un montaje de luces y bailes imposibles acompañaron a la cantante -acabó importándonos lo justo que hiciera playback- en un concierto servido en bandeja para los nostálgicos. Hubo alguna conga, cuadrillas entre el público que trataban de copiar las coreografías de los bailarines y mucho sentimiento de '¿A quién le importa?'.

6- Camela

Fue el sorpresón del festival. Casi más que los que no se avisaron antes de que comenzara el Sonorama. '¿Qué pinta Camela?'. Pues mucho. 8.000 personas se acercaron al camping el domingo para dejarse la poca voz que les quedaba gritando 'Cuando zarpa el amor'. Y podría haber habido mucho más público. Muchos se marcharon de Aranda con pena porque tenían que volver a casa. Suponemos que fue por cuestiones de agenda, pero lo cierto es que podrían haber dejado pequeño incluso el recinto de conciertos. El domingo no es el día más adecuado, y menos a medianoche.
Camela concentró sus más de veinte años de carrera con un popurrí, unas pinceladas de su último trabajo y grandes éxitos que los asistentes grabaron con el móvil. Ángeles y Dioni estuvieron simpatiquísimos y se enrollaron como las persianas. "No tenemos mucho tiempo para hablar", decía una y otra vez Dioni mirando el reloj. Pero le importó poco. Se dedicó a explicar la trayectoria de la banda y hasta subió al escenario a su hijo Cristofer -que estaba en el puesto de merchandising vendiendo camisetas-. El público, entregadísimo, no tardó en corear el nombre del chaval. "Muchos me preguntan si el Dioni es mi marido. Peor. Es mi cuñado", bromeó Ángeles.
Nos lo pasamos casi tan bien como cuando en 2016 vimos al Dúo Dinámico en el escenario principal del Sonorama. Y seguimos esperando con ansia la actuación de Julio Iglesias.

7- Bodega y catas

Lo repetiremos hasta la saciedad: el Sonorama merece la pena incluso sin entrar en el recinto de conciertos. No solo hay música. Si te gustan el buen vino y el lechazo, este es tu festival. La propia organización organiza catas y visitas a las bodegas para quienes quieran vivir Aranda más intensamente.


8- Implicación de Aranda

Las ganas de festival con las que te recibe Aranda cuando llegas son increíbles. Todo el pueblo se implica, desde la charcutería de Paqui hasta el bazar que vende pistolas de agua para sofocar el calor, pasando por los bares que cambian su hilo musical y por una semana se apuntan al indie. Los precios que ofrecen son razonables y se apuntan al menú festivalero. Además de los clásicos bocatas o las porciones de pizza, triunfan los katxis de croquetas y las raciones de torreznos. Un clásico. Y si quieres regarlo con una bebida original, no puedes marcharte sin probar el Agua Fantasía. Otro must del Sonorama. De hecho, solo se sirve en los días del festival. Lo prepara una bodega que triunfa con esta bebida dulce cuya fórmula es casi tan secreta como la de la Coca Cola
El Agua Fantasía es un clásico.

9- Loquillo

Loquillo es una auténtica rock and roll star. Fue salir él y que todo el mundo se quedara en silencio, como si dijera, 'amigos, voy a enseñaros qué es una banda'. Fue un concierto lleno de actitud y de grandes éxitos que consiguió sumar a los festivaleros más jóvenes con los veteranos que han ido creciendo con el Loco. Escuchar 'yo para ser feliz quiero un camión' fue un auténtico momentazo.
Loquillo dio un concierto para el recuerdo.

10- Leiva

Aunque parezca mentira, Leiva fue al Sonorama como debutante. Su bautismo le ha llegado en la vigésima edición, aunque ya el año pasado estuvo a punto de tocar con Iván Ferreiro. Hubo problemas para cuadrar las agendas y tuvimos que esperar hasta este año para verlos juntos sobre el escenario. Fue con 'Crímenes perfectos' de Andrés Calamaro. Ferreiro había tocado horas antes en ese mismo escenario principal y acompañó a Leiva como invitado de lujo. El madrileño incluyó una vez más en su banda a Juancho, su hermano y vocalista de Sidecars, y aunque recuperó algunos temas de Pereza como 'Animales' y 'Lady Madrid', se centró en su carrera en solitario, que tiene peso de sobra como para no necesitar mirar atrás.

11- Xoel López cumple 40 años

Xoel López y Sonorama comparten aniversario. El músico gallego cumplió cuarenta años durante el festival y lo celebró con uno de esos bolos redondos. Un día antes ya nos había convencido a todos al compartir escenario con Iván Ferreiro y cantar con él 'Turnedo' en el concierto del 20 aniversario. Cumplir años no le sienta nada mal. Todavía resuena en nuestra cabeza el 'que no, que no, que no, que no...'.
Xoel López cumplió 40 años. Twitter

12- Homenaje a Supersubmarina

Supersubmarina estuvo tan presente en el Sonorama como si formara parte del cartel. El grupo de Baeza tuvo un grave accidente de coche el año pasado, precisamente mientras se celebraba el Sonorama. Fue muy emotivo ver la cantidad de bandas que tuvieron un recuerdo para Chino y el resto de la banda. Además, en el 20 aniversario sonó al piano 'En mis venas' -'ha sido todo tan raro, sucedió todo tan fuerte'-, y Sidonie tuvo un precioso detalle al dedicarles su concierto en la Plaza del Trigo. Por el escenario fueron desfilando otros artistas como Mikel Izal y Gabriel de la Rosa de Shinova para ayudarles en el homenaje en el que sonaron algunas de sus canciones más reconocidas.
La organización también tuvo muy presente a Supersubmarina. El concierto sorpresa del 20 aniversario, que culminó con un vídeo resumen de las dos décadas y el concierto de los Planetas, arrancó con un mensaje de Juancar, el batería de la banda. El músico dio las gracias por el apoyo recibido mientras el público aplaudía con fuerza con el deseo de volver a verlos alguna vez sobre ese escenario principal. Os esperamos.

13- León Benavente

Abraham Boba no necesita calentamiento. En el concierto del 20 aniversario le bastó un tema para meterse al público en el bolsillo. Pura energía. León Benavente no aparecía en el plantel de este año, pero tenía motivos de sobra para ser cabeza de cartel. Su disco fue nombrado por varias publicaciones como el mejor del año hecho en España. Y para que su aparición en el escenario principal no supiera a poco, tuvieron una interesante prórroga al tocar un día más tarde en la Plaza del Trigo.

14- Escenario en las afueras con Second

Second tocó en Aranda en el barrio de Santa Catalina. Fue uno de esos conciertos mañaneros que tanto gustan al público del Sonorama y bajo un sol de justicia. El bolo se retrasó un poco y la gente aprovechó para comenzar guerras de agua con pistolas de agua o para pedir a los vecinos que les tirasen algún cubo. Y lo dieron todo por la causa. Al final, en concierto, aunque interesante, fue casi lo de menos. Nos gustó ver cómo el festival también pone el foco en las afueras del pueblo y no se centra únicamente en los alrededores del Ayuntamiento. Había tantas actividades que fue un poco caótico encontrar cada escenario, pero sirvió para repartir un poco al público.

15- Coque Malla y Anni B Sweet

'No puedo vivir sin ti' de Los Ronaldos es un momentazo en sí mismo. Escuchar la canción en voz de Coque Malla y con la compañía de Anni B Sweet nos pareció un auténtico regalo.

16- Tadeo Jones no se pierde el Sonorama

No destacamos este aspecto porque fuese nuestro favorito ni el que más frecuentamos, pero sí porque nos pareció un punto muy interesante. El Sonorama ha puesto este año una zona infantil inspirada en las aventuras de Tadeo Jones para que los niños tuviesen su propio espacio. Hay muchos críos en los festivales y el de Aranda es especialmente amable para los pequeños, así que necesitaba un recinto de esas características. Hay que cuidar a la cantera.

17- Fuegos artificiales con Shinova

El Sonorama acostumbra a impulsar nuevos talentos. Izal es solo un ejemplo de cómo el equipo del festival apuesta por los artistas emergentes y los cuida hasta que el público se rinde a la evidencia. Otra muestra son los chicos de Shinova. Debutaron en Aranda en el 2014, el año pasado pisaron la Plaza del Trigo justo antes de que tocaran Grises y actuaron también en el camping. Y este año ha supuesto para ellos un auténtico paso de gigante. Tras un acústico íntimo en un bar del centro del pueblo, en el que tocaron doce meses antes sin tanta repercusión, se enfrentaron a la dura tarea de 'cerrar' el escenario principal.
Fue un concierto lleno de potencia, en el que el público se quedó rendido a la voz de Gabriel de la Rosa y a unas letras con largo recorrido. Tan solo un año antes, el anuncio promocional de su cuarto disco aparecía en las pantallas gigantes de los escenarios, y esta vez era el público el que coreaba sus temas. Y los que no se los sabían, acabaron apuntándose el nombre de los vizcaínos para futuras escuchas. Por cierto, tampoco aquí faltaron las sorpresas: Rozalén se subió al escenario para cantar 'Volver' junto a ellos y la actuación acabó con fuegos artificiales.
Shinova, durante el acústico que dieron en Aranda.

18- Comunión entre dos generaciones

El Sonorama no destaca por ser un festival especialmente joven. La media de edad suele superar los treinta años, aunque tanto veinteañeros como festivaleros de cuarenta tienen su hueco en Aranda. Conviven en perfecta armonía. Y ese es un gran acierto de este festival, que no solo no tiene edad sino que cuida a dos generaciones con el mismo mimo. El concierto sorpresa de los Planetas fue toda una muestra de que, por mucho que pasen los años, no se olvidan del germen del festival.

19- Indie en los bares

Llegaban las ocho de la tarde y a veces teníamos más ganas de echarnos a dormir a la tienda que de ir al recinto a escuchar conciertos. Y eso que el cartel ha sido muy suculento. La fiesta empezaba a mediodía con los primeros conciertos, y tenía una muy buena continuación no solo gracias a los djs. Los bares entienden a la perfección el carácter del Sonorama, por lo que cambian por completo sus listas de reproducción. "Me gusta pensar que durante los 365 días del año los taberneros están escuchando a Vetusta Morla y a Lori Meyers", bromeaba un chico a nuestro lado. Eran las seis de la tarde y llevábamos como cuatro o cinco horas bailando. Los locales de hostelería cuidan a sus clientes mucho más allá del negocio.

20- El cartel más ecléctico

Cuando el Sonorama anuncia un cabeza de cartel un poco loco, llega un momento en el que no te sorprende del todo. 'Bueno, es el Sonorama. Les encanta hacer este tipo de cosas'. Son muy eclécticos y saben perfectamente que un grupo que escuchaban nuestros padres puede ser tan acertado para un festival como el que más lo esté petando con su primer trabajo.
Por eso, nos encanta ver que lo de llevar a Raphael en el 2014 no se quedó en una simple anécdota. Nos los pasamos en grande bailando con señoras 'Resistiré' -con Alberto de Miss Caffeina también sobre el escenario, por cierto- y mandando audios por WhatsApp a nuestros padres. Pues esta vez la nota más discordante fue Camela, aunque también estuvieron presentes otros géneros que a simple vista no encajan en el festi. El Langui montó un auténtico fiestón a ritmo de rap, nos pusimos la chupa de cuero para escuchar a Los Ilegales y a El Drogas y hasta Paco Clavel actuó en el centro de Aranda. La variedad es siempre una buena apuesta. Estamos ansiosos por ver las novedades del año que viene.

Oihana
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